Rogelio, ejemplo de tenacidad y orgullo poblano

“¡Olé! El 5 de Mayo está aquí y estamos emocionados de acompañar a @bronxhotsauce en una Bronx Box picante”. Con ese llamativo post en la red social Instagram, Bronx Box presentó una de las ofertas especiales con motivo de esta popular festividad que exalta las tradiciones mexicanas.

La caja festiva incluye Spicy Pepper Jam, de Red Hibiscus Bakery, Habanero Ketchup, de NY Chup y Smoky Maple Pecans, de Sustainable Snacks, todos productos nativos de El Bronx; The Bronx Hot Sauce es, como su nombre lo indica, la salsa picante gourmet de Small Axe Peppers y creada por el reconocido chef filipino King Phojanakong.

Después de investigar posibilidades botánicas, agrícolas y productivas, los creadores acordaron que la base de la fórmula serían los chiles serranos, ya que son más intensos que los poblanos, pero menos que los habaneros.

El ciclo de vida productivo de la Bronx Hot Sauce es comunitario. GrowNYC dona y provee las semillas cada primavera a los jardines comunitarios de El Bronx; Bronx GreenUp brinda asesoría técnica y coordina la recolección de los vegetales durante la cosecha. Luego se realiza la producción y venta, por lo que el dinero retorna y financia a los agricultores.

Ese proceso también incluye a un destacado hijo de Puebla: Rogelio Bautista. El agricultor, junto a su esposa Yesenia, es propietario de la granja R&R Produce (Goshen, Orange County) y cultiva gran parte de los chiles serrano usados para la salsa; su historia ha sido tomada como símbolo del emprendimiento, el cual no es posible sin una visión, trabajo duro, oportunidades e incluso los riesgos.

Tenacidad a prueba de todo

Rogelio nació y creció en un pequeño poblado llamado Chila de las Flores. “Mis abuelos eran agricultores y yo recuerdo cuando les ayudaba a plantar el maíz, los tomates y los chiles. México estaba cambiando mucho, entonces me vine a los Estados Unidos cuando era un adolescente para vivir con mis tíos y buscar por un trabajo más consistente”, narra.

Llegó a vivir con un tío y comenzó a trabajar en una granja plantando cebollas de seis a siete días a la semana, lo cual -aunque era muy duro- le gustaba. Allí fue donde conoció a su ahora esposa, Yesenia, quien laboraba en el almacén de empaque mientras él laboraba en el campo. Tras dos años de conocerse se casaron y tuvieron a su primer hijo, Rogelio Jr., y si bien por cuatro años más trabajaron en la granja, pronto se dieron cuenta que el salario mínimo era insuficiente para mantenerse.

Al independizarse en 2007, rentaron una pequeña parcela y comenzaron a vender sus productos. En un testimonio brindado ante una entidad crediticia que les ayudó para comprar un camión con sistema refrigerante y poder así transportar sus vegetales a otros negocios y mercados, Rogelio admitió que tuvieron que vencer muchas barreras, entre ellas la falta de experiencia y, especialmente, culturales.

El negocio fue golpeado muy duro por el huracán Irene, en septiembre de 2011, ya que perdieron casi el 90 por ciento de su producto y tuvieron que cerrar por el resto del año. Les tomó tres años recuperarse y luego pasaron a formar parte de iniciativas que los han llevado a expandirse no solo en las ventas directas sino en el rubro de los restaurantes, “eso me permite pasar más tiempo en la granja con mi familia al contrario de tener que viajar a la ciudad todos los días”, comenta.

GrowNYC, la iniciativa sustentable para productores y consumidores de la Ciudad, ha sido clave no solo para mejorar el negocio de los Bautista, sino para hacerlos crecer como personas. En la crisis post Irene, le ayudaron contratandolo para entregar pedidos de vegetales y así conoció a un nuevo cliente, a quien comenzó a proveer kale.

Además, fueron capacitados en el programa “La Nueva Siembra” del proyecto Desarrollo para Nuevos Agricultores y luego recibieron asesoría de FarmRoots; esto les ayudó a crear un plan de negocios y un plan de mercadeo.

Después de las fuertes pérdidas y los programas de ayuda, en 2014 reportó un crecimiento de 130% en las ventas totales y del 60% en sus ganancias netas.

Valor de familia

En total, la granja de la familia Bautista cubre una superficie de 20 acres. Acaban de comenzar la plantación de cebolla, kale, repollo, remolacha, zanahoria, cilantro, perejil y scallions; la siembra de los chiles (poblanos, pimientos, banana, habanero y jalapeños) comenzará entre el 20 y 25 de mayo.

La granja fue bautizada R&R por Rogelio y su hijo, Rogelio Jr., de 8 años. El matrimonio además tiene una niña de 11 años y otro niño de 4.

“Yo trato de enseñarles lo básico sobre el cultivo de la tierra. Quisiera que fueran a la escuela, que saquen una profesión porque este trabajo es duro… pero también quisiera que alguno de ellos siguiera los pasos de la agricultura y sean profesionales en ello”, indicó.

Algunos parientes de su esposa, también agricultores mexicanos, les ayudan con la plantación. El plan de negocios que llevan a cabo enfatizando las ventas dentro de 20 millas de distancia y han dejado de presentarse en los mercaditos verdes por una sencilla razón: quieren y necesitan estar más tiempo en la granja y con sus hijos.

Sus vínculos con Puebla están fuertes, ya que los padres de Rogelio viven allá. Él viajó por primera vez en más de 13 años; un reencuentro muy intenso con su familia, que si bien le avivó la nostalgia, no deja de sentirse extraño.

A la hora de comer, dice, no es complicado, pero de vez en cuando sí le gusta un plato de buen mole poblano preparado por su esposa.