Obama defiende nuevo reglamento laboral en Wisconsin y tira dardos a republicanos

Reglamento afronta el rechazo general del empresariado  

Washington.- Al acusar a los republicanos de tener “malas ideas”, el presidente Barack Obama promovió este jueves su plan económico para la clase media y defendió un nuevo reglamento que permitirá el pago de horas extra a unos cinco millones de trabajadores adicionales a partir de 2016.
“Este es un asunto de justicia básica: si trabajas más horas, si trabajas más duro, deberías recibir pago por ello“, dijo Obama durante un discurso en el gimnasio de la Universidad de Wisconsin en La Crosse (Wisconsin) que, a juzgar por el entusiasmo y las ovaciones del público, parecía más un acto electoral.
Sobre los republicanos, que han intentado frenar buena parte de su agenda desde que llegó a la Casa Blanca en 2009, Obama dijo que éstos “son buenas personas” pero “sus ideas son malas”.
Obama puso como ejemplo la oposición republicana a la reforma de salud de 2010 y a un aumento al salario mínimo, y su insistencia en eliminar los impuestos al capital de los más ricos y recortar fondos a la educación.
Frente a un letrero azul que destacaba una “economía para la clase media”, Obama celebró los acontecimientos de las últimas dos semanas que han favorecido su agenda política, aunque reconoció que queda mucho por hacer para aumentar los salarios en el país.
El discurso de Obama tuvo una fuerte dosis política, en unos momentos en que la economía se perfila como uno de los temas dominantes de la contienda presidencial en 2016.
El nuevo reglamento de Obama aumenta el techo salarial para el pago de horas extra para trabajadores asalariados, del límite actual de $23,660 a $50,440 anuales a partir de 2016.
Obama fue recibido en Wisconsin por el gobernador republicano y posible precandidato presidencial, Scott Walker, quien desde 2011 ha montado batallas contra los sindicatos en el estado.
En general, los grupos empresariales rechazan el nuevo reglamento por considerar que éste aumentará los costos laborales y obligará a muchas empresas a reducir horas y salarios, o frenar la creación de empleos.
Como ha sucedido con otras medidas anunciadas por Obama, los observadores no descartan la posibilidad de demandas para frenar el reglamento, pese a que el Departamento del Trabajo tiene autoridad para implementarlo.
En declaraciones a los periodistas el martes pasado, el secretario del Trabajo, Thomas Pérez, destacó la urgencia de adoptar el reglamento, que no ha tenido cambios significativos “en más de 40 años”, para mejorar la condición económica de los trabajadores.
Cuando el reglamento que establece el techo salarial para el pago de horas extra se instituyó en la década de 1970, dos terceras partes de los trabajadores asalariados recibían ese beneficio, pero ahora sólo uno de cada diez empleados en esa categoría lo reciben, según Pérez.
Los sindicatos, molestos por el respaldo de Obama a medidas comerciales que, a su juicio, perjudicarán a los trabajadores en EEUU, en este caso han dado todo su respaldo al nuevo reglamento.
La Casa Blanca insiste en que los cerca de cinco millones de trabajadores beneficiados adicionales obtendrán un cheque “más justo” y eso muestra cómo, en la lucha por el bienestar de la clase media, la Administración y los sindicatos están del mismo bando.

En esta nota

Economía Obama republicanos Wisconsin
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain