Docenas de lápidas removidas de cementerio de L.A. sin avisar a familiares

Los familiares de los occisos piden explicaciones

Con preocupación y un llanto contenido, Guadalupe Rodríguez y Eva Witz veían el miércoles como trabajadores removían la tierra cerca de las tumbas de sus seres queridos en el cementerio Angelus-Rosedale en el área de Pico Union.

Con lágrimas que comenzaron a rodar por sus mejillas, Witz intentaba reconocer el lugar donde su hijo Randy Witz —quien falleció hace dos meses— esta enterrado, puesto que no había marcas para identificar las tumbas y un listón amarillo les impedía acercarse.

“Van a quitar todo y ¿cómo voy a saber donde quedó mi hijo?” se cuestionó Witz.

Eva Witz (izq.) no pudo contener las lagrimas al acercarse a la tumba de su hijo Randi Witz que falleció hace dos meses.
Eva Witz (izq.) no pudo contener las lagrimas al acercarse a la tumba de su hijo Randi Witz que falleció hace dos meses. (Foto: Jacqueline García/La Opinión)

Cerca de dos docenas de tumbas del histórico cementerio fundado en 1884 fueron afectadas el pasado viernes cuando sus lápidas comenzaron a ser removidas para realizar un proyecto de mejora del paisaje, según los encargados del camposanto. El problema es que las familias dicen que nunca se les notificó de esto y los cambios los dejan tristes y sorprendidos.

Sin embargo, algunas tumbas no tenían lápidas —incluyendo las de los familiares de Rodríguez y Witz— y la preocupación aumenta debido a que la remoción de la tierra pudiera confundir su localidad original.

No les avisaron

Rodríguez dijo que su mamá fue el viernes pasado a visitar a su hermano, quien murió hace un año, y cuando llegó se dio cuenta de lo que estaba pasando.

“Ella me contó y cuando yo vine el sábado seguían removiendo más lápidas y cuando pregunté que pasaba, ‘la dueña’ dijo que es un dinero que tienen y se tiene que gastar, pero no me dio detalles por motivos de legalidad”, dijo Rodríguez.

Una carta de la gerencia del cementerio que fue enviada a algunos de los familiares y entregada en la mano a otros, explica que el proyecto afecta a las “Secciones B y C, del Garden Companion”, que esta localizado frente al cementerio, directamente al cruzar de la oficina.

La carta firmada por Courtney Davenport Rhodes, vicepresidenta de Angelus-Rosedale, Inc., dice que el proyecto de rehabilitación incluirá un nuevo sistema de irrigación automático, instalación de tierra, césped, fertilizante y plantación de matas de rosas y arbustos.

No les gusta el cambio

Sin embargo, la furia y el dolor de las familias crece debido a que dicen no estar preparados mentalmente para encontrar tal cambio repentinamente.

Davenport Rhodes asegura que la localidad de cada lápida ha sido “marcada, documentada y fotografiada” y en cuanto termine el proyecto serán puestas en su lugar adecuado.

Se estima que el proyecto dure entre 45 a 90 días desde su comienzo [que fue] el martes 30 de agosto de 2016”, dijo Davenport Rhodes en la carta, la cual tiene fecha del 25 de agosto.

La remoción de las lápidas comenzó el 26 de agosto.

Al ver a las dos mujeres preocupadas y con lágrimas, un trabajador que estaba cerca dijo que sentía su dolor y les permitió acercarse a las tumbas.

Una vez que las mujeres estaban cerca de sus difuntos, otro trabajador llevó unas pequeñas banderitas color naranja donde escribió los nombres de los familiares de las mujeres y los colocó sobre las tumbas para identificarlas.

Agradecidas, Rodríguez y Witz dijeron sentirse un poco más aliviadas puesto que ya van a poder identificar las tumbas.

“Los trabajadores nos estan dando más ayuda que la compañía”, dijo Witz.

Unas banderillas color naranja identifican las tumbas de los familiares de Rodríguez y Witz.
Unas banderillas color naranja identifican las tumbas de los familiares de Rodríguez y Witz. (Foto: Jacqueline García/La Opinión)

Hay personas que no han podido superar la muerte de su ser querido y es injusto que aun así vengan y hagan esto con las tumbas sin suficiente aviso”, dijo Rodríguez, quien esperaba celebrar este jueves 1 de septiembre el primer aniversario del fallecimiento de su hermano, José Rodríguez.

“Pero ni flores le vamos a poder poner en su tumba”, dijo Rodríguez indignada.

Rodríguez dijo que ya envió una queja al buro de funerarias y cementerios del estado de California para mencionar la falta de ética del cementerio por no avisarles a tiempo del cambio que ocurriría. Ella dijo que espera que los demás familiares hagan lo mismo.

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