#JeSuisChien o por qué la muerte de una perra policía enciende las redes

No vamos a entrar en la discusión sobre qué vida es más valiosa, si la de un animal o la de un humano. #Diesel, la perra policía que murió durante un operativo antiterrorista en Saint Denis, Francia, debe ser reconocida por el servicio que ofreció a los humanos, al igual que el resto de los caídos en los terribles ataques a París de los últimos días.

La pastor belga #Diesel era tan inocente como la mayoría de los humanos muertos en París, en Siria, en Líbano, en México, en Kenia, en Israel o en el mundo, por causas relacionadas con el poder. Su vida era igual de valiosa y por eso hay quien le llora como se le llora a las otras víctimas.

Si pueden, enseñen a sus hijos a llorar a un perro: esas lágrimas pueden hacer una gran diferencia mañana. Se llama compasión #JeSuisChien

— Mary’Elle (@tolida) noviembre 18, 2015

El problema de pensar que “sólo se trataba de un perro” es que los humanos lamentablemente solemos transpasar la frontera del “sólo se trataba de un perro” para llegar al “sólo se trataba de un sirio”, “sólo se trataba de un afgano”, “sólo se trataba de un musulmán”, “sólo se trataba de un parisino”, “sólo se trataba de un mexicano”, “sólo se trataba de un homosexual”, “sólo se trataba de una mujer” y cualquier otra condición que se piense. Porque en el fondo, el problema es nuestra falta de respeto por la vida, sea animal, vegetal o humana. Tratamos a los animales, a la Tierra y a otros seres humanos como si estuvieran ahí para servirnos, con un pensamiento utilitario que, tarde o temprano, también nos alcanzará. Newton dix it. Por eso la muerte de #Diesel ha resonado en el mundo.

Es verdad: miles de personas mueren en el mundo diariamente a causa de sus creencias, su pertenencia, su género, su raza, su preferencia sexual o simplemente por estar en el lugar equivocado en el momento equivocado. Pero quienes se cuestionan cómo puede importar más el caso de un perro que el de miles de seres humanos muertos por algún tipo de violencia, bien podrían reflexionar sobre la falta de vínculos amorosos entre la especie humana, en contraste con el cariño y la gratitud que un perro desconocido pueden inspirar. Claro, si no podemos sentir empatía auténtica por la vida de un perro, difícilmente podremos sentirla honestamente por la vida de un humano.

Que me perdonen los antiespecistas pero #JeSuisChien es el HT más absurdo del mundo. 4 MILLONES DE REFUGIADOS SIRIOS, 4 MILLONES! — miranda (@islatempestad) noviembre 18, 2015

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