EEUU sopesa opciones para ayudar a mitigar crisis de migrantes en Europa

Washington.-  Pese a tener una tarea inconclusa con los migrantes centroamericanos en su propia frontera sur, el gobierno de EEUU sopesa un abanico de opciones para ayudar a resolver una crisis migratoria que no amaina en Europa, confirmaron este martes funcionarios de la Administración Obama.

En la actualidad, Estados Unidos tiene un programa de reasentamiento de refugiados con un tope anual de 70,000 plazas para migrantes de todo el mundo, pero ha estado bajo presión de grupos humanitarios para sumarse a los esfuerzos de bienvenida de los migrantes.

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En declaraciones a este diario, Peter Boogard, un portavoz del Consejo Nacional de Seguridad de la Casa Blanca (NSC, en inglés) dijo hoy que la Administración Obama quiere ser más “receptiva” a la crisis migratoria global.

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“La Administración está estudiando activamente un rango de respuestas para ser más receptiva a la crisis de refugiados global, incluyendo con respecto al reasentamiento de refugiados. Estamos en contacto regular con los países de Medio Oriente y Europa, que han registrado un gran impacto por el incremento de flujos migratorios”, explicó Boogard.

Según Boogard, Estados Unidos ha proveido más de $4,000 millones en ayuda humanitaria desde que comenzó la crisis en Siria hace casi cinco años, y más de mil millónes de dólares en ayuda este año.

De hecho, Estados Unidos es el principal donante de ayuda para mitigar la crisis en Siria, un país gravemente afectado por el terrorismo del grupo extremista Estado Islámico (ISIS).

Boogard no precisó si EEUU ampliará el límite anual de refugiados ni cuándo hará un anuncio oficial, y tampoco explicó la estrategia ante la prevista oposición republicana pero, según observadores, la expectativa es que la Administración Obama haga el anuncio durante la visita del Papa a este país.

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En el abanico de opciones, según observadores, la respuesta de EEUU podría incluir más ayuda financiera para los países de Medio Oriente que han absorbido a los migrantes sirios, y un aumento de las cuotas para aceptar a refugiados sirios en suelo estadounidense.

Otro funcionario de alto rango de la Administración, que pidió el anonimato, dijo que el objetivo de la ayuda humanitaria –incluyendo agua, comida, servicios de salud y otras necesidad básicas- es impedir que los migrantes emprendan un peligroso viaje a manos de contrabandistas.

El gobierno de Washington proporciona $6,6 millones en ayuda humanitaria a Siria cada mes, y ha dado $1,900 millones en apoyo directo a refugiados en países vecinos, incluyendo más de $533 millones tanto solo en el año fiscal 2015, agregó la fuente.

Tanto en el año fiscal 2014 como en el año fiscal en curso, los programas a cargo de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID, en ingles) en Siria han proporcionado ayuda a 1,7 millones de personas, según el funcionario.

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Activistas defensores de los inmigrantes, dentro y fuera de EEUU, consideran que este país tiene la obligación moral de hacer más para mitigar la crisis migratoria al otro lado del Atlántico.

El asunto ha pringado a la contienda electoral y, de entre todos los precandidatos presidenciales, el exgobernador demócrata de Maryland, Martin O´Malley fue el primero en pedir que EEUU se sume a la causa.

Presión internacional

En las últimas semanas, tanto el Papa como activistas defensores de los inmigrantes han pedido la ayuda de la comunidad internacional para acoger al creciente número de refugiados que huyen del conflicto civil en Siria y otros países de Medio Oriente, muchos de los cuales han encontrado la muerte en el Mediterráneo.

El Santo Padre, que ha pedido evitar que el Mediterráneo se convierta en “un vasto cementerio” de estos migrantes, nuevamente intercedió por ellos el domingo pasado, durante la tradicional oración del Angelus, instando a las instituciones católicas en toda Europa a que les abran sus puertas.

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Cifras mortíferas

Según la oficina del Alto Comisionado para Refugiados de Naciones Unidas (ACNUR), unos 366,402 migrantes han cruzado las aguas del Mediterráneo en busca de santuario en Europa en lo que va de este año, y unos 2,800 han muerto o desaparecido en el intento.

Septiembre ha sido un mes particularmente mortífero en el Mediterráneo. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), 58 migrantes han perecido desde el viernes pasado, incluyendo un bebé en las costas de Grecia, otros dos migrantes cerca del Estrecho de Gibraltar, y el resto entre el norte de Africa y Sicilia, en las costas de Libia.

La falta de una política consensuada entre los 28 países miembros de la Unión Europea ha suscitado un mosaico de respuestas dispares a la crisis: Alemania ha aceptado acoger a 800,000 refugiados este año, mientras que el Reino Unido se comprometió a aceptar sólo a 20,000 sirios en un plazo de cinco años, Francia aceptará a otros 24,000, y Hungría, bajo presiones de una facción derechista, ha decidido sellar sus fronteras.

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