Súmate a la onda del compostaje

El compostaje es una medida práctica para celebrar el Día Mundial de la Tierra

composta

Puedes crear tu composta en un apartamento. Crédito: Shutterstock

Está muy bien apagar la luz un día entero (o unas horas) y marchar por las calles con consignas ambientalistas, pero hay maneras más prácticas y constantes de cuidar nuestra hermosa Tierra, ahora que su celebración mundial está a la vuelta de la esquina.

Si tener un estilo de vida más verde es importante para ti y ya te ocupas de algunas tareas básicas para cuidar el medio ambiente (reciclar PET, generar menos basura, usar menos el auto, separar desechos orgánicos e inorgánicos, etcétera, etcétera), te invitamos a iniciar un nuevo reto este 22 de abril, el Día Mundial de la Tierra: súmate a la onda del compostaje.

La composta o humus es el producto de la descomposición de residuos orgánicos como los que generas en tu casa (cáscaras de frutas y vegetales, servilletas de papel usadas, residuos del jardín, etcétera). La gran ventaja es que se trata de un fertilizante muy nutritivo para la tierra que puedes utilizar para sembrar tus propios frutos o hierbas completamente orgánicos.

Según un estudio de Consumer Reports, el 85% de los estadounidenses está preocupado por la cantidad de pesticidas que consume en sus alimentos y están dispuestos a pagar el 49% promedio más, que es lo que habitualmente cuestan los famosos orgánicos. Así que al crear tu propia composta y luego hacer tus hortalizas, además de sumarte a la onda verde, te ahorrarás unos buenos dólares.

Qué necesitas y qué mezclar

Primero aclaremos: no necesitas un gran espacio ni un envidiable jardín. Puedes hacer composta en tu breve apartamento si tienes una ventana o un balcón.  Tampoco necesitas una inversión fuerte: aunque puedes conseguir material muy especializado en las tiendas de hogar, te proponemos realizar la composta con elementos sencillos, económicos y fáciles de conseguir. Necesitas:

  • Una caja de madera (palet) o una de plástico con tapa (haz algunos orificios a la base de la caja y a la tapa con un desarmador caliente). También puedes usar baldes (también con orificios) o macetas grandes.
  • Una base para la caja o el recipiente. Por ejemplo, un palet puede quedar bien dentro de un arenero de gato; las macetas vienen con sus propios platitos.
  • Tierra de jardín. La cantidad depende del tamaño de tu contenedor de composta, pero con un balde lleno bastará.
  • Desechos de jardín como hojas secas, hierbas, flores. También se vale el papel y el cartón cortados en pequeño.
  • Desechos de cocina: fruta, vegetales, residuos de café, bolsitas usadas de té, servilletas usadas. No uses derivados ni residuos de leche o carne, comida procesada, tampoco papel higiénico, toallas femeninas ni estiércol de animales domésticos.
  • 2 libras de cal.
  • Un aspersor lleno de agua, como el que usas para humedecer tu pelo.
  • Una pala de jardinería o de juguete.
  • Una vara de madera larga.
  • Guantes de jardinería o de cocina.

Cómo hacerlo

Hay muchas maneras de hacer composta: en pila, en tubos, con estiércol de vaca o con lombrices. Puede resultar no muy práctico manejar estos materiales en un apartamento, así que vamos a trabajar sólo con la lista de arriba.

Primero, colócate los guantes. Toma la pala y esparce una capa de tierra de una pulgada de espesor en la base de tu caja o balde. Enseguida cubre con otra capa igual de desechos de jardín. La siguiente capa serán los residuos de cocina, entre más pequeños mejor, con un grosor de unas 2 pulgadas.

Cubre con otra capa de tierra y humedece bien con el aspersor. Rocía un poco de cal sobre la tierra. Si tienes residuos suficientes, puedes continuar las capas en este mismo orden hasta llenar tu caja.

Tápala y ábrela cada semana para remover los residuos y humedecer un poco. Tu material orgánico nunca debe estar mojado, sólo húmedo.

Si no tienes suficientes residuos para llenar tu recipiente, entonces debes terminar con una capa de tierra y cal, y tapar. Igualmente, abrirás cada semana para revolver las capas que ya tienes con la vara de madera y luego agregar capas de residuos, tierra y cal. Humedece y vuelve a tapar.

Coloca la caja sobre su base y ponla en tu balcón o cerca de una ventana, para que el aire y la luz ayuden a la descomposición de los materiales. En un lapso de 2 a 3 meses, el resultado a obtener de esta tarea de reciclaje debe ser una tierra negra con el aroma natural de la tierra mojada.

Qué hacer si algo no parece estar bien

Algo no anda bien en tu composta cuando:

  • Huele muy mal. Indica que hay demasiada humedad en tu composta. Agrega desechos secos de jardín: hojas, hierbas, ramas. También sirve el papel diario (de preferencia sin mucha tinta) y trozos pequeños de cartón. Voltear la mezcla será lo mejor para dejar que la humedad se seque.
  • Tiene plagas. Si encuentras hormigas, le falta humedad a tu composta; si hay moscas u otros insectos, es porque agregaste carne o lácteos. Tendrás que sacar esos residuos inadecuados y agregar trocitos de cartón.
  • Tarda mucho en descomponerse. Suele ocurrir en temporadas de frío, en cuyo casi necesitarías cubrir tu recipiente con una bolsa de plástico, además de la tapa, para conservar el calor. También puede ser que le falte humedad: riega un poco más tu mezcla y agrega más desechos de cocina.

Qué puedes hacer con la composta

Puedes utilizarla en tus macetas para las plantas de tu preferencia, venderla a tus conocidos para que la usen en su jardín o crear una pequeña hortaliza. Para esto último, sólo siembra semillas de hierbas (cilantro, hierbabuena, laurel, etcétera) o frutos pequeños (fresas, tomates) con espacios adecuados entre ellas para que puedan crecer. Bríndale los cuidados habituales y recuerda que algunas semillas son más versátiles que otras.

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