¿Por qué hay más obesidad en el sur de LA?

Un informe indica que la población con obesidad crece más en el sur de Los Ángeles

A pesar de la moratoria que por cinco años ha evitado la apertura de nuevos restaurantes de comida rápida, los niveles de obesidad en el sur de Los Ángeles han crecido más y con más rapidez que en otras partes de la ciudad, según un reporte de la organización Rand.

En el 2008 y con el apoyo de organizaciones comunitarias, el Concejo de Los Ángeles aprobó una ordenanza para evitar la proliferación de comida rápida en áreas como el corredor Figueroa al sur del centro de la ciudad.

Sin embargo, esta medida no ha tenido un impacto significativo, según el estudio de Rand.

Roland Sturm, investigador principal y economista de Rand, dijo que la moratoria tiene sólo un valor simbólico, pero no ha tenido el impacto deseado de reducir la obesidad o mejorar las dietas de las personas.

Sturn agregó que la mayoría de los establecimientos en el sur de Los Ángeles son tiendas o restaurantes pequeños como taquerías, con una cantidad limitada de asientos, por lo que no están cubiertos bajo la moratoria.

Entre el 2008 y el 2012, la ciudad ha emitido 17 permisos nuevos para cadenas de restaurantes que no están dentro de la definición de restaurantes solos cubiertos bajo la ordenanza, según el reporte. Estos nuevos negocios están en centros comerciales.

El reporte señala que cuando se instaló la moratoria, en el sur de Los Ángeles había menos restaurantes de comida rápida por sí sólos, que en otras partes de la ciudad.

En los últimos cinco años, el Dr. Alexis Gómez, especialista en medicina familiar de la clínica comunitaria St. John´s Well Child and Family Center, asegura que ha visto un incremento de un 30% de personas con sobrepeso.

“Si comparo con la práctica que tenía hace cinco años, yo diría que ha aumentado hasta un 30% el número de pacientes con obesidad, lo más triste es muchos son niños y adolescentes”, dijo el Dr. Gómez.

El médico atribuye el problema a la creciente oferta de comida rápida no sólo en restaurantes, sino también de vendedores ambulantes que ponen a disposición de la población comidas altas en grasas como hot dogs, tacos y pupusas.

“Desafortunadamente la mayoría de las enfermedades que tiene esta comunidad tiene que ver con la obesidad, la diabetes, algunos tipos de cáncer, artritis, enfermedades cardiovasculares, etc.”, agregó el médico.

De acuerdo con el estudio, casi todas las zonas de la ciudad experimentaron un incremento en los niveles de obesidad y sobrepeso del 2007 al 2012. En general, aumentó el consumo de comida rápida en toda la ciudad.

El único dato alentador del estudio es que ha disminuido el consumo de sodas en todas las zonas de Los Ángeles.

Wendy Castillo, Odulia Juárez y Edna Robles trabajan juntas y cada mediodía salen a almorzar a alguno de los restaurantes de comida rápida ubicados sobre la calle Figueroa, en el sur de Los Angeles.

Edna padece de diabetes y está tratando de bajar de peso para controlar su enfermedad.

“Yo trato de escoger platillos saludables, más vegetales si es posible”, dijo Edna. “Creo que parte importante de bajar de peso es comer porciones más pequeñas y escoger platillos saludables”.

A Odulia dice que su sobrepeso no es algo que le preocupe o le quite el sueño. Esta madre de tres hijos dice que con su agitado estilo de vida, no tiene tiempo para cocinar.

“Si tengo sobrepeso y el médico me lo dijo, pero a parte de las libras de más, no padezco de nada. Estoy muy saludable”, dijo Odulia.

A diferencia de sus amigas y a pesar que diariamente Wendy come en los restaurantes de comida rápida, ella logró bajar 20 libras hace dos años y ha podido mantener su peso.

Aunque Wendy tiene una actitud modesta frente a sus amigas ante este logro, Edna lo nota y muy orgullosa de ella le dice que los cambios pequeños como pedir arroz integral y vegetales en sus comidas, es lo que hace la diferencia.

“Ella (Wendy) escoge lo más saludable todo el tiempo. Yo no lo hago todo el tiempo. En mi caso, lo que trato es de controlar la cantidad de azúcar porque tengo diabetes”, dijo Edna.

Las tres amigas concuerdan en que hay restaurantes de comida rápida a los que evitan ir. Por ejemplo, ellas se mantienen alejadas de los que venden exclusivamente pollo frito o hamburguesas y prefieren los que tienen opciones más saludables como comida china o ensaladas.

Lo primero que hace el Dr. Alexis Gómez cuando atiende a sus pacientes es revisar su índice de masa corporal, conocido como BMI, el cual sirve para determinar si el peso de la persona está acorde con su estatura.

Si el BMI de la persona llega hasta un 25%, se puede decir que el paciente tiene un peso adecuado. Si el BMI está entre el 25 al 30%, la persona tiene sobrepeso y más del 30% significa que está obeso.

El Dr. Gómez no tiene problemas en decirle a sus pacientes que están gorditos o pasaditos de peso. Una de sus primeras recomendaciones es que dejen de ver televisión o los ipads y que salgan a caminar.

También les recomienda que tomen la decisión de comer más frutas y vegetales diariamente.

La comida latina puede ser muy grasosa, pero también puede ser muy saludable si se cocina bien y se agregan vegetales, dijo el Dr. Gómez.

El médico recomienda evitar las comidas fritas no sólo en casa, sino cuando salgan a comer, y que siempre que sea posible, optar por las frutas y vegetales frescos.

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