Obama y Castro practican la “diplomacia del béisbol”

En La Habana, unos 50,000 espectadores disfrutan en el Estadio Latinoamericano un juego de pelota para la historia

Steve Pearce de los Rays se roba la tercera base en el juego de exhibición entre Tampa Bay la selección cubana.

Steve Pearce de los Rays se roba la tercera base en el juego de exhibición entre Tampa Bay la selección cubana. Crédito: Getty Images

LA HABANA.- Centenares de palomas fueron liberadas sobre el sombrero azul del Estadio Latinoamericano este martes, en anticipo de un partido de béisbol amistoso entre EEUU y Cuba, y como símbolo del inicio de una nueva era de distensión bilateral.

Sin corbata y en aparente sintonía, tanto el presidente Barack Obama como el gobernante cubano, Raúl Castro, se sentaron lado a lado detrás del área de “home” -ayudados por una intérprete- para presenciar un partido amistoso entre los Tampa Bay Rays de las Grandes Ligas, y el equipo nacional cubano. Una ráfaga de clicks de las cámaras captó a ambos sonriendo y haciendo la ola.

La diplomacia del béisbol

Con esa cita y en compañía de unos 50,000 espectadores en el estadio más grande de Cuba -con capacidad para 55,000-, ambos mandatarios protagonizaron hoy la “diplomacia del béisbol”, como símbolo del acercamiento entre dos antiguos adversarios de la “Guerra Fría”.

Ninguno de los mandatarios se quedó hasta el final del partido de casi cuatro horas, en el que los Tampa Bay Rays de Florida se impusieron 4-1 sobre el equipo anfitrión.

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Pero los aficionados, entre cubanos y estadounidenses, demostraban su entusiasmo ondeando sus banderas, haciendo la ola, o echando porras como “Cuba, Cuba!” y “USA, USA!”.

Sólo del área de Tampa (Florida), llegaron alrededor de 200 seguidores, y también hubo presencia de aficionados de países de América Latina.

Como indicara Obama horas antes durante un discurso dirigido al pueblo cubano, EEUU y Cuba comparten muchas “pasiones” y “valores comunes”, y el béisbol, sin duda, es uno ellos.

Quizá como coincidencia el partido se efectuó en momentos en que el parque celebra sus 70 años, en una nación que heredó el béisbol precisamente de EEUU en el siglo 19 y que, al igual que en EEUU, forma parte de su cultura y su psique nacional.

El partido amistoso puede leerse como otro esfuerzo de ambos países por desmantelar el andamiaje de desconfianza mutua que cultivaron desde inicios de la Revolución Cubana de 1959.

La justa del bate y la pelota ha sido comparada con la “diplomacia del ping-pong” que en su día ejerció el entonces presidente Richard Nixon en China.

El cubanoamericano Alberto Fox Jr, quien se considera un hincha sin par del béisbol, consideró que algo tan simple como un juego de pelota tiene el potencial de limar asperezas.

“Creo que esto es fenomenal, porque todo lo que se trate de Cuba es política, aunque la gente no quiera reconocerlo. La diplomacia del béisbol puede ayudar a ambos países a trabajar en intereses mutuos“, dijo a este diario Fox, presidente de la Fundación de la Alianza para una Política Responsable hacia Cuba.

Fox, nacido en EEUU de madre cubana, lleva 17 años viajando a la isla y, como partidario del levantamiento del embargo, ha liderado delegaciones de gobernadores y legisladores estadounidenses a Cuba.

El partido fue televisado, y la prensa internacional pudo constatarlo en pequeños restaurantes en La Habana Vieja y en el Vedado, un área céntrica de la capital.

A la espera de intercambios deportivos

La visita de Obama, iniciada la tarde del domingo, creó expectativas en el mundo deportivo, ante el creciente interés por el regreso del béisbol profesional a la isla y que los cubanos puedan jugar libremente en equipos en ambos países.

En la actualidad, el embargo restringe severamente que equipos de las Grandes Ligas de EEUU puedan contratar directamente a peloteros cubanos.

No es ningún secreto que, en un país donde un jugador gana un promedio de $20 a $25 al mes, la liga de béisbol atraviesa una crisis, afectada en parte por la fuga de talentos hacia el otro lado del estrecho de la Florida, atraídos por jugosos salarios.

Tan solo el año pasado, 150 peloteros abandonaron la isla y, en febrero pasado, acapararon titulares los hermanos Yuliesky y Lourdes Gurriel Jr, que desertaron durante una visita a la República Dominicana.

El partido puso colofón a la histórica visita de Obama a la isla, la primera de un mandatario estadounidense en funciones desde que Calvin Coolidge llegó en un buque de guerra en 1928 para un encuentro panamericano.

Antes de dejar La Habana, Obama extendió “la mano de la amistad” a Cuba, como parte de su doctrina de acercamiento con antiguos adversarios.

La esperanza, según analistas, es que el régimen castrista dé pasos de reciprocidad y abrace una transición democrática en la isla.

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