La alcaldesa vs. los taxis amarillos
“Quería que el taxi me llevara a un hotel del Bronx y me dijo que ellos no iban a ese condado”. Ese fue lo que dijo que le ocurrió a la alcaldesa de San Juan, Puerto Rico, Carmen Yulín, en su reciente visita a la Gran Manzana.
Explicó además que la presidenta del Concejo de Nueva York, Melissa Mark-Viverito, le había exhortado a que se quedara en El Bronx para promover el turismo en la zona, y que la decisión del taxista de no llevarla fue desafortunada.
Lo que le ocurrió a Yulín fue titular en los principales medios de Nueva York y de Puerto Rico. Y entre otras cosas quiso mostrar que los taxistas no quieren colaborar con el desarrollo del condado de la salsa.
Eso pasa con frecuencia, pero no creo que el taxista lo quisiera hacer porque no quería promocionar El Bronx. En algunas ocasiones los taxistas no desean llevarle a uno a su destino deseado por muchas razones, incluyendo las personales. No debería de ser la norma, pero pasa y mucho.
No es que siempre defienda a los taxis amarillos, ya que en varias ocasiones he tenido mis encontronazos, es que no me parece justo que la Sra. Alcaldesa, con tantas cosas importantes que hay para mostrar, se enfoque en un incidente que no beneficia ni a los taxistas ni al condado de El Bronx.
Sra. Alcaldesa: la próxima vez solo preocúpese de su jurisdicción y en tratar de lograr hacer un titular que beneficie a su pueblo y, si puede, también a El Bronx.