Odell Beckham recibe suspensión de un juego tras su vergonzosa conducta

El receptor estrella de los Giants, que perdió la cabeza durante el partido contra Carolina, lastima las posibilidades de su equipo

Odell Beckham Jr., la estrella de los NY Giants, es uno de los receptores más talentosos de la NFL y está teniendo un inicio de carrera espectacular.

Pero el domingo, el jugador de 23 años de edad se convirtió en el villano de una intensa y dramática jornada 15 de la NFL.

Beckham fue sancionado con tres castigos de rudeza innecesaria –pudieron haber sido muchas más penalizaciones– por sus continuas riñas con el jugador defensivo de los Panthers de Carolina, Josh Norman. Se dieron de empujones, se tiraron golpes a la cabeza y se jalaron de la barra una y otra vez.

Beckham fue el más rijoso de los dos y el que no supo controlar sus emociones. Pero lo que verdaderamente expuso a Beckham fue una agresión al golpear con el casco la cabeza de Norman al  final de una jugada, impulsándose a toda velocidad para atacarlo por el lado ciego en una acción artera y peligrosa que pudo haber enviado al esquina de los Panthers al hospital conmocionado o incluso con una fractura del cuello.

De manera increíble, los árbitros no expulsaron a Beckham del partido y su entrenador, Tom Coughlin, tampoco lo sacó.

El lunes, la NFL suspendió a Beckham por un juego, una sanción necesaria de parte de la liga, especialmente considerando que se aproxima esta semana una posible reacción negativa de parte del público hacia la NFL con el lanzamiento de la película “Concussion”, que aborda el daño cerebral sufrido por los jugadores de la NFL por golpes en la cabeza.

La agresión de Beckham a Norman fue salvaje, y la NFL no podía dejarla pasar de largo.

Fue tan deplorable la conducta de quien ya es uno de los jugadores más populares de la NFL que los mismos cronistas de los Giants exclamaban “al aire” dentro de su narración lo embarazoso de su accionar y se sorprendían de que fuera mantenido en el campo.

Coughlin admitió después del juego que Beckham estuvo fuera de control y que estuvo a punto de sacarlo.

“Es un hombre joven muy emocional”, dijo el entrenador de los Giants el lunes. “Él muestra sus emociones y no voy a defender sus acciones de ayer porque estuvieron mal. Esta franquicia en particular no tolera eso. Pero voy a defender al joven hombre y la calidad de la persona”.

Beckham, eso sí, se enfocó en jugar en la parte final del partido y ayudó a su equipo a dar la pelea, levantándose de 35-7 hasta empatar 35-35, antes de caer en la jugada final ante los invictos Panthers.

Los Giants visitan Minnesota el domingo obligados a ganar (y esperar a que Washington pierda su encuentro) para seguir con vida en la temporada. Tendrán que hacerlo sin su mayor talento.

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