Gleason’s Gym: Historia de mitos y leyendas escrita a las trompadas

Dice Bruce Silverglade: «Cuando llegamos aquí hace 20 años este no era un lindo vecindario como ahora que es pudiente, entonces la gente no quería venir a entrenar aquí»

Gleason Gym cuenta una gran historia  entre leyendas del boxeo en la Gran Manzana.

Gleason Gym cuenta una gran historia entre leyendas del boxeo en la Gran Manzana. Crédito: MARIELA LOMBARD | EL DIARIO, NY

El Gleason’s Gym es sinónimo de boxeo. En 78 años de vida, el gimnasio de Nueva York se ha convertido en un pináculo de excelencia del deporte.
Sus paredes han sido testigo mudo del trabajo de más de un centenar de campeones mundiales. Unos forjados en los tres locales que ha usado en estas décadas, y otros que lo han convertido en su segunda casa.
Jake LaMotta, Muhammad Ali, Roberto Durán, Wilfred Benítez, Julio César Chávez, Mike Tyson, entre otros monarcas mundiales, visitaron el Gleason’s a fin de ponerse a punto para sus batallas.
Miguel Ángel Cotto afinó en Gleason’s detalles de su preparación, para su pelea del sábado ante el australiano Daniel Geale, en el cercano Barclays Center.
“Hemos tenido 132 campeones mundiales de boxeo”, manifestó Bruce Silverglade, el actual propietario.
Fundado en 1937 por el boxeador italiano Peter Robert Gagliardi —que cambió su nombre a Bobby Gleason para tener acogida entre los irlandeses — el gimnasio ha tenido como hogar tres condados neoyorquinos: El Bronx, Manhattan y Brooklyn.
Abrió en el 434 de Westchester Avenue, cerca de la Calle 149 y Tercera Avenida, en el “Condado de la Salsa”, aunque entonces la población era mayormente irlandesa y alemana.
De allí surgieron campeones mundiales como Jake “The Bronx Bull” LaMotta, el boricua Carlos Ortiz y Benny “Kid” Paret, quien murió en el cuadrilátero en 1962.
Allí también se entrenó Ali, cuando todavía se llamaba Cassius Marcellus Clay Jr., para enfrentar a Sonny Liston el 25 de febrero de 1964.
Cerca del Garden
En 1974, luego de 37 años en El Bronx, el gimnasio se mudó a Manhattan, 252 Oeste de la Calle 30, cerca del Madison Square Garden.
El éxito del gimnasio iba en aumento. El Gleason’s era punto obligado de entrenamiento de los mejores púgiles locales como de otras partes del orbe.
El ídolo panameño “Mano de Piedra” Durán conquistó tres cetros mundiales entrenando en el Gleason’s y bajo la mirada de Ray Arcel y Freddy Brown.
Los boricuas Wilfred Benítez, Héctor “Macho” Camacho y Edwin “Chapo” Rosario; los mexicanos José “Pipino” Cuevas y Julio César Chávez fueron algunos latinos que conviertieron al Gleason’s en su sitio de preparación.
Larry Holmes, Michael Spinks, Thomas Hearns, entre otros campeones, entrenaron en el Gleason’s aunque su base operaciones estaba en otro lugar.
“Mi boxeador favorito era Roberto Durán”, dijo Silverglade. Se cuenta que hubo ocasiones en que se tuvo que cerrar la calle 30 cuando el campeón panameño entrenaba en Manhattan. Era tal su popularidad que los aficionados llenaban el gimnasio para verlo entrenar.
Doble cambio
En febrero de 1981, el Gleason’s fue vendido al empresario Ira Becker; dos años después, Silverglade entra en escena como copropietario; hoy es el único dueño del laureado gimnasio.
En 1984, cuando el edificio en la Calle 30 se convirtió en co-op, el Gleason’s se vio forzado a buscar otro lugar. El nuevo destino era Brooklyn, un edificio de bodegas localizado en el 77 de la Calle Front, literalmente debajo del Brooklyn Bridge, donde aún continúa.
“Cuando llegamos aquí, hace 20 años, éste no era un lindo vecindario como es ahora”, dijo Silverglade. “Mucha gente no quería venir a entrenar aquí… pero hoy Dumbo es una de las áreas más pudientes, así que hemos sido bastante afortunados”.
Silverglade indicó que en un día cualquiera, era común ver entrenando a campeones como Tyson, Juan LaPorte, Héctor “Macho” Camacho, Arturo Gatti, Agapito Sánchez, Zab Judah o Shane Mosley, confundidos con contendientes como Alex Stewart o Oleg Maskaev, entre otros.
Larga es la lista de campeones mundiales, de todas las divisiones, que se han entrenado en el Gleason’s. Silverglade indicó que son 132.
Nueva York se convirtió en la “Meca del Boxeo” gracias, en gran parte, al éxito del Gleason’s.

