Acusan a casero por discriminar a residente con discapacidad

Autoridades federales presentan cargos por no permitirle que tenga mascotas

NUEVA YORK – Propietarios y caseros de un complejo de edificios de la ciudad han sido acusados por el Departamento Federal de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD) por rehusarse a que un residente con discapacidad pueda tener un animal de apoyo emocional, según se informó el jueves.

Los cargos de HUD alegan que Friedman Residence, LLC (antes llamado Aurora), Common Ground Management Corporation y The Actors’ Fund of America violaron el Acta de Vivienda Justa al no aceptar que un residente requería de un perro para hacer frente a su discapacidad.

Según HUD, el Acta de Vivienda Justa requiere que los propietarios de vivienda hagan adaptaciones razonables de política o prácticas cuando una persona discapacitada requiere dichas adaptaciones, incluyendo renunciar a políticas de “no mascotas” para personas que necesiten asistencia o animales de apoyo. Asimismo, la ley señala que es ilegal negarle vivienda a una persona por su padecimiento.

“No es el rol de un proveedor de vivienda determinar lo que necesita o no necesita un residente con discapacidades para realizar sus funciones diarias”, dijo Gustavo Velásquez, subsecretario de Vivienda Justa e Igualdad de Oportunidades. “Los caseros tienen la obligación de otorgar adaptaciones razonables cuando sean necesarias y HUD continuará trabajando para asegurar que cumplan con esa obligación”.

El caso fue atendido por HUD cuando el residente, que padece de una discapacidad psiquiátrica, presentó una queja alegando que le fue negado su derecho de tener un animal como apoyo emocional.

La víctima, no identificada, reside en un apartamento de dos dormitorios en The Dorothy Ross Friedman Residence, un edificio de 30 pisos para personas mayores que provee servicios de apoyo y vivienda compartida a profesionales activos y pacientes que viven con VIH/SIDA. El complejo cuenta con el auspicio de Actors’ Fund, una organización sin fines de lucro para profesionales de las artes y el entretenimiento.

El residente llegó al edificio en 2004 y no tenía la mascota. Sin embargo, en 2010, el hombre comenzó a ser tratado por un psicólogo clínico y, un año más tarde, compró un perro pequeño. Tras reconocer una mejoría en el paciente, el médico recomendó registrar oficialmente a la mascota como un animal de apoyo emocional.

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En febrero de 2013, los caseros iniciaron un procedimiento de desalojo contra el hombre debido a la presencia de su perro. El paciente presentó documentos médicos y del Registro Nacional de Animales de Servicio para demostrar que su mascota es de apoyo emocional para él.

Sin embargo, los caseros le enviaron al paciente un aviso final de desalojo, sosteniendo que él no había demostrado suficientemente su necesidad del animal.

En ese momento, el caso quedó bajo investigación y la acción legal entre ambas partes quedó detenida.

La litigación será evaluada por un juez administrativo, a menos que cualquiera de las partes opte porque vaya a una corte federal. Si el juez administrativo halla discriminación, puede otorgar a la víctima compensación por daños. También se puede ordenar amparo judicial y equitativo, así como el pago de honorarios de abogados, además de multas. Si el asunto se decide en un tribunal federal, el juez puede decidir otras sanciones.

Qué ha pasado

  • En el año fiscal 2014, la discapacidad fue la causa más común de las denuncias presentadas ante HUD y sus agencias asociadas, siendo citada en 4,606 quejas (54% del total).
  • Si una persona cree que ha experimentado discriminación, puede presentar su queja ante el HUD llamando al 1 (800) 669 9777.
  • También se pueden presentar denuncias a través de www.hud.gov/fairhousing o usando la aplicación móvil gratuita en dispositivos  Apple como iPhone, iPad y iPod Touch.

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