Nada de malos olores en casa

Antes de que lleguen los calores verdaderos, conoce algunas maneras naturales de aromatizar tu casa

aromatizante natural

Algunos aromas son difíciles de aguantar. Crédito: Shutterstock

Antes de que lleguen esos días de verano, cuando el verdadero calor se presenta (ya tenemos predicciones de que será uno caluroso y seco, más de lo habitual), hablemos de un pequeño problema que es fácil de resolver con ayuda de la naturaleza: los malos olores en casa.

Es posible que, luego de un arduo día de trabajo, al llegar a casa y antes de soltar tu bolsa en el sillón, percibas un aroma poco agradable que no sepas bien de dónde viene. Así que tu primera tarea será identificar la fuente de ese aroma extraño. Con el calor acechando todo el día, es común que los desechos se descompongan más rápidamente, que el drenaje haga de las suyas o que incluso los aromas de nuestro cuerpo (el sudor, el humor) impregnen la ropa de cama o nuestras prendas.

Afina tu nariz y recorre tu casa en busca de esos aromas que no te gustan. Comienza por la cocina (el refrigerador, los botes de basura, la alacena), sigue con el baño (el drenaje, el escusado) y las habitaciones (sábanas, zapatos, ropa de ejercicio)…  ¿De dónde viene el molesto olor?

Una vez que identificaste de dónde sale el mal olor, vamos a poner manos a la obra. Nada de rociar aromatizantes químicos que provocan o empeoran las alergias, o dañan a tus plantas o animales. Vamos a buscar opciones naturales que no sean nocivas, pero sí muy efectivas.

  • Olores en el refrigerador: No tires las cáscaras de limón que has exprimido al cocinar. Colócalas en un platito al fondo de la nevera. O también puedes colocar una caja de bicarbonato de sodio abierta en un rincón del refrigerador. Tanto el limón como el bicarbonato absorben los olores.
  • Botes de basura: Especialmente en los contenedores de desechos orgánicos, puedes rociar un buen puño de bicarbonato de sodio en el fondo. Así, aunque el calor haga de las suyas con este tipo de basura, no despedirá malos olores. Cada vez que vacíes el contenedor, tira el bicarbonato usado y lava el bote como acostumbras.
  • Drenajes: Ya sea en la cocina o el baño, si notas algún mal olor de las coladeras, vacía media taza de bicarbonato y luego medio litro de agua caliente con un chorrito de vinagre. Además de limpiar las tuberías, neutralizará los aromas. Puedes usar, incluso, el bicarbonato que tenías puesto en el refrigerador. Este mismo truco funciona en el triturador de alimentos.
  • Toilet: Diluye una taza de vinagre blanco destilado en media taza de agua y vacíala en el retrete. Deja actuar toda la noche. Al día siguiente restrega con el cepillo para el inodoro y tira del flush. Los malos olores se habrán ido y no habrás llenado tu baño de químicos desconocidos.
  • Sábanas y ropa de ejercicio: Si eres de las que se levantan con las sábanas pegadas al cuerpo luego de una noche calurosa, sabrás que el aroma a sudor se impregna en las fibras de la tela. Para desprender esos aromas más fácilmente, al lavar tus sábanas agrega media taza de bicarbonato directamente en la lavadora durante el ciclo de enjuague. Al doblar tus sábanas notarás la diferencia. Lo mismo puedes hacer con la ropa que usas para hacer ejercicio, porque en época de calor, solemos sudar bastante más, especialmente si nos ejercitamos al aire libre para aprovechar el estupendo sol.
  • Zapatos: Obviamente, si tu cuerpo suda, tus pies también, lo cual no es nada vergonzoso ni extraño. El problema es cuando el sudor provoca mal olor en los zapatos, al punto que te daría pena quitártelos si no es en privado. Cuando notes ese aroma desagradable en ellos, sólo pon un puño de bicarbonato en un pedazo de tela de algodón (puedes cortar un par de cuadros de una t-shirt vieja), amarra para hacer un atadito y mételo en un zapato. Debes hacer dos ataditos por cada par de zapatos que lo necesite. Deja el bicarbonato dentro de los zapatos toda la noche.

Aromatizante casero

aromatizante casero

Claro que puedes aromatizar tu casa en cualquier momento y bajo cualquier circunstancia, no sólo porque hay algún olor que no te gusta o porque tendrás visitas. Quizá quieras recibir a tu pareja o a tu familia en un ambiente armonioso que huela rico, confortable y natural. Quizá sólo quieras disfrutar de tu hogar.

Para evitar comprar esos aromatizantes en aerosol o recurrir de nuevo a las velas, rebana una naranja y colócala en un frasco de boca ancha. Luego agrega media cucharada de pimienta, dos ramas de canela, una cucharada de anís en forma de estrella y una pizca de clavo molido. Llena tu frasco con agua y caliéntalo con una vela. El calor será lo que haga explotar la mezcla de aromas, pero también hará que el agua se evapore. Conforme el nivel del agua baje, puedes ir agregando más agua.

Otra mezcla que puedes probar es colocar dos limones rebanados, tres ramitas de romero y una cucharadita de vainilla (sí, de la que se usa en la cocina). Calienta igual.

En realidad puedes probar la mezcla de hierbas y esencias que prefieras (te recomiendo vainilla, menta o almendra), pero usa como base los cítricos (naranja y limón), porque son muy generosos con su aroma. Una gran ventaja de estos aromatizantes caseros es que puedes guardarlos en el refrigerador y llenarlos de agua tres o cuatro veces más para volver a disfrutarlos.

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