Estudiantes quieren sus deportes de vuelta

Aseguran que se sienten discriminados por falta de recursos e instalaciones para actividades atléticas en sus escuelas

Bailando capoeira y gritando consignas, un grupo de jóvenes inmigrantes se apostaron en la acera entre la alcaldía y el Concejo de la ciudad para demandar que las autoridades educativas devuelvan los deportes que ellos practican a sus escuelas.

“Nos quitaron los equipos de fútbol y béisbol, que son los deportes más populares entre nosotros, y nos dieron un equipo de tenis de mesa que a nadie le gusta”, señaló Abdel Bassite Baba, estudiante y atleta de la escuela International Community High School en El Bronx. “Nos sentimos segregados y desiguales”.

El grupo de estudiantes, denominado NYC Let Them Play (NYC Déjalos Jugar), ha tomado la lucha para que los estudiantes de grupos minoritarios tengan acceso a prácticas deportivas en sus escuelas. Aseguran que el número de jóvenes sin acceso al deporte es alarmante y viola sus derechos civiles.

“En toda la ciudad hay 17,000 estudiantes de minorías que van a una escuela en las que no tienen acceso a deporte alguno”, añadió Bassite Baba, estudiante y activista de la escuela International Community. “Nos están negando un derecho a nosotros y a los otros estudiantes que vienen detrás. Y estamos presionando porque nos quieren contener”.

Datos de un estudio que estos jóvenes realizaron muestran que mientras que apenas cuatro por ciento de escuelas regulares reciben por debajo de los fondos para actividades atléticas, el 41 por ciento de las más de 100 escuelas pequeñas no tiene las arcas suficientes para deporte alguno.

El problema no es nuevo. David García-Rosen, ex director de la escuela, creó un equipo de fútbol en el centro de estudios luego de que la Liga Atlética Deportiva de las Escuelas Públicas (PSAL) declinara su solicitud para crear equipos de cricket y béisbol bajo el argumento de que la escuela no contaba con la infraestructura para albergar deportes.

Esto no lo detuvo y en 2011 creó la Liga Deportiva de Escuelas Pequeñas con ocho equipos. Para el 2014 ya tenían 90 equipos de 42 escuelas; todo esto se financiaba de los bolsillos de los directores de cada una de las escuelas.

“Era una situación nada sostenible”, apuntó Maria Damato, que fuera consejera y maestra de arte en la escuela del sur de El Bronx hasta el 26 de marzo pasado. “Pero el deporte cambió a nuestros estudiantes de gran manera. Se creó un espíritu escolar. Bajaron las peleas y se redujo la tensión entre los diferentes grupos de estudiantes”.

Para los atletas estudiantes, la falta de sus deportes predilectos simplemente ha bajado la moral entre sus compañeros de escuela, como indica Juan Hernández, quien integraba el equipo de béisbol el año pasado.

“Antes teníamos una motivación para ir a la escuela y sacar buenas notas”, expresó. “Ahora, muchos de los muchachos con los que jugaba ya no entran a clase, toman en los baños, no les importa la escuela porque no tienen nada que los motive a seguir”.

García-Rosen y Damato aseguran que perdieron sus trabajos el 26 de marzo pasado luego de que un grupo de sus estudiantes irrumpieron la sesión en la que la canciller de educación Carmen Fariña presentaría testimonio sobre el presupuesto elaborado por el alcalde Bill De Blasio para su departamento.

“Ahora básicamente me pusieron en una oficina sin nada qué hacer más que ayudar a estos chicos a organizarse”, indicó Rosen-García, quien el año pasado presentó una queja ante la Oficina para los Derechos Civiles del Departamento de Educación federal en la que aseguraba que el Departamento de Educación de la ciudad violaba el Acta para los Derechos Civiles de 1964 por la manera en la que financiaba las actividades deportivas en las escuelas secundarias.

La canciller Fariña luego testificaría ante el Concejo que muchos de los estudiantes vienen de escuelas que se ubican junto con muchas otras que ocupan un solo edificio con instalaciones limitadas. Dijo que ya había planeado reunirse con los estudiantes, y que su departamento le insistía a las escuelas que operan en estas condiciones a crear equipos deportivos unificados para hacer mejor uso de sus espacios.

En una declaración escrita, el portavoz de la dependencia Jason Fink envió la siguiente declaración al respecto:

“Este es un asunto importante y el Departamento de Educación está trabajando para incrementar las actividades deportivas en las escuelas con la adición este año de 109 equipos con 2,000 plazas abiertas para equipos varoniles, femeniles y mixtos”,

Luego de esto, el concejo determinó que la PSAL no cumplía con proveer actividades deportivas para las escuelas pequeñas de la ciudad y por eso asignaba $825,000 del presupuesto fiscal 2015 para que se mantuviera la liga de escuelas pequeñas.

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