Acusa a Inmigración española de secuestrarlo

Santo Domingo

El dominicano que recibió una golpiza salvaje de agentes migratorios de España que lo subieron en un avión a la fuerza, denunció que sus agresores prácticamente lo secuestraron al salir de una prisión en donde cumplió una pena de seis meses, lo llevaron al aeropuerto contra su voluntad y lo mandaron de retorno al país en un vuelo de Air Europa, incluso sin su pasaporte.

“Esa fue un secuestro, me agarraron saliendo yo a disfrutar de mi libertad y me llevaron al aeropuerto sin pasaporte y sin nada”, dijo Daurys Sánchez Sierra en declaraciones a El Diario La Prensa.

El caso de Sánchez Sierra llamó la atención de los medios informativos luego de que agencias de prensas europeas se hicieran eco de un vídeo colgado en la red por la organización Stop Deportación, que muestra la forma en que los agentes migratorios, sobre todo una mujer, golpeaban sin compasión a una persona que clamaba indulgencia.

“Suéltame. Abusadores, ustedes son unos abusadores, me están haciendo daño en la muñeca”, se escucha gritar a una voz desesperada.

Sánchez Sierra, de 34 años de edad, explicó que llegó a Madrid en 2002 para vivir con sus padres, Francisca Sierra Cabrera y  Alcadio Sánchez Frías, quienes llevan dos décadas residiendo en España.

Desde que se difundió la noticia, el embajador dominicano en España, Aníbal de Castro, dispuso que el cónsul en Madrid Juan Cuevas investigara el hecho que calificó de “alarmante”.

Desde San Cristóbal, en la región sur de República Dominicana, Sánchez Sierra, padre de una niña de nueve años residente en el país, contó que sus padres no llegaron a verlo cuando lo sacaron de prisión y lo llevaron al aeropuerto, el pasado 11 de este mes.

De acuerdo a su versión, se dedicaba a trabajar en el área de la construcción en Madrid. Dijo que una noche, al salir de un bar, trató de orinar cerca de una furgoneta, pero unos agentes policiales lo sorprendieron y salió corriendo debido a sus documentos de estadía en esa ciudad europea estaban vencidos.

Indicó que el lo procesaron por cargo de intento de robo y llegó a un acuerdo con el juez que lo obligaba a pagar una multa de 15 euros al propietario del vehículo (“los pagué de una vez”, dice) y lo sentenció a seis meses y un día en la prisión de Alcalá Meco.

“Salí de un bar, donde me había tomado una cervezas y quería orinar. Traté de hacerlo detrás de una furgoneta y de una vez llegó la policía secreta y me gritó: ´Oye, policía`. Salí corriendo, me agarraron llegando a mi casa y dijeron  que yo quería abrir el coche, pero incluso el juez no encontró ninguna evidencia y me permitió el acuerdo.”

Sostuvo que aunque tiene arraigo familiar en España, tuvo dificultades para obtener la ciudadanía porque tomó un préstamo de 8,000 euros con una novia española para enviarlo para República Dominicana para construir una vivienda a su niña.

Acusación

“Me agarraron cinco agentes. En el avión yo estaba amarrado con una cinta cuando me estaba golpeando. Yo tenía la esposa y querían bajar del avión, pero me pusieron otra.”