Cinco de Mayo, referente de unidad para el fragmentado México

Hoy se cumplen 153 años de la inesperada victoria bélica mexicana sobre las tropas francesas

Festejos del 5 de Mayo.

Festejos del 5 de Mayo. Crédito: Getty

A pesar del siglo y medio transcurrido, la victoria del Ejército mexicano en la Batalla del Cinco de Mayo sobre el imperio francés en Puebla es para algunos historiadores un espejo en el que debe mirarse el México actual, al que ven casi tan fragmentado y convulso como el de entonces.

Hoy se cumplen 153 años de la inesperada victoria bélica mexicana, estudiada por especialistas de todo el mundo por su desarrollo y lo que representó para el curso de la historia americana, afirmó a Efe el escritor poblano Pedro Ángel Palou, uno de los mayores estudiosos del tema.

“No solo fue un triunfo militar ante el mejor Ejército del mundo, que en aquel momento era Francia; fue también un triunfo moral y psicológico sumamente importante”, explicó el historiador de 82 años.

Palou recordó que en 1862, año de la batalla, en México había “diez o quince millones de habitantes” y en la actualidad hay cien millones más, aunque advirtió sobre los paralelismos entre aquel escenario y el actual.

“Volvemos a ver una división, no solo geográfica, sino política y económica, que es grave”, sobre todo entre el norte y el sur del país, porque “hay cincuenta millones de mexicanos en la pobreza y diez millones de jóvenes que no tienen oportunidad de trabajo, peor aún, de estudiar”, detalló.

NOTICIAS DE MÉXICO

“¿Qué es lo que va a pasar si no remediamos estas carencias? Puede haber un México mucho más convulso del que estamos viviendo en este momento”, alertó el autor del libro “5 de mayo de 1862”, que cuenta con una edición trilingüe (español, inglés y francés).

La elección de esos idiomas no es casual. El origen de aquella batalla es la triple alianza sellada por España, Inglaterra y Francia para exigir a México con sus tropas desde Veracruz el pago de su elevada deuda externa, que los galos rompieron cuando sus socios dieron a los mexicanos dos años más para pagar su crédito.

A las órdenes de Napoleón III, el general francés Charles Ferdinand Latrille, el conde de Lorencez, lanzó el ataque a Puebla en su camino a la capital mexicana, donde esperaba tomar el poder.

Francia tardaría en conseguirlo un año, cuando impuso al emperador Maximiliano de Habsburgo, por el fracaso bélico del Cinco de Mayo, inesperado por la “precariedad” de las tropas mexicanas.

“No sabían disparar, ni hubo tiempo de conocer las armas, las tiraron, y ¿cómo ganamos en parte? con piedras, a pedradas”, relata Palou, socarrón al narrar la sorpresa que se llevó el Conde de Lorencez.

“El día antes dijo ‘mañana a las doce me van a florear las poblanas’, Y sí encontraron flores, pero de plomo y de patriotismo”, cuenta entre risas.

El caos político y social de aquel México, que en los primeros 34 años de vida independiente -de 1821 a 1855- padeció 43 cambios de Gobierno y modificó cuatro veces la Constitución, acababa de tener un grave costo para el país con la pérdida de la mitad del territorio a manos de EEUU en 1848.

Por eso el triunfo de Puebla fue celebrado como “una segunda independencia” para México, y tuvo eco también en los estados que acababan de integrarse a Estados Unidos, donde “la noticia llegó 15 días después del triunfo y lo celebraron con fiestas”, dijo a Efe el arqueólogo Eduardo Merlo.

“El mensaje llegó a Washington, a (Abraham) Lincoln”, que “se alegró mucho de que un pueblo pobre hubiera vencido a un pueblo poderoso”, agregó.

Según Merlo, Lincoln usó esa narrativa “para arengar al ejército del norte frente al poderoso ejército del sur” de EEUU en la Guerra de Secesión (1861-1865) en la que estaba enfrascado.

El especialista recuerda que el gran error de Francia en Puebla fue caer en la trampa tendida por el general mexicano Ignacio Zaragoza, que los forzó a atacar “un cerro (donde estaban las fortalezas de Loreto y Guadalupe) y no la ciudad”.

Para Merlo, el México actual está “en una situación muy parecida” a la que antecedió aquel triunfo militar, pues es “un país muy dividido, con un Gobierno no muy fuerte”, pero ahora no existe ese enemigo externo que unió al pueblo, sino otros más oscuros y volátiles como la corrupción o el narcotráfico.

“No lo tenemos (el enemigo externo) y ahora es más grave, falta ese aliciente que nos unió en aquel tiempo”, pero “si lo hubiera, cada región dejaría que la otra cayera en manos del invasor”, se lamentó.

En esta nota

México
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain