El reto de identificar a criminales

Agentes hispanos forman parte del equipo de la sección de reconocimiento facial del NYPD

A diferencia de las series de televisión, donde los detectives logran identificar en cuestión de segundos a sospechosos usando programas para ver fotos aunque estén borrosas, en la vida real la tarea de reconocimiento facial es muy difícil y requiere de mucha paciencia de los oficiales que pasan horas pegados a las pantallas.

“Este trabajo es mucho más complejo y con limitaciones. Pero ante todo, más que los programas de computadores, pesa el aspecto humano y el arduo trabajo en equipo”, contó el sargento Edwin Coello, líder de la Sección de identificación facial, que pertenece al Real Time Crime Center del Departamento de Policía.

Identificar criminales a partir de imágenes de video fue una técnica que empezó en 2002. Pero la calidad de las imágenes de las cámaras de vigilancia o de los celulares apenas mejoró en los últimos cinco o siete años, lo que también ayudó a perfeccionar la técnica de investigación.

La sección del NYPD fue formada en 2011 y hasta el momento ha ayudado a realizar más de 1,000 arrestos. Además, asesora y coopera con el FBI y departamentos de policía de varias ciudades de EEUU y del mundo.

Una vez que reciben las imágenes de cámaras de vigilancia o celulares empieza la búsqueda que puede durar minutos o semanas.Hay imágenes borrosas, caras incompletas, y a veces con muy poca información, lo que hace que sea un reto identificar a criminales, a cómplices, o a alguien perdido o muerto y que no tenga una identificación.

“Si alguno no avanza, un nuevo par de ojos relevan en la búsqueda”, explicó Coello, quien es de origen ecuatoriano.

Un equipo muy latino

La Sección de identificación facial está compuesta por otros cinco detectives, una de ellos Karen Pann, de origen argentino. Todos poseen destrezas en diseño, fotografía y dibujo. Por razones legales sólo pueden buscar en las fotos de la base de datos del NYPD y, dependiendo del caso, a veces necesitan permisos judiciales para acceder a otros bancos de datos.

Con una imagen puede haber cientos de posibilidades y ahí empieza el trabajo de los detectives, mirando fotos de una en una. “Si encontramos una posible coincidencia, compartimos la información con los otros detectives para que sigan la investigación”, dijo Coello.

El detective explica que la ubicación de las cámaras es clave para lograr buenas imágenes y así la identificación: “Por vigilancia interna, muchos negociantes prefieren enfocar solo la caja registradora. Entonces no se capturan buenas imágenes de delincuentes porque la cámara está muy arriba, o porque ellos son muy altos y no se ven”.

También las imágenes de las redes sociales ayudan en la búsqueda. Hay víctimas que dan información y allí los investigadores cuentan con otra fuente de información. Por ejemplo, si un sospechoso se tomó una foto con un celular robado, la víctima puede ver la imagen en su ‘icloud’ y por un tatuaje u otra característica, la Policía logra capturarlo.

“El hombre que con un martillo causó el terror en Midtown Manhattan en mayo pasado fue identificado gracias a una cámara del metro y en las siguientes 24 horas los patrulleros del área sabían a quién buscaban y que tenía problemas mentales”, indicó Coello. “Si no hubiéramos tenido la tecnología, las consecuencias hubieran sido peores para nuestros oficiales o para la comunidad”.

En otros casos, un hombre que se disfrazaba de mujer sexy y robada a sus víctimas fue reconocido por una pequeña cicatriz; un hombre que apareció herido de bala en un hospital y dijo ser víctima de un tiroteo, era buscado en Carolina del Sur, tenía antecedentes en Nueva York y horas atrás había matado a dos personas; una mujer herida, inconsciente y sin identificación pudo ser reconocida por una antigua violación de tráfico. Todos fueron identificados gracias a las imágenes que analizó el equipo del NYPD.

No son lo que parecen

Y aunque pareciera que el sargento Coello y la detective Pann han trabajado siempre con alta tecnología como la que ahora usan, la realidad es diferente, ya que antes ambos trabajaban en la detención de criminales. Coello se desempeñó en la unidad anticrimen buscando caras en la calle y arrestando a sospechosos, mientras que Pann trabajó deteniendo a carteristas y en el escuadrón de detectives.

“Soy mala con los nombres pero reconozco caras hasta seis meses después de haberlas visto”, contó Pan, agregando que debido a que quería hacer algo nuevo empezó a enterarse en aprender los programas y las técnicas, y eso la llevó a que ahora todos los días se la pase viendo y armando caras.

“Veo hasta 200 ‘candidatos’ por día”, contó.

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El sargento Edwin Coello lleva quince años en la Uniformada y cinco en la sección. Gerardo Romo/El Diario

En cifras:

Posibles identificaciones: 1958

Identificaciones: 1660

Identificaciones pendientes: 293

Identificaciones erróneas: 5

Arrestos: 1011

De izquierda a derecha Tom Markiewicz, Chris Guginsky, Edwin Coello, Karen Pann, Mike Fetherston, Denise Bueno y Tom Donahue. Foto Gerardo Romo/ El Diario

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