Plan buscará resolver el problema de los desamparados violentos

Entregará tratamiento psicológico especialmente enfocado a sujetos que pueden ser un riesgo para la ciudad.

Nueva York- Pasó a fines de abril: la española Ana Isabel Charle, de 36 años, salía de su trabajo en un hogar de desamparados en El Bronx, cuando un ex residente la acorraló, le obligó a meterse a su auto y le disparó tres veces. El hombre, West Spruill, gritaría en la corte días después “¡Objeción!”, interrumpiendo una y otra vez violentamente al juez, mientras se le presentaban sus cargos de asesinato. Su abogado debió solicitar asistencia médica y que se le mantuviera separado de otros reos.

Haciendo referencia al caso de Charle y a otros actos violentos, el alcalde Bill de Blasio y su esposa Chirlane McCray presentaron ayer un plan que buscará identificar a los desamparados con problemas mentales, que puedan ser altamente peligrosos para la ciudadanía. “Con el plan NYC Safe, la Ciudad podrá responder de manera más rápida y apropiada para prevenir la violencia”, dijo De Blasio.

Muchas de estas personas, potencialmente peligrosas, ya están identificadas. El Departamento de Policía indicó que serían “unos cientos de individuos” los que cumplen con esas condiciones de vivir en la calle y presentar problemas de salud mental.
Entre otras medidas, se creará una central para coordinar el manejo de estos casos, hacer un seguimiento e identificar qué tipos de tratamiento podrían recibir. A su vez, habrá cinco equipos móviles con médicos, que podrán responder en el momento para evaluar de mejor forma a cada persona. La Ciudad también dedicará recursos especiales de seguridad en las zonas que rodean a los albergues.
“Demasiados han perdido sus vidas debido a enfermedades mentales sin tratamiento en Nueva York”, dijo De Blasio.
“La mayoría de las personas que sufren de enfermedades mentales no son violentas”, aclaró la primera dama de la ciudad, impulsora de la iniciativa. “Enfermedades mentales serias y sin tratamiento llevan a comportamientos violentos en muy bajos porcentajes. No es aceptable que las personas que sufren esta condición, no estén recibiendo el tratamiento correspondiente”.
El plan de la Alcaldía implicará una inversión de $22 millones, de los cuales alrededor de $8 millones serán utilizados para pagar los gastos de trabajadores sociales y agentes de policía dedicados a estas labores de identificación y tratamiento de personas sin casa con problemas de salud mental.
Además, se entrenará a 5,000 agentes de policía para tener un manejo adecuado de estas situaciones y saber colaborar con el Departamento de Servicios a Desamparados y con el Departamento de Salud e Higiene Mental.

Mientras tanto, la Coalición por los Desamparados valoró la medida, pero también pidió ir más allá. “El alcalde claramente reconoce la magnitud de la crisis de desamparados e invertir en intervenciones profesionales en las calles es un primer paso fundamental”, dijo Mary Brosnahan, presidenta de la organización. “Sin embargo, sólo veremos una historia exitosa si se comprometen recursos permanentes en vivienda para aumentar la eficacia de estos equipos”.  Al ser preguntada al respecto, la primera dama explicó que se presentará un programa de salud mental más completo en otoño, el cual incluiría componentes de vivienda de apoyo para este tipo de casos.

El tema de los desamparados ha generado numerosas críticas a la administración de De Blasio. De acuerdo a una encuesta de la Universidad Quinnipiac, un 53% de los  residentes creen que el alcalde no ha manejado la situación de una manera eficiente.

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La respuesta de la policía a estos casos

Cada vez que se encuentran en una situación donde hay un desamparado actuando de forma irracional o violenta, la policía debe actuar caso a caso. Si hay un delito, el sujeto es tratado de la misma manera que en cualquier otro crimen. Sin embargo, muchas veces esto no es tan claro. En ocasiones, los individuos pueden amenazar su vida o la de otros; en otras, simplemente pueden estar actuando erráticamente. “Primero, tratamos de hablar con ellos, para ver si están dispuestos a ir al hospital de manera voluntaria”, explica una fuente policial. “A veces, se le deben poner esposas o tratar de contenerlos”. Este proceso puede desde minutos a horas.

La policía ya cuenta con unidades de servicio de emergencias y con un equipo especial que busca y apoya a los desamparados. Lo que el plan NYC Safe permitirá es una coordinación mejor con otras unidades -servicios de salud, por ejemplo- para mantener un registro de casos y establecer estrategias y tratamientos de acuerdo a cada persona. Los policías, además, recibirán entrenamiento especial y podrán ser apoyados por uno de los cinco equipos móviles con profesionales de la salud creados especialmente para estos casos.

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¿Ha aumentado el número de desamparados?

A pesar de que ha habido numerosas historias sobre más presencia de desamparados en las calles, es difícil saber los números exactos. “Es muy difícil contarlos”, explica la analista Gabriela Sandoval, de la Coalición por los Desamparados. Lo que sí se sabe es que han aumentado las personas en el sistema de refugios. “En el verano la gente tiende a estar más en la calle, pero en esta ocasión el sistema ha colapsado, porque no hay suficientes camas”.

Los últimos números de la ciudad hablan de 56,000 personas, aunque en la Coalición por los Desamparados creen que este número puede llegar a los 58,000. De ellos, de acuerdo a la misma organización, el 31% son hispanos. Aunque no hay muchos datos sobre su salud mental, un estudio de la década pasada reveló que casi el 80% de sus hospitalizaciones son por abuso de drogas, alcohol o enfermedades mentales.

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