Cáncer de colon, un mal que se puede prevenir

La enfermedad se puede detectar temprano con una colonoscopía, pero muchos latinos no se la realizan a pesar de estar en riesgo

No se conoce exactamente qué causa los cánceres colorectales, lo que sí se sabe es que es posible prevenirlos realizándose pruebas de detección tempranas como la colonoscopía.

Estudios médicos aseguran que la colonoscopía puede salvar la vida de las personas que están en riesgo de morir por este tipo cáncer. Según investigaciones del Instituto Nacional del Cáncer, cuando se remueven pólipos o crecimientos pre-cancerígenos durante ese procedimiento, se reduce el riesgo de fallecer por cáncer de colon en un 50%.

A pesar de ser uno de los grupos étnicos más afectados por este tipo de cáncer, los latinos representan la población que menos se realiza una colonoscopía u otro tipo de exámenes para prevenir o detectar a tiempo el cáncer colorectal.

Por esta razón, el cáncer del colon es el segundo tipo de cáncer más diagnosticado entre los hombres latinos y el tercero entre las mujeres hispanas en EEUU.

“Los latinos no están recibiendo los exámenes cuando deberían. Esperan mucho tiempo y el cáncer progresa a un estado más avanzado por lo que tienen menos opciones de tratamientos. Por ello tienen alto índice de muertes”, explica la doctora Jamilia Sly, una investigadora de la Sociedad Americana contra el Cáncer (ACS), que trabaja en la Escuela de Medicina Icahn del Hospital Mount Sinai.

Según la ACS, los tumores en el colon-recto representan la segunda causa de muerte más común por cáncer tanto en mujeres como en hombres latinos en este país, después del cáncer del pulmón.

Las estadísticas más recientes de la ACS indican que en el año 2014 se diagnosticaron 4,900 mujeres hispanas con cáncer de colon de las cuales 1,600 no sobrevivieron a la enfermedad. Entre tanto, 5,500 hombres latinos fueron diagnosticados y cerca de 1,900 murieron por la misma causa.

Por esta razón la ACS, ha intensificado sus campañas de concientización, educación y prevención entre las personas de raza hispana.

Uno de los programas de prevención que lleva a cabo la ACS es el liderado por la doctora Sly en el Hospital Mount Sinai, en el East Harlem. Allí se han entrenado a latinos que ya han tenido colonoscopías exitosas, para que se conviertan en “navegadores” de otros pacientes hispanos que necesitan realizarse el mismo examen. De esta manera los ayudan a pasar por todo el proceso que, para muchos, resulta complicado.

“Estamos usando a personas que no tienen ningún entrenamiento especial o experiencia. Son personas que vienen de la misma comunidad, que ya han pasado por el proceso de la prueba de colonoscopía”, dice la doctora Sly.

“Estas personas motivan a otros a que se hagan los exámenes, porque tienen la misma edad, los mismos antecedentes y cultura,y han pasado por el proceso con buenos resultados. Ellos pueden servir de inspiración para que otros latinos piensen que también pueden completar una colonoscopía exitosamente”, explica la especialista.

La ACS recomienda la colonoscopía después de los 50 años o antes si se trata de personas con alto riesgo. Estos exámenes pueden encontrar la enfermedad en sus etapas iniciales, cuando es altamente curable (90%).

“Queremos motivar a la gente de la comunidad latina a que se hagan los exámenes. Hay opciones disponibles para ellos si no tienen seguro médico. Pueden contactar a su hospital local o la ACS que los pueden ayudar”, indica la doctora Sly.

Aparte de la colonoscopía, otra forma de prevención que los expertos recomiendan es llevar una vida más saludable.

“Deben ser más activos físicamente y cambiar la dieta. No comer mucha carne roja o procesada; comer suficientes frutas y vegetales cada día y mantener un peso saludable durante toda la vida”, sugiere Sly.

Es importante que todos sepan que, por lo general, el cáncer colorectal no presenta síntomas durante su etapa temprana, aunque algunos pueden tener estreñimiento, sangrado y dolor abdominal.

A pesar de lo que muchos piensan, la colonoscopía no es una cirugía como tal. Se trata de un examen médico en el que se visualiza el interior del colon (intestino grueso) y el recto, mediante un instrumento llamado colonoscopio. El procedimiento no duele y que es relativamente rápido y sencillo.

Entre las personas que se encuentran en mayor riesgo están las que tienen una historia familiar de cáncer en el colon y las que sufren de una enfermedad que se llama poliposis: tendencia a desarrollar pólipos en la pared del intestino grueso. Estas personas tienen que ir a ver al médico entre cada tres a cinco años para hacerse un examen.

Desde el momento en que las primeras células anormales comienzan a crecer para convertirse en pólipos, usualmente transcurren aproximadamente de 10 a 15 años para que éstas se transformen en cánce.

La mayoría de los pólipos pueden ser encontrados y extirpados antes de que tengan la oportunidad de convertirse en cáncer gracias a las colonoscopías.

Según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), uno de cada cuatro hombres y una de cada cinco mujeres en EEUU desarrollará pólipos en el intestino grueso. Si estos se quedan en el cuerpo por mucho tiempo, tienden a ser cancerígenos.

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