Grecia se aferra al euro

La UE espera hoy mismo una propuesta para extender la ayuda al país pero el Banco Central cierra parcialmente la liquidez del país

La Casa Blanca quiere que Europa busque un compromiso, permita a Grecia mantenerse en la zona euro y en un camino de crecimiento y sostenibilidad de su deuda. Grecia puede convertirse en el talón de Aquiles del euro, la parte más débil de un club, y eso intranquiliza en todas las esquinas de un planeta globalizado que ya ha lidiado con muchas crisis en lo que va de siglo.

La recomendación estadounidense llegó un día antes de la crucial reunión que esta noche mantendrán en Bruselas los líderes de la zona euro para determinar el camino a seguir tras el referendum en el que los griegos rechazaron, por amplio margen, las nuevas y duras condiciones de austeridad exigidas para conseguir un tercer rescate. Antes de esa cumbre extraordinaria, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, preparaba a contrarreloj una nueva propuesta para los socios y esta vez sin su carismático ministro Yanis Varoufakis, que dimitió a primeras horas del lunes para facilitar las negociaciones.

Euclid Tsakalotos, un hombre de distinto estilo, menos abrasivo que el de Varoufakis, pero similares ideas tomó su lugar. La oposición griega se ha unido a Tsipras para dar una imagen de frente común para aferrarse al euro.

Antes de esta reunión, los responsables políticos de Alemania y Francia, Angela Merkel y Francois Hollande, dijeron tras una reunión convocada el domingo que dejaban la puerta del euro abierta a un acuerdo equilibrado y solidario. Ambos mandatarios dijeron que Grecia tiene que hacer una propuesta precisa. E inmediatamente. Merkel, más impaciente y con menos margen para la negociación, dijo que esperaba la propuesta de Tsipras hoy mismo para luego recordar que la última oferta que se hizo al país, y se encontró con el contundente rechazo del Gobierno y en las urnas, era muy generosa.

Desde el FMI, se tendió también la mano y a pesar de que el país está ya en cesación de pagos con el Fondo se anunció que habría ayuda si es necesario.

La solvencia de Grecia, no obstante, tiene cada vez las horas más contadas pese a que los controles de capitales se han extendido hasta el miércoles y los bancos vuelven a estar cerrados. La línea de asistencia de liquidez del Banco Central Europeo con la que han estado trabajando los bancos griegos se ha mantenido con el actual techo y se han impuesto más condiciones en los avales de los bancos que la reciben. Es algo que puede drenar de fondos los bancos en apenas días y dejar secos los ATM. Sebastian Mallaby, experto del Council of Foreign Relations, afirma que el BCE no ha querido tomar una decisión política antes de que lo hagan hoy los líderes de los países y por eso ha mantenido la ayuda aunque con restricciones. “Ellos no quieren ser los que echen a Grecia del euro”.

Relativa calma en los mercados

Con la excepción del petróleo que cayó ayer un 8% los mercados dieron ayer muestras de relativa calma ante la crisis griega y del euro. Ken Rogoff, ex economista jefe del FMI, dijo ayer en una conferencia en el Council of Foreign Relations en Nueva York que la ausencia de pánico incluso en la cotización del euro limita el poder de Tsipras ya que la amenaza de la salida del euro no se percibe como una debacle como fue la caída de Lehman Brothers. “No hay riesgo sistémico”, dijo con optimismo. Los inversionistas, tiene más puesta la vista en China donde se está intentando controlar la desastibilización de sus mercados.

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