Lin-Manuel Miranda sobre la junta fiscal para PR: “Haciendo de tripas corazones”

Con todas sus fallas, la legislación propuesta es la única opción que el Congreso está dispuesto a aprobar sobre la crisis de Puerto Rico

La colaboración es esencial para crear una noche de teatro: muchas manifestaciones del arte se unen para crear una experiencia única. Desde las obras “In The Heights”, a “Bring it On” y “Hamilton, siempre he dependido de un grupo de colaboradores de confianza, para hacer nuevos trabajos realidad. En el teatro, no se puede trabajar sólo.

Entender y opinar sobre la crisis económica de Puerto Rico no es diferente. Busco consejos de los que conocen el tema más que yo. Escucho opiniones diferentes a las mías. Hago preguntas. Leo. Reflexiono. Escribo.

Es agonizante escribir sobre Puerto Rico hoy y los más recientes desarrollos en el tema de la deuda. Muchos líderes a quienes admiro, personas que conocen y se preocupan profundamente por la isla, tienen opiniones conflictivas.

Aquí comparto mi opinión, con todo el respeto que se merecen los líderes cuyo conocimiento y experiencia me han informado, incluyendo a la congresista Nydia Velázquez y la presidenta del Concejo Municipal de la Ciudad de Nueva York, Melissa Mark-Viverito. La congresista Velázquez en particular ha llevado la batuta en esta lucha. Ella ha estado“in the room where it happens” (en el lugar de la acción) cada vez, y ha abierto y pateado puertas cuando ha sido necesario. Ha sido una feroz defensora de la isla y su participación ha sido invaluable.

También he tenido conversaciones con mi papá, quien a pesar de haber vivido en Nueva York casi toda su vida, se preocupa por Puerto Rico como si fuera su vecindario.  Y debo admitir que he tenido más de una conversación imaginaria con mi abuelo Wisin, quien me enseñó a querer a “mi islita” desde la infancia.

La buena noticia es que el presidente de la Cámara de Representantes en Washington, Paul Ryan, cumplió su promesa: trabajó en conjunto con republicanos y demócratas, y ha creado una legislación que determinará el futuro inmediato de Puerto Rico.

En un Congreso reconocido por sus tranques en muchos asuntos importantes, cualquier legislación que haga posible la restructuración de la deuda de Puerto Rico antes del 1ero de julio, debe ser percibida como un rayito de esperanza –una frágil esperanza, pero esperanza de todos modos.

Muchos dicen que la legislación no es suficiente.  Estoy de acuerdo.

A muchos le preocupa que la creación de una junta fiscal es esencialmente un gobierno no-electo paralelo al gobierno electo democráticamente por los votantes en la isla.  Comparto esta preocupación.

Sé que necesitamos asegurarnos de que la legislación permita la restructuración de la deuda; que Puerto Rico tenga un alivio y que se provean los servicios críticos y básicos que los residentes de Puerto Rico necesitan desesperadamente – y que no están recibiendo (como hospitales funcionales y escuelas abiertas).

Debemos asegurar que Puerto Rico no será consumido por demandas legales, teniendo que invertir la mayoría de sus recursos y tiempo en defenderse contra los reclamos de los bonistas.

Debemos también asegurar que los poderes dados al gobernador de la isla, realmente apoyarán la creación de una nueva generación de jóvenes trabajadores.  Limitar sus sueldos a la mitad del salario mínimo – meramente $4.25 la hora, lograría lo opuesto.

Mis primos en Puerto Rico apenas pasan la adolescencia. Aman a la isla y ahí quieren vivir, pero recortar el salario para todas las personas menores de 25 de años de edad (como la legislación propone) resultará en una generación completa dejando a la isla para mudarse a Estados Unidos. ¿Cómo puede Puerto Rico prosperar si crea un ambiente financiero hostil para el bienestar de sus jóvenes, su próxima generación de maestros, médicos, artistas y propietarios de vivienda?

Con todas sus fallas, la legislación propuesta es la única opción que el Congreso está actualmente dispuesto a aprobar. Esa es la triste realidad.

En español tenemos un refrán, “haciendo de tripas corazones”. Para los que no conocen la frase, es equivalente a “Cuando llueven limones, hay que hacer limonada”. El modismo demuestra una firme convicción de hacer lo mejor bajo circunstancias que no son las mejores.

Así que… hacemos corazones. Continuamos enfocando la atención sobre Puerto Rico. Escuchamos. Escribimos. Trabajamos. Hacemos escuchar nuestras voces. Y todo, de corazón; es nuestro deber. No podemos hacerlo sólo.

Lin-Manuel Miranda es actor, escritor y compositor, ganador de los premios Pulitzer, MacArthur, Tony, Grammy, Emmy, Olivier, Drama Desk y Lucille Nortel. Su nueva obra musical, “Hamilton”, se presenta actualmente en Broadway.

En esta nota

#PuertoRico Nydia Velázquez

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