Un trabajo de adaptación

Con la paternidad, quedan a un lado las preferencias personales, y hay que adquirir nuevos conocimientosy gustos de acuerdo a la edad de los hijos

Con la paternidad quedan a un lado las preferencias personales, ahora hay que adquirir nuevos conocimientos que oscilan entre lo “in” y lo “out” de la moda, las canciones y artistas del momento y las series televisivas, así como el nombre de los súper campeones de fútbol, entre otras cosas.

Incluso, es necesario recurrir a ejercicios de memoria o suplementos alimenticios para recordar el nombre de los amigos, amigas, novios, “ex”, citas, etc, etc, etc.

“Todo depende de la edad y personalidad del hijo”, asegura Rita Wigisser de Margolis, psicoterapeuta e integrante de la Asociación de Terapia Familiar de México. “La relación con cada uno de los hijos es distinta, depende de la edad. El papá no va a convivir igual con un recién nacido que con uno de 3tres años o con alguien más grande.

Para que la relación padre e hijo funcione, subraya, se requiere de la negociación. Ambos tienen que comprender las necesidades de cada uno y conocer sus expectativas, ya que los hijos no siempre tienen que ceder ante la personalidad dominante del padre, ni él tiene que complacerlos en todo.

“Hay ocasiones en las que el padre dice que sus hijos tienen que ceder y adaptarse a él. En cambio, hay papás que buscan otro tipo de relación y se preocupan por platicar con ellos, participar en sus actividades,  estar presente en sus vidas. El resultado es que los hijos quieren estar con el papá porque  saben que es su aliado”, expresa.

Un papá a todo dar

Su padre está por cumplir 70 años, así que le preguntó qué consejos daría a los más jóvenes, cuenta Margolis, y su respuesta fue tajante.

“Me dijo: ‘Si en alguna forma pudiera regresar el tiempo, hubiera tratado de no divorciarme, de poder crecer con mi pareja, con la madre de mis hijos para compartir las alegrías y tristezas de mis cinco niños y disfrutar de mis nietos a través de una comunicación abierta, estando y disfrutando cada momento para estar lleno de alegrías y compartir sus vidas día a día. No sentirme tan alejado, tan fuera de ellos como lo estoy ahora'”.

También preguntó a su esposo, el padre de sus hijos, y su respuesta complementó la idea, señala la psicoterapeuta.

“No hay que meterse mucho con los hijos, hay que estar presente y que ellos lo sepan, apoyarlos en todas las formas: espiritual, monetaria, educativa, cultural, pero nunca encima de ellos, darles su espacio y predicar con el ejemplo. Todo debe ser con respeto”, apuntó él.

A papá se le demanda mayor cercanía, amor, comunicación, respeto y, sobre todo, conciencia de su paternidad. El nuevo padre tiene que asimilar que la ternura no es signo de debilidad y que la apertura emotiva no tiene que ser amenazante, coinciden las especialistas.

Recuerda que

  • Cada hijo tiene una identidad propia
  • La palabra da claridad y el ejemplo guía
  • Hay que destinar un espacio diario a cada uno de ellos
  • Puede crear actividades grupales en las que participen todos los miembros de la familia
  • Los instantes más valiosos son aquellos en los que hubo estrecha relación entre el padre y el hijo. Valen más que cualquier juguete
  • No debe privar de su presencia a sus hijos. La figura paterna es fundamental para su desarrollo emocional.
  • Viva el “hoy”. Disfrute cada una de las etapas de sus hijos. Gócelas al máximo. Nunca se sabe qué sucederá el día de mañana.
  • No haga distinciones entre hermanos. Cada uno tiene defectos y virtudes. Habrá quien tenga más o menos contacto con usted y esto no significa que lo quieran más o menos.
  • Haga los fines de semana especiales. Piense en actividades que se recordarán toda la vida.
  • Sea capaz de compartir y disfrutar sus sentimientos con sus seres más cercanos.
  • Hágales saber que pueden acudir a usted en busca de respaldo y cariño.
  •  Muestre su interés por sus asuntos.
  • Hable abiertamente de los temas que interesan a sus hijas e hijos.
  • Corríjalos sin lastimarlos ni agredirlos.
  • Enséñelos a jugar con los medios que usted conoce: canicas, trompo, resorte, cuerda, escondidillas o juegos de mesa, como ajedrez, damas chinas, dominó, rompecabezas o juegos de memoria. Haga competencias.
  • Cante y baile con sus hijos.

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