El precio del dinero está en juego

La Fed se reune mañana y pasado por subir tasas de interés desde un nivel históricamente bajo que se mantiene desde 2008

Mañana y pasado se celebra la reunión más anticipada, comentada y destacada del año en términos económicos. Y es algo que afecta a todos.

Es una cita crucial porque la apuesta es que la Reserva Federal va a elevar las tasas de interés, es decir acabe con el dinero barato. Así, la Fed empezaría a desmontar un importante andamiaje que ha ayudado a sostener a la economía durante la Gran Recesión y la lenta recuperación que le está siguiendo. Las tasas de interés se dejaron en diciembre de 2008 en el 0%-0.25%, históricamente bajas, y desde hace meses la Fed ha mandado señales de que las subirá antes de que acabe el año.

Cuanto más suben estas tasas, es decir el interés o el precio con el que los bancos se prestan el dinero, menos capital circula porque más caro resulta.

Para la Fed es una reunión difícil porque lo que los economistas conocen como “normalizar” las tasas puede provocar una recaída económica. Y es algo que no sería la primera vez que pasara. De hecho, muchos bancos centrales en el mundo que han subido tasas de interés las han tenido que rebajar porque apenas hay inflación a nivel mundial ni en EEUU.

Desde luego la economía ha gando mucha fuerza con respecto a 2008 pero con respecto a pasadas recuperaciones esta ha sido lenta y desigual. Además los riesgos no solo no han pasado sino que se han intensificado por el dificil momento de la economía china y el resto de las emergentes, la mala situación en Europa y el hecho de que el crecimiento en el propio país no sea del todo estelar. Además, en los próximos meses, en Washington pueden volverse a repetirse los problemas políticos por la financiación del Gobierno federal y la subida del techo de la deuda.

Y ¿qué cambia si se sube el precio del dinero que se presta la banca? ¿Qué hay que esperar?

Lo primero es que los costes de endeudarse suben. Muchos, como las hipotecas, no están directamente determinados por estas tasas sino por el interés del bono a 10 años pero este se mueve, normalmente al ritmo que marca la Fed.

Si para los negocios se encarecen las deudas es posible que haya menos inversiones y, con el tiempo, subidas de precios y menos empleo. Los mercados, ya muy volátiles, podrían registrar más bajadas. Quienes tienen depósitos en los bancos verán una muy ligera mejora en su rendimiento.

La Fed ha dicho que las subidas, cuando las haya, serán muy graduales y puede pasar mucho tiempo entre la primera y la segunda. Además, no se espera que el alza sea de más de un cuarto de punto lo que es muy poco cuando son tan bajas como las actuales.

Con todo hay muchos e influyentes economistas que están alertando contra esta normalización. Incluso algunos trabajadores, entre los que había grupos latinos, se acercó en agosto a la reunión de banqueros centrales en Wyoming para pedir que no se subieran las tasas y menos por darse margen de maniobra en caso de que haya otra crisis. Desde el FMI y el Banco Mundial se pide más paciencia a la Fed. De momento, inversionistas y economistas de todo el mundo esperan con nervios la decisión que llegará el jueves.

Baja Inflación

Las expectativas de los consumidores con respecto a la inflación (subida de precios) están históricamente bajas según la Reserva Federal de Nueva York. Sin presión inflacionista, la prisa por subir tasas debería ser inexistente.

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