Populismo ronda a Estados Unidos

Ahora más que nunca hay que meditar muy bien el voto

El ascenso al poder político de un personaje como Donald Trump, más allá de si gana o no las elecciones presidenciales de noviembre próximo, parecería ser un indicativo de que Estados Unidos podría estar ingresando en la peligrosa corriente de gobiernos populistas, como los que son tan comunes en las naciones latinoamericanas.

El populismo, primo hermano del caudillismo latinoamericano, en un buen número de casos se transforma en conductas antidemocráticas, y en algunos casos en verdaderas dictaduras.
Un mandatario, o un posible mandatario que emprende una guerra en contra de los medios de comunicación; enfrenta y amenaza a los órganos de la administración de justicia y control; pretende utilizar a la propia justicia para a través de demandas judiciales minar la capacidad de protesta de sus conciudadanos; insulta, atropella, desacredita y descalifica a la oposición; marginaliza y criminaliza a sectores específicos de la sociedad; está inevitablemente pavimentando el camino hacia un régimen dictatorial.

Lo hemos visto en el pasado con personajes siniestros como Leonidas Trujillo, Jorge Videla, Gustavo Rojas Pinilla, entre otros; lo estamos viendo en el presente, con las dictaduras que viven la Venezuela madurista o mi país de origen, Ecuador, con el régimen tiránico de Rafael Correa; y Lo podremos ver en el futuro en Estados Unidos si para desgracia de este país, Donald Trump llegara a ganar las elecciones este año.

No hay que hacer mucho esfuerzo para descubrir que las conductas identificadas como propias de los regímenes populistas y dictatoriales del pasado y del presente, encajan perfectamente en el proceder y personalidad de esta suerte de caudillo estadounidense, que apelando a la frustración de un sector de la sociedad y al radicalismo recalcitrante de otro, pretende acceder al poder para gobernar más allá de los límites constitucionales vigentes.

Lo demuestra cuando señala que no dubitará en enjuiciar a la prensa, en interpelar a los jueces, y en ordenar a las fuerzas militares actuar fuera del margen de la Ley. Lo demuestra cuando lejos de cuestionar a la oposición, la descalifica con insultos y adjetivos calificativos; lo demuestra cuando hace de todo aquel que discrepe con él, un enemigo instantáneo al que hay que destruir; y lo demuestra cuando dirige el objetivo de su odio hacia comunidades enteras como los Hispanos y los musulmanes.

¿Es esto lo que le hace falta a Estados Unidos de América? ¿Es un dictadorzuelo lo que necesita el país? ¿Es un tirano populista operando fuera de la Ley lo que nos esperaría?
El voto debe ser muy bien meditado, amable lector.

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