¿Padeces de anuptafobia?

¿Cumples más de 30 años y no tienes una relación amorosa estable? ¿Te preocupa la situación y estás en una búsqueda casi obsesiva de un compañero de vida? ¿Las relaciones que entablas tan sólo duran unos meses o un par de años? ¿Te metes en una relación sentimental sóo por no estar sola,  a pesar de saber que no te conviene y no te sientes feliz?

Si estas preguntas reflejan tu situación quiere decir que perteneces al grupo de las personas que padecen de anuptafobia o del miedo a la soltería.

Clara (quien prefirió dejar su apellido en el anonimato) es una de esas mujeres que padece este mal y en la actualidad se encuentra con ayuda profesional para tratar de ponerle fin a su afección sentimental y emocional.

“He pasado de una relación a otra por el miedo a no estar sola. Ya ni me acuerdo cuántas he tenido, pero han sido muchas”, dice la residente de Burbank, California, de origen colombiano, con más de 40 años de edad. “Es algo que uno empieza a sentir [al entrar en la década de los 30], al ver que las amigas se van casando y una sigue sola, sin encontrar a ese compañero de vida que ha idealizado”.

A la psicóloga Anabel Castrezana, vinculada a Kaiser Permanente, la condición emocional que experimenta Clara le es muy familiar. La trata con frecuencia en su práctica.

¿Anupta qué…?

“La anuptafobia es un temor exagerado y hasta obsesivo de sentirse sola y no llegar nunca a encontrar a una persona amada que será nuestra pareja para la vida. Es el miedo a la soledad, pero no a estar sola sino a no tener a una persona con quien compartir la vida”, explica Castrezana.

Más mujeres que hombres padecen de este síndrome emocional debido a factores de género, presión social y cultural.

“Entre los 30 o 35 años, cuando el reloj biológico empieza a decirte que se está pasando el tiempo para concebir y ser madre, muchas mujeres entran en el afán de conseguir una pareja pronto, y me ha tocado ver a muchas en mi consultorio muy deprimidas porque sienten que el mundo se acabó para ellas, que hicieron todo por su carrera profesional y no han establecido una relación amorosa, una familia, y entonces se meten en cualquier tipo de relación por no estar solas”, especifica Castrezana.

La presión social también contribuye a la gran incidencia de este tipo de fobia en las féminas: “La sociedad siempre le está diciendo a la mujer desde niña que debe casarse a cierta edad, que debe ser mamá”, dice la psicóloga Ana Nogales, con práctica en los condados de Los Ángeles y Orange. “Y esto se da con mucha más presión en la cultura latina”.

Por el aspecto cultural, las hispanas tienden a dejarse influenciar por un bombardeo de preguntas que empieza a partir de los 25 años, cuando familiares y amigos ven que no tienen novio o compañero que prometa casamiento.

“Entonces, ante las preguntas de ¿y cuándo te vas a casar?, ¿por qué no te gusta éste o aquel?, ¿te vas a quedar solterona?, muchas mujeres empiezan a involucrarse en relaciones amorosas con las personas menos adecuadas, por temor a quedarse solas”, explica la doctora Nogales.

Características de la persona afectada

La mayoría de las mujeres que padecen este tipo de fobia tienden a ser personas con una baja autoestima y no tienen un modelo de matrimonio estable por haber crecido en un hogar disfuncional, afectado por el divorcio o la violencia doméstica verbal o física, explica Castrezana.

Por lo mismo, tienden a ser personas codependientes que depositan su felicidad en hacer feliz a toda costa a su pareja, a pesar de encontrarse dentro de una relación tormentosa.

Los síntomas

Castrezana explica que entre los síntomas está el sentimiento de soledad y la depresión que se pueden presentar ante la misma angustia de sentirse solas; planear actividades de forma sistemática para provocar encuentros y unirse a grupos con el solo propósito de encontrar una pareja son otras de las señales de esta fobia.

Otro síntoma es hacer caso omiso a las llamadas de alerta de familiares y amigos: “La mujer codependiente siempre tiene en su boca una excusa para tapar el maltrato o el mal comportamiento del hombre con quien está y no le conviene. Siempre está a la defensiva y no se da el chance de preguntar: ¿por qué piensas eso?, ¿en qué estoy mal?”, detalla Castrezana. “A veces, con tan sólo escuchar a las personas que nos quieren en vez de estar tratando de justificarse, uno puede tomar conciencia de lo que está pasando y buscar ayuda profesional para salir de este tipo de fobia”.

¿Cómo identificarla?

Los riesgos de la anuptofobia son caer en depresión y entrar en una relación abusiva  que puede causar hasta la muerte si el abusador tiene un alto grado de violencia. La psicóloga Anabel Castrezana ofrece los siguientes consejos que ayudan a identificar la anuptofobia:

• Escuchar los llamados de alerta provenientes de seres queridos y amigos cercanos.
• Hacer un recuento de las relaciones amorosas que se han tenido y efectuar un análisis honesto de por qué no han funcionado. “Esto ayuda a reconocer los patrones de nuestro comportamiento que nos hacen caer en malas relaciones y tratar de modificarlos cuanto antes”, dice Castrezana.
• Tratar de complacer en todo a la pareja con quien se logró establecer una relación, por sólo tener a una persona a su lado.
• Para combatirla, hay que buscar ayuda profesional para encontrar los motivos que nos llevan a meternos de cabeza en una relación tormentosa por el simple hecho de no sentirnos solas.