Tragedia de construcción en el East Side

Una desperfecto en una grúa sega la vida de un hombre de Europa Oriental en la calle 44 de Manhattan

La caída de una grúa provocó la muerte de un obrero de la construcción este mediodía en Manhattan. El fallecido, Trevor Loftus, tenía 40 años y era originario de Europa Oriental. El hecho ocurrió alrededor de las 11:45 a.m. en el 219 East de la calle 44 entre las avenidas Segunda y Tercera.

Dos testigos dijeron que después de que se subieron los materiales al edificio, un hotel de 36 pisos en construcción, vieron que los operarios notaron que el sistema mecánico en forma de acordeón se estaba atascando.

“Con la grúa abajo, la empezaron a subir y bajar para aflojar el mecanismo, cuando al parecer la víctima se metió sin que uno de los que manejaba el control remoto se diera cuenta. Entonces, la máquina se cayó del todo”, dijo el ecuatoriano Miguel Sarmiento (33), quien trabaja de un estacionamiento frente del  edificio.

Miguel y su compañero de trabajo y compatriota Hugo Paucar (34) vieron que un aceite relacionado con el sistema hidráulico se empezó a regar alrededor. “Parece que la muerte fue instantánea porque no oímos nada. Sólo los gritos de desesperación de sus compañeros. Al romperse algún cable, el sistema dejó de funcionar”, dijeron.

Según los testigos, los bomberos llegaron entre diez y cinco minutos después y lograron abrir el mecanismo de la grúa. La compañía encargada de la grúa es Kenry Contracting Inc., radicada en Yonkers.

El jefe del batallón de bomberos declaró en rueda de prensa que al parecer la muerte fue instantánea. Confirmó que el fallecido intentó arreglar el problema hidráulico y la máquina cayó sobre su cuerpo. “Todas las oficinas de la ciudad: NYPD, NYFD, la oficina forense y la oficina de salud ocupacional, OSHA, están investigando el asunto que no tuvo que ver con el edificio en construcción. Esperamos el reporte adecuado”, dijo.

El representante del sindicato de los carpinteros, Jerry Matthews, criticó a la constructora tras acudir al lugar del accidente. “Nosotros supervisamos estos sitios. La constructora ha enfrentado millonarias demandas por las violaciones en Nueva York. En la actualidad maneja veinte proyectos y no contrata a obreros sindicalizados. Ellos cargan lo que más pueden a expensas de la seguridad”, dijo Matthews.

Richard Guillén (50) un boliviano que trabaja desde hace ocho meses en el aledaño parqueadero GGMC, al principio no se percató de lo que ocurría porque “los gritos eran rutinarios en esa construcción, pero luego oímos las ambulancias y pensamos que la cosa era seria”.

El concejal Daniel Garodnick, representante del cuarto distrito de Manhattan, acudió de inmediato al lugar de los hechos, pero no habló con la prensa.

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