Sanders: “La lucha continúa”

Obama llamó a Clinton y a Sanders, y felicitó a la exsecretaria de Estado por lograr la histórica nominación presidencial demócrata

WASHINGTON.- Pese a que perdió la mayoría de las primarias de anoche, el precandidato presidencial demócrata, Bernie Sanders, prometió la madrugada del miércoles que mantendrá su lucha por los votos y delegados hasta la convención demócrata el mes próximo en Filadelfia (Pensilvania).

Vamos a luchar duro para ganar la primaria en Washington D.C., y después llevaremos nuestra lucha por la justicia social, económica, racial y ambiental a Filadelfia, Pensilvania”, dijo Sanders ante miles de seguidores en Santa Monica (California).

“Soy muy bueno en aritmética y sé que la lucha que tenemos por delante es muy muy empinada pero continuaremos luchando por cada voto y cada delegado… la lucha continúa”, enfatizó Sanders, interrumpido por aplausos en múltiples ocasiones.

De esta forma respondía Sanders a los resultados de las primarias en California, Montana, Nuevo México, Nueva Jersey, y las Dakotas del Norte y del Sur, horas después de que los medios pronunciaron a Hillary Clinton como la virtual candidata presidencial demócrata.

Según datos a boca de urna, Sanders había ganado en Montana y Dakota del Norte. Las primarias del Distrito de Columbia, sede de la capital estadounidense, serán las últimas del proceso de eliminatorias, y abrirán paso a una dura contienda general que culminará con los comicios del 8 de noviembre.

Sanders dijo que recibió una llamada del presidente Barack Obama, con quien prometió trabajar por el avance del país, y otra de Clinton, a quien felicitó por sus victorias de la noche, si bien ésta fue abucheada por sus seguidores.

A petición de Sanders, Obama lo recibirá en la Casa Blanca mañana jueves, previsiblemente para discutir cómo forjar la unidad del partido. Obama también llamó a Clinton, su antigua rival en la contienda presidencial de 2008, para felicitarla por su logro histórico.

En tono y contenido, el discurso de Sanders de alrededor de 20 minutos sirvió para repetir su llamado a una “revolución política” y la misión de transformar al país, de tal manera que el gobierno y la economía funcionen en bienestar de la mayoría, y no de un puñado de millonarios y corporaciones.

Así, Sanders reiteró la urgencia de poner fin a un “corrupto” sistema de financiación electoral, un maltrecho sistema de justicia criminal, y bancos de Wall Street que benefician a los ricos.

También repitió su promesa de una “verdadera” reforma migratoria con una vía hacia la ciudadanía de los indocumentados, y una reforma tributaria que haga pagar más impuestos a los multimillonarios.

Su discurso estuvo cargado de ataques contra el virtual candidato presidencial republicano, Donald Trump, porque, a juicio de Sanders, el pueblo estadounidense no puede permitir “que republicanos de derechas controlen nuestro gobierno”.

El pueblo estadounidense “jamás apoyará a un candidato cuyo tema principal es la intolerancia, que insulta a los mexicanos, que insulta a los musulmanes, mujeres y afroamericanos”, dijo.

“No permitiremos que Donald Trump se convierta en presidente de EEUU”, subrayó.

Horas antes, Clinton celebraba en la sede de su campaña en Brooklyn un momento histórico en EEUU, al convertirse en la primer mujer en obtener la candidatura presidencial de uno de los principales partidos políticos del país.

En tono conciliatorio, Clinton elogió la forma en que Sanders ha conducido su campaña y, extendiendo una rama de olivo, invitó a los partidarios de éste a que se sumen a su causa para vencer a Trump en noviembre próximo.

Aunque Sanders había apostado por el “premio mayor” de California, el cómputo de votos en la madrugada arrojaba una ventaja significativa para Clinton, que terminó ganando el estado.

El diario The New York Times adelantó que, según fuentes anónimas, Sanders realizará más despidos de personal de su campaña, continuando la ronda de despidos que hizo en abril cuando empezaron a mermar las donaciones y el senador sufrió una racha de pérdidas en las primarias.

Las imágenes de televisión hoy captaban el ambiente entre los miles de fieles seguidores de Sanders en Santa Monica, muchos de los cuales han prometido que jamás apoyarán a Clinton  la abuchearon durante toda la noche.

Ese será, precisamente, uno de los retos de Clinton de cara a los comicios generales del próximo 8 de noviembre: cómo ganarse a los independientes y a los jóvenes, buena parte de los cuales han acompañado a Sanders, cautivados por su mensaje populista y su llamado a una “revolución política”.

En esta nota

Barack Obama Bernie Sanders Donald Trump EEUU Elecciones 2016 Hillary Clinton
Contenido Patrocinado
Enlaces patrocinados por Outbrain