En juego juego histórico los Yankees ganan con un solo hit

Starlin Castro bateó cuadrangular que remolcó a Gardner y los Bombarderos ganaron 2-1 a Rays de Tampa

Starlin Castro conecta un home run de dos carreras al pitcher Odorizzi.

Starlin Castro conecta un home run de dos carreras al pitcher Odorizzi. Crédito: Brian Blanco | Getty Images

Los Yankees derrotaron el domingo 2-1 a los Rays de Tampa  Bay en un juego insólito en el que los perdedores dejaron 17 corredores en base y los ganadores batearon sólo un hit que bastó para reclamar la victoria.

Jake Odorizzi, el abridor de los Rays tuvo una tarde tranquila frente a los Yankees que no contaban en su lineup con Carlos Beltrán por rigidez en un hombro ni con Mark Teixeira por molestias en el cuello.

Sin ofensiva posible los Bombarderos sobrevivían gracias a Nat Eovaldi, el rudo derecho quien había tolerado seis imparables y había regalado dos boletos mientras perdía el juego por una carrera recibida en la tercera entrada.

Eovaldi había tolerado imparable de Brandon Guyer y aunque pudo sacar out a Miller en la jugada, Guyer fue a segunda y con dos outs vino Evan Longoria que conectó largo a zona de Aaron Hicks para remolcar a Guyer. 1-0

Los Yankees seguían sin conectarle un imparable al abridor de Tampa después de seis entradas. De hecho Odorizzi había devuelto a diecinueve bateadores de Yankees en filita y enfilaba hacia un no-no cuando recibió a Brett Gardner quien le quitó un boleto gratis.

Era el primero de los Mulos en llegar a base en todo el día. Vino entonces Starlin Castro y con el segundo lanzamiento de Odorizzi le disparó cuadrangular para traer dos carreras a home y darle la vuelta a la pizarra y ponerlo 2-1.

Con seis entradas de trabajo Eovaldi se fue a descansar y vino el temido bulpen de Yankees para mantener la ventaja de una carrera.

Llegó a la lomita Dellin Betances quien con trece pitcheos y dos ponches sacó a Guyer, Miller y Longoria, para poner el cero de la séptima.

Andrew Miller asumió el control en la octava y con tres ponches en catorce lanzamientos mantuvo el orden y dejó el cierre para Chapman.

El zurdo cubano lanzó doce pitcheos, ocho de ellos de 100 o más millas y fusiló a Dickerson, Mahtock y Jennings para bajarle el telón al partido.

Por lo insólito el juego ya tiene un lugar en la historia ya que desde el 10 de julio de 1914 los Yankees no ganaban un juego bateando un solo imparable. Para el caso lo hacen frente a un equipo que dejó a 17 jugadores en base.

El juego lo ganó Eovaldi (6-2) y lo perdió Odorizzi (2-3). Chapman (7) se anotó el salvado.

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