Constructora sólo pagará $10,000 por muerte de obrero

Activistas y familiares de Carlos Moncayo muestran decepción porque no se haya impuesto una pena más severa por a la compañía

El juicio contra la compañía Harco Construction LLC, la constructora encontrada culpable de negligencia e imprudencia por la muerte del obrero ecuatoriano Carlos Moncayo, llegó a su fin este miércoles con la sentencia dictada por el juez Kirke Bartley, Jr., una decisión que dejó con un sabor agridulce a activistas y familiares del trabajador.

El juez ordenó a la constructora a crear una campaña de publicidad en español e inglés que eduque sobre los derechos del trabajador y la seguridad en las zonas de construcción, para que otras familias no tengan que pasar por el mismo dolor. Sin embargo, las leyes permiten que la empresa no acate esta decisión y en vez, pague una sólo una multa máxima de $10,000.

“La compañía no obedecerá dicha sentencia porque es una violación de la Primera Enmienda de la Constitución que protege la libertad de expresión”, dijo el abogado defensor Ronald P. Fischetti.

En tanto, los activistas rechazaron que las leyes no contemplen grandes castigos penales para las constructoras envueltas en este tipo de casos. “$10,000 significa nada para una compañía que es multimillonaria. El juez le dio la oportunidad de hacer algo educativo, de intentar prevenir otras muertes y accidentes serios en el lugar del trabajo, y esta compañía simplemente dice ‘prefiero pagar con mi dinero y esconderme detrás de esto para no tener que proteger la vida de mis trabajadores’, que claramente para ellos no significa nada”, expresó Arturo Archila, líder de United Steel Workers, una organización que agrupa a los trabajadores del acero.

Linda Moncayo, la hermana del fallecido, le había pedido al magistrado que se asegurara que Harco cumpliera con la sentencia de crear la campaña de publicidad en vez de la multa máxima, para que otras familias no pasen por su misma experiencia. “Harco no solo destrozó la vida y los sueños de Carlos, sino la vida y los sueños de toda la familia”, dijo la hermana.

José Torralba, organizador para Viento del Espíritu, también expresó su decepción: “Es ridículo porque $10,000 para ello es nada, pero es la ley”.

El fiscal del distrito de Manhattan Cyrus Vance, y el comisionado del Departamento de Investigaciones Mark G. Peters, hicieron una declaración conjunta en la cual indicaron que aunque la sentencia envía un mensaje sobre la responsabilidad que los contratistas tienen de dar seguridad a los trabajadores, “las sanciones son modestas y no corresponden por el daño causado”.

“Penalidades más severas, tales como las relacionadas específicamente con la conducta corporativa que lleva a la muerte y lesiones físicas graves, son necesarias para disuadir la conducta criminal y proteger la integridad de la industria de la construcción “, dijeron.

El trabajador, el ecuatoriano Carlos Moncayo (22).
El trabajador, el ecuatoriano Carlos Moncayo (22).

Aunque con esta sentencia se pone fin al juicio contra la constructora, los casos contra los otros acusados —el supervisor Alfosnso Prestia, el capataz Wilmer Cueva y la constructora empleada por Harco, Sky Materials Corp— siguen abiertos y pendientes. A diferencia de corporaciones que no pueden ser sentenciadas a cárcel sino a pagar multas, los individuos envueltos en ese casi sí podrían enfrentarse penas de prisión si son encontrados culpables.

El año pasado Moncayo murió aplastado por la tierra cuando se realizaba una excavación en una construcción en Manhattan, en la cual no se reforzaron debidamente los muros mientras abrían el hoyo.

El joven de 22 años fue uno de 18 muertos por accidentes de construcción en el 2015. Diez de los fallecidos eran latinos, y solo uno pertenecía a un sindicato.

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