Michael Vick: su última llamada en la NFL

El QB nunca volvió a ser el mismo tras el infame episodio del maltrato a perros, pero este jueves tiene en sus manos el control de los Steelers, que reciben a Ravens en un juegazo

Los recuerdos ya se sienten lejanos. Michael Vick, con su número 1 en el pecho, corría como Flash con el balón, eludía a tres o cuatro o hasta cinco tacleadores, devorando yardas con su velocidad eléctrica y soltando pases con elegantes latigazos de zurda.

Su popularidad era impresionante. En Atlanta, donde jugaba para los Falcons, era un ídolo de muchos, y entre la población afroamericana de los Estados Unidos, un motivo de orgullo, si bien nunca fue el tipo más ejemplar.

Una década después de sus días de mayor altura como superestrella, sin la riqueza que llegó a amasar (su contrato original con los Atlanta Falcons fue por 10 años y 130 millones de dólares) y marcado para siempre por organizar peleas de perros y matar a muchos de ellos, lo que le llevó a permanecer 21 meses en prisión, Vick vuelve a saltar a la vista.

No es que sea de nuevo un gran jugador de fútbol americano. En realidad, nunca volvió a ser el mismo, ni siquiera en algunos buenos años que tuvo con los Eagles de Filadelfia tras su retorno.

Sus increíbles facultades atléticas mermaron y hace apenas pocas semanas, ya a sus 35 años de edad, era un desempleado más luego de su fugaz paso por los Jets de Nueva York.

Pero los Steelers de Pittsburgh decidieron darle la oportunidad como quarterback de reserva. Entonces Ben Roethlisberger, uno de los mejores pasadores y líderes que hay en la NFL, sufrió una lesión de rodilla el pasado domingo que le mantendrá fuera de cuatro a seis semanas y Vick se ha quedado como titular.

‘Todavía puedo’

Vick cree que aún puede brillar, y aunque no lo diga, sabe que esta es seguramente su última llamada.

“No pensé que a los 35 años fuera aún tan rápido como soy. Todavía puedo moverme un poco”, dijo el martes en el vestidor de los Steelers, en plena preparación para su apertura de este jueves contra los odiados rivales de Pittsburgh, los Ravens de Baltimore.

“Esta es una gran oportunidad para mí porque no sé si voy a tener esta oportunidad alguna otra vez”, admitió con sensatez.

Michael Vick estará a prueba. El hombre que primero brilló como pocos y que después fue uno de los deportistas más odiados tiene hoy los controles de una de las ofensivas más potentes de la NFL.

En sus manos y piernas está la suerte de uno de los favoritos para llegar al Super Bowl, una de las franquicias más populares de los deportes americanos, incluso entre los latinos. El juegazo Pittsburgh vs. Baltimore es el jueves a las 8:25 pm ET (CBS).

Por supuesto, cuando “Big Ben” Roethlisberger se recupere, Vick se irá de regreso al banquillo; de eso, no hay duda. Pero la noche del jueves y acaso en los siguientes tres o cuatro partidos de su nuevo equipo, el original “quarterback de PlayStation”, el pasador que ha corrido para más yardas en la historia, tendrá la oportunidad de volver a ser un ganador.

Ahora toca ver si es capaz de hacerlo.

Vick en cifras

7.0

Las yardas promedio por acarreo de Vick, fácilmente el mejor de la historia para un jugador de cualquier posición

21

Sus pases de touchdown en 2010 con los Eagles, su mejor total en una campaña

21

Los meses que estuvo en prisión durante 2007 y 2008 tras declararse culpable por maltrato de perros

97

Los balones sueltos que ha tenido, la mayor cifra entre todos los jugadores en activo de la NFL

6,005

Sus yardas por carrera, un récord de la NFL para quarterback (Randall Cunningham tuvo 4,928)

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