El 4,9 % de presos de Guantánamo liberados por Obama han vuelto al terrorismo
Obama presentó el mes pasado un plan para tratar de cerrar esa prisión para sospechosos de terrorismo situada en la base naval de Guantánamo (Cuba) mediante el traslado de entre 30 a 60 presos a territorio nacional y la liberación de otro
El 4,9 % de los presos de Guantánamo liberados durante la Presidencia de Barack Obama se han unido a grupos terroristas después de su liberación, aunque existen sospechas de que otro 8,3 % también lo ha hecho, según cifras citadas hoy por un alto funcionario estadounidense.
“Hemos confirmado que 7 exprisioneros liberados por esta Administración se han implicado (en actos de terrorismo), lo que supone un 4,9 % de los 144 presos” que han abandonado la prisión desde que Obama llegó al poder en 2009, dijo el encargado del Departamento de Estado para el cierre de Guantánamo, Lee Wolosky.
Además, el Gobierno de Obama “sospecha” que otros 11 de esos 144 liberados también han cometido actos terroristas, lo que supone un 8,3 % del total, explicó Wolosky en una audiencia ante el Comité de Exteriores de la Cámara de Representantes.
Esas cifras, añadió, se extraen de un informe publicado este mes por el Director Nacional de la Inteligencia, James Clapper.
Como contraste, las agencias de inteligencia confirmaron que 111 de los 532 presos de Guantánamo liberados durante la Administración de George W. Bush (2001-2009) se implicaron en terrorismo, lo que supone un 20,9 %, mientras que hay sospechas de que otros 74 también lo hicieron (un 13,9 %), según el mismo informe.
En total, el 17,5 % de los presos liberados por ambos presidentes se han involucrado en el terrorismo de forma confirmada por EEUU, mientras que otro 12,7 podría haberlo hecho.
Wolosky citó esas cifras para tratar de convencer a los congresistas de que los riesgos de liberar a los presos de Guantánamo “son menores que los grandes riesgos para la seguridad nacional que implicaría mantener la prisión abierta”.
Obama presentó el mes pasado un plan para tratar de cerrar esa prisión para sospechosos de terrorismo situada en la base naval de Guantánamo (Cuba) mediante el traslado de entre 30 a 60 presos a territorio nacional y la liberación de otros, un objetivo que ha enfrentado el rechazo de la oposición republicana en el Congreso.
El congresista republicano Ed Royce, que preside el Comité de Exteriores, se mostró escéptico ante esas cifras y aseguró que los datos que ha obtenido de funcionarios militares apuntan a que “más del 30 %” de los liberados de Guantánamo se han unido a grupos terroristas o están bajo sospecha de haberlo hecho.
“Los investigadores nos han dicho que se tarda unos cuatro años en confirmar si un exprisionero ha reincidido”, aseguró Royce.
“El Estado Islámico (ISIS) sigue expandiéndose. Europa está siendo atacada por los yihadistas, y nosotros también. Así que desafortunadamente vamos a necesitar un lugar donde detener a terroristas fanáticos cuyo procesamiento en el sistema legal estadounidense no tiene sentido”, argumentó el congresista.
El congresista republicano Dana Rohrabacher sugirió que, tras los atentados del año pasado en París y del martes en Bruselas, la actitud en Europa respecto al cierre de Guantánamo “podría cambiar”.
“A medida que se den cuenta de que esas masacres en París y en Bruselas forman parte de un movimiento internacional para destruir la civilización occidental y reemplazarla con un califato, creo que cambiará su opinión sobre mantener encarcelada a esta gente”, dijo.
Wolosky replicó que “el mantenimiento de la prisión en Guantánamo no previno ninguno de los ataques” en París y Bruselas.
Por su parte, el encargado del Pentágono para el cierre de Guantánamo, Paul Lewis, que también testificó en la audiencia, insistió en que mantener la prisión abierta “daña la relación con aliados” en todo el mundo, además de “drenar recursos” financieros y “proporcionar una herramienta de propaganda a los extremistas”.