¡A cenar en familia!

Conoce los beneficios que tiene para tus hijos el sentarse a la mesa en tu compañía

Estudios dicen que los hijos de las familias que cenan juntas tienen un mejor desarrollo de sus habilidades socio-emocionales.

Estudios dicen que los hijos de las familias que cenan juntas tienen un mejor desarrollo de sus habilidades socio-emocionales. Crédito: Shutterstock

Comer por lo menos tres comidas en familia todas las semanas permite criar niños más sanos.

A esta conclusión llegó un estudio publicado recientemente en la revista Pediatrics, que utilizó para su  análisis una muestra de 180,000 niños y adolescentes.

La psicóloga Romi Torres-Wards está de acuerdo con el resultado, ya que según su experiencia el ingerir los alimentos en familia es de extrema importancia para el buen desarrollo de los hijos y para estrechar los lazos de padres a hijos y viceversa.

“Con los nuevos estilos de vida de la actual sociedad se ha ido perdiendo  esta costumbre tan importante en la vida familiar; pero como padres debemos organizarnos para no perderla”, dice la psicoterapeuta de niños, adultos y familias, con práctica en Los Ángeles. “Debemos tratar de tener, por lo menos, una de las comidas del día en familia”.

Beneficios de comer juntos

La experta en comportamiento humano expone algunos de los beneficios que trae el cenar en familia.

Buena salud socio-emocional. Cuando se cena en familia los niños desarrollan sus habilidades sociales. Es decir que desarrollan la comunicación; las buenas maneras de sentarse a la mesa, tomar los cubiertos, masticar e ingerir los alimentos; interrelacionarse; expresarse bien para exponer sus ideas y los entiendan; saber escuchar y respetar las opiniones de los otros, etcétera.

Buena nutrición. Se sabe que los niños que comen en familia tienden a tener menos problemas de nutrición y sobrepeso que aquellos que no son supervisados por uno de sus padres o un adulto a la hora de desayunar, almorzar o cenar.

Esto obedece a que, por lo regular, las familias que cenan unidas tienen menos tendencia de comer por fuera de casa. Prefieren preparar sus propios alimentos que resultan mucho más saludables que la comida chatarra o que la de los restaurantes de comida rápida.

Igualmente, al cenar en familia, los padres pueden darse cuenta si alguno de sus hijos adolescentes sufre de algún trastorno o desorden alimenticio (como la anorexia o la bulimia) e intervenir con rapidez.

Conserva y refuerza las raíces culturales. Cuando se cena en familia, en la mayoría de los casos, los padres se toman el tiempo de preparar las comidas típicas de sus países de origen. Y, con esto, los menores van aprendiendo de su cultura, de sus raíces.

Fomenta la unidad familiar. Al cenar en familia se goza de un momento único para escuchar a los hijos hablar, saber qué piensan y contarles nuestras historias y escuchar las de ellos. Al mismo tiempo se fortalecen los lazos familiares entre el esposo y la esposa; así como entre los hijos.

“Sabemos que los niños que comen en compañía de sus padres se sienten más entendidos, más seguros. Y esto es algo fundamental durante la infancia, ya que cuando entran por primera vez a la escuela están mucho más seguros, saben cómo interrelacionarse con sus profesores y compañeros de estudio y al sentirse más tranquilos están mucho más alertas para aprender y tienen un mejor rendimiento”, concluye Torres-Wards.

Involucra a los pequeños en la preparación de la comida./Shutterstock
Involucra a los pequeños en la preparación de la comida./Shutterstock

Tips que facilitan la cena en familia

Si bien es cierto que en la época actual los padres tienen menos tiempo para cocinar y cenar en familia, la psicóloga Romi Torres-Wards asegura que sí resulta posible comer a la vez todos juntos cuando hay  organización. A continuación algunos tips:

Distribución de quehaceres y tareas del hogar.  Habiendo escogido el día y la hora en que toda la familia se va a sentar a la mesa a desayunar, almorzar o cenar, los padres tienen que decidir quién se encargará de preparar los alimentos mientras que otro se encargará de levantar, vestir u organizar a los niños para salir de casa hacia la escuela, hacer las tareas, ir a las clases extracurriculares luego de la escuela, ir a la cama, etc. El trabajo en equipo facilita el tiempo para cenar en familia.

Cocinar y congelar. Durante los fines de semana, cuando se tiene un poco más de tiempo para ir al supermercado y cocinar, se pueden preparar alimentos que rindan para varios días y que se puedan congelar. Dentro de estos alimentos están las proteínas  (un pollo, un trozo grande de carne de res, una pechuga de pavo, etcétera), el arroz, los granos y legumbres.

Ensaladas y vegetales listos para comer. Los vegetales y las verduras que vienen ya picadas acortan el tiempo de prepara cualquier cena.

Aprovechar la olla de cocción lenta. Las llamadas ollas Slow Cooker simplifican la vida de los padres ocupados que carecen de tiempo para cocinar. Estas vienen en diferentes tamaños y con un recetario que ofrece diferentes ideas para tan solo poner los ingredientes del platillo deseado dentro de la olla, enchufarla, antes de salir de casa o ir a la cama, y tener lista la comida a la hora de cenar.

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