Universitarios de Chicago crean fondo de becas para “Dreamers”

Estudiantes de la Universidad de Loyola aportarán parte de lo que pagan en su matrícula a un fondo para "Dreamers"

Importante ayuda a los jóvenes indocumentados.

Importante ayuda a los jóvenes indocumentados. Crédito: Suministrada

Washington.- Con apenas lo que cuesta un viaje en autobús en Chicago, los estudiantes de la Universidad de Loyola aportarán parte de lo que pagan en su matrícula a un fondo de becas para “Dreamers”, que por ley no pueden recibir ayuda federal para estudiar en universidades.

Ante el laberinto de trabas legales y financieras que afrontan los 65,000 Dreamers que se gradúan de secundaria cada año, el gobierno estudiantil de la universidad aprobó en un referendo la semana pasada el fondo de becas, que se financiará con $2.50 que aportarán cada semestre sus 10,000 estudiantes de licenciatura.

Así, con el fondo anual con un monto inicial de $50,000, la Universidad de Loyola en Chicago vuelve a hacer historia al ayudar a “Dreamers” con su educación universitaria.

“La victoria de los estudiantes de Loyola es enorme porque, aunque ya se empiezan a abrir vías para los estudiantes indocumentados mediante programas como el “DACA”, la ayuda financiera sigue siendo una gran barrera… nos queda mucho por hacer”, dijo a este diario Roberto Gonzáles, profesor de Educación en la Universidad de Harvard.

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En 2012, la Facultad de Medicina Stritch de la Universidad de Loyola se convirtió en la primera en la nación en aceptar a indocumentados amparados al programa de acción diferida (DACA), y el año pasado, siete “dacamentados” figuraron entre los 160 nuevos estudiantes de medicina.

El “Fondo de Becas Magis” de la Universidad de Loyola, ideado por los estudiantes Flavio Bravo y Adriana Robles, aporta un granito de arena a los Dreamers, tomando en cuenta que 41 millones de estadounidenses acarrean, en su conjunto, poco más de un billón de dólares en préstamos estudiantiles, superando la deuda de tarjetas de crédito.

En ese sentido, la ecuatoriana Gaby Pacheco, una líder nacional de los Dreamers y directora de programas del grupo TheDream.US, dijo que su organización ahora podrá ofrecer becas a indocumentados que deseen estudiar en la Universidad de Loyola.

“Las instituciones privadas han podido ofrecer oportunidades a los Dreamers, pero con capacidad limitada. Con TheDream.US y este nuevo fondo, esperamos que la tercer área más grande de EEUU con Dreamers beneficiados por DACA pueda abrir más espacios para estudiantes deseosos de ir a la universidad”, afirmó Pacheco, cuyo grupo ha dado becas a más de 800 Dreamers en más de 55 universidades desde su creación en febrero de 2014.

Según el Centro de Investigación Pew, entre 200,000 y 225,000 indocumentados están inscritos en universidades, o cerca del 2% de la población estudiantil total.

No existe una base de datos sobre cuántas universidades les están ofreciendo ayuda, pero se calcula que el número, aunque va en aumento, sigue siendo pequeño.

La solidaridad de los alumnos de Loyola responde en parte a los problemas delineados en un informe reciente del Instituto para Inmigración, Globalización y Educación, de la Universidad de California en Los Angeles (UCLA) sobre el “laberinto” de trabas y escasez de recursos que afrontan los Dreamers.

Los estudiantes indocumentados viven con el temor constante de la deportación y cerrarle las puertas a la universidad, a través de una compleja red de políticas estatales, federales e institucionales, perjudica su prosperidad económica y la de sus comunidades y del país entero, indicó el análisis.

A falta de una reforma migratoria, tanto las universidades como los gobiernos estatales han adoptado un mosaico de políticas que van desde la inclusión de los Dreamers hasta su total exclusión.

En la actualidad, Arizona, Alabama, Carolina del Sur e Indiana prohíben que los Dreamers tengan acceso a matrículas universitarias a precios para residentes del estado, según datos de la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales y el Centro Nacional para Leyes de Inmigración.

En cambio, 20 estados sí permiten que éstos asistan a universidades públicas pagando la misma matrícula que los residentes legales y ciudadanos del estado.

Estados como California, Colorado, Nuevo México, Texas y Washington, permiten que estos inmigrantes soliciten ayuda financiera estatal.

Se calcula que 2.1 millones de jóvenes indocumentados llegaron a EEUU de niños pero, debido a muchos obstáculos, muchos no pueden ir a la universidad.

A continuación, un resumen del estudio de UCLA de enero pasado, con base en una encuesta a 909 estudiantes en 34 estados y provenientes de 55 países:

· El 65.9% recibió protección bajo “DACA” de 2012, mientras que el 16% no reunió los requisitos del programa, el 11.6% no solicitó y el 1.6% fue rechazado o aguarda resolución de sus casos.

· Los estudiantes provienen de América Latina y el Caribe, Asia, Africa, Europa y Medio Oriente. Entre los latinos, la mayoría proviene de México y Centroamérica.

· La mayoría lleva casi toda su vida en EEUU, y el 90.4% dijo que solicitaría la ciudadanía de EEUU si tuviera la oportunidad.

· El 64.1% tiene al menos un ciudadano o residente legal en sus familias.

· El 48.2% asistió a universidades o colegios universitarios públicos de cuatro años, el 42.4% asistió a universidades de dos años, y el 9.4% a universidades privadas.

· El 67.6% de los estudiantes son los primeros en ir a la universidad en sus familias.

· El 28.2% cursa estudios en los campos de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), que son las especializaciones más populares entre estos estudiantes.

· El 61.3% vive en hogares con ingresos anuales de menos de $30,000, y el 72.4% trabaja mientras estudia en la universidad, lo que supone una traba para su éxito en las aulas.

· El 73.9% de los que abandonaron sus estudios, lo hizo por problemas financieros.

· El 73.1% recurre a organizaciones, centros y otros “espacios seguros” en busca de ayuda.

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