La administración  del Gimnasio Gleason's garantiza una gran armonía entre los visitantes y clientes.
La administración del Gimnasio Gleason’s garantiza una gran armonía entre los visitantes y clientes.

Gimnasio para todos
Hoy en día, el gimnasio no es exclusividad de los profesionales. Allí se entrenan jóvenes de ambos sexos, que sueñan con coronarse campeones o simplemente practican para mantenerse en forma.
Silverglade considera que ahora llegan a su gimnasio menos peleadores “porque el boxeo ya no prevalece en la ciudad de Nueva York como en el pasado”.
“Hemos tenido la suerte de substituir a los boxeadores profesionales y amateur con hombres de negocios y mujeres”, señaló. “La popularidad del boxeo, como un medio para mantenerse en forma, ha permitido que el Gleason’s sobreviva a todos los otros gimnasios”.
No obstante, dijo que el Gleason’s se mantiene muy activo. “Actualmente tenemos dos campeones mundiales”, indicó Silverglade. “Pero el 70% de mis clientes son hombres de negocios, así como mujeres y niños, quienes se entrenan aquí exactamente como los boxeadores; reciben preparación física y mental, y se alistan para pelear o para la vida”.
“Gleason’s es más que boxeo”, dice Silverglade, destacando que le satisface el programa de desarrollo de los menores en el gimnasio, completamente gratuito.
“Niños que vienen de los proyectos de vivienda pública o de situaciones difíciles y a través del boxeo se han convertido en muy buenas personas, no necesariamente campeones mundiales, pero si en buenos ciudadanos”, destacó.
Dijo que en el gimnasio todos son iguales; no hay diferencia entre ricos y pobres, tampoco cuenta la raza, religión o nacionalidad; el más joven tiene seis años y el más veterano, 83; hay gente desempleada, presidentes de compañías, ejecutivos de Wall Street que ganan millones de dólares; niños que viven en vivienda pública.
“Pero cuando están aquí todo el mundo es un caballero o una dama”, destacó. “No tenemos quejas, no tenemos problemas, todo el mundo aquí está por una causa común: disfrutar del boxeo, aprender del deporte”.
Ni siquiera Mike Tyson, cuando llega a entrenarse en el Gleason’s está encima de otros clientes. “Si alguien está usando el equipo donde él quiere entrenarse, espera su turno”, dijo Silverglade.
Parte del éxito del Gleason’s son los entrenadores de boxeo con los que ha contado a lo largo de su historia. Entre los más destacados hoy en día se encuentran el panameño Héctor Roca, y los estadounidenses Bob Jackson y Tommie Gallagher.
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En esta época más de un 70% de los clientes del Gleason's Gym no son boxeadores.
En esta época más de un 70% de los clientes del Gleason’s Gym no son boxeadores.

Mike Tyson  vuelve a su origen
Mike Tyson sabe lo que toma llegar a la cima del éxito, y también lo que significa tocar fondo. Ahora en el retiro tras una carrera exitosa y controversial, el nativo de Brooklyn ha unido fuerzas con el Gleason’s Gym en busca de talento para su compañía promotora Iron Mike Productions (IMP),
Cus D’Amato fue su manager y entrenador y se convirtió en su tutor legal.
Tyson ganó el título del CMB al noquear al canadiense Trevor Berbick en el segundo asalto del combate disputado en Las Vegas el 22 de noviembre de 1986, convirtiéndose en el monarca de los pesos completos más joven de la historia, cuando tenía 20 años, Tras seis exitosas defensas de los títulos, todas por la vía rápida, en 1990 Tyson perdió los cetros y el invicto al ser noqueado por James “Buster” Douglas en Tokio.
Luego vinieron cuatro victorias, pero su carrera fue frenada al ser arrestado en julio de 1991, acusado de violación a una reina de belleza en un hotel de Indianapolis. Fue convicto en febrero de 1992 y purgó tres años.
Volvió al boxeo y reconquistó los títulos CMB y AMB ante Frank Bruno y Bruce Seldon, en marzo y septiembre de 1996, en su orden.
Dos meses después perdió el título AMB al ser noqueado por Evander Holyfield en el 11 round. En la revancha del 28 de junio de 1997, llegó la infame mordida de oreja; fue descalificado al final del tercer asalto y Holyfield retuvo el cetro.
Luego de seis combates, en junio de 2008, fracasó en su intento de arrebatar a Lennox Lewis los cetros CMB, FIB y de la OIB y fue noqueado en el octavo.
En 2005, luego de dos derrotas consecutivas, “Iron” Mike optó por el retiro, con marca de 50-6, 44 KOs.

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