Gobierno atribuye al “Z-42” un “perfil extremadamente violento”
El Comisionado Nacional de Seguridad, Monte Aejandro Rubido dijo que Omar Treviño, líder de "Los Zetas" era otro de los criminales más buscados
El capo fue presentado a los medios de comunicación. Crédito: Getty
México.- El líder del cártel de los Zetas, Óscar Omar Treviño Morales, capturado la madrugada del miércoles por fuerzas federales tiene un “perfil extremadamente violento” que generó divisiones al interior del propio grupo criminal, aseguró Monte Alejandro Rubido, Comisionado Nacional de Seguridad (CNS).
Debido a ese perfil “no logró el reconocimiento que tenía su hermano en la organización”, dijo el comisionado, en referencia a Miguel Ángel Treviño, detenido en julio de 2013 y de quien Omar heredó el liderazgo del cártel.
Por ello, Omar Treviño, alias el Z-42, enfrentó la oposición de operadores locales de los Zetas que querían independizarse, “lo que provocó mayores enfrentamientos al interior del grupo criminal“, dijo en un mensaje a la prensa en el hangar de la Procuraduría General de la República (PGR, fiscalía) en el aeropuerto capitalino.
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El Z-42, escoltado por militares, fue presentado a la prensa al llegar a la capital en un avión de la Fuerza Aérea procedente del nororiental estado de Nuevo León, donde fue detenido esta madrugada cuando se disponía a ingresar a un domicilio en el municipio de San Pedro Garza García.
En una operación simultánea fue capturado su operador financiero, Carlos Arturo Jiménez, cuyos movimientos en Monterrey, la capital de Nuevo León, llevaron a las autoridades a detectar al capo en febrero pasado.
En ambos operativos fueron detenidos cuatro miembros de la organización, responsable de las peores masacres de los últimos años en México, entre ellas la de 72 indocumentados en el municipio de San Fernando (Tamaulipas) en agosto de 2010 y el incendio en el Casino Royale de Monterrey, que dejó 52 muertos en 2011.
Omar Treviño fue trasladado junto con sus cómplices a las instalaciones de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido) para rendir su declaración antes de que ser presentado ante un juez.
El capo está vinculado a once causas penales por delitos contra la salud, secuestro, robo de hidrocarburos y lavado de dinero, entre otros.
Las autoridades mexicanas ofrecían una recompensa de 30 millones de pesos (unos dos millones de dólares) por información que llevara a su captura, mientras que el Gobierno de Estados Unidos ofrecía cinco millones de dólares.
