Preso hace agujero en la pared con cuchilla y escapa

José Esteban Coronado fue condenado en Idaho por violencia doméstica en 2015

Alguaciles de Idaho prosiguen hoy la búsqueda de un hispano que se fugó de una cárcel de mínima seguridad usando la cuchilla de afeitar para abrir un agujero de más de 20 pulgadas de una pared del edificio en el que estaba recluido.

José Esteban Coronado, de 30 años y convicto por violencia doméstica, escapó en la noche del sábado pasado de la cárcel del condado de Canyon, en la localidad de Caldwell, en la primera fuga en la historia de ese establecimiento penitenciario.

Coronado estaba detenido en un edificio construido en 2006 y que aloja hasta 110 reclusos. El edificio está construido con un soporte metálico sobre el que se extienden dos gruesas capas de tela separadas por pie y medio de material aislante sólido.

Usando la improvisada herramienta, Coronado logró perforar la pared y realizar un corte de unas 23 pulgadas, por el que se fugó. El proceso habría durado dos horas y se realizó a pesar de la presencia de dos guardias vigilando el lugar.

El alguacil del condado de Canyon, Kieran Donahue, confirmó hoy que Coronado había recibido ayuda de una mujer, Vilma López, de 29 años y residente en Nampa (al sur de Caldwell), detenida el domingo y formalmente acusada este lunes de conspirar para ayudar a la fuga.

No se proveyeron detalles de la relación entre López y Coronado ni de la ayuda que la mujer habría provisto. Tampoco se especificó cuánto tiempo pasó antes de que se detectase que Coronado no estaba dentro de la cárcel ni cómo logró llegar a la calle.

Joe Decker, portavoz del condado de Canyon, explicó a medios locales que han revisado y modificado las prácticas de seguridad dentro de la cárcel y se están estudiando “cambios estructurales” para prevenir similares sucesos en el futuro.

¿Por qué Coronado estaba tras las rejas?

En julio de 2015, Coronado fue acusado de “intento de estrangulamiento” en el marco de una pelea familiar.

El hispano se declaró culpable de violencia doméstica sin heridas traumáticas y fue sentenciado el pasado 4 de enero a un año de prisión y dos años de libertad supervisada.

En consideración de los meses que Coronado ya había permanecido encarcelado, el juez a cargo del caso redujo la sentencia a sólo 60 días más, por lo que Coronado fue trasladado a una cárcel de mínima seguridad.

Donahue afirmó que “se debe ser precavido” al acercarse al prófugo, ya que Coronado habría anticipado “un enfrentamiento a balazos” con la policía en caso de que intentasen detenerlo las autoridades, que sospechan que podría estar en el sur de Idaho o en Oregón.

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