Kerber cumple sus sueños

La alemana se proclama campeona del US Open al derrotar a Pliskova y es nueva número 1 del mundo

QUEENS, NY – Llegó a Nueva York hace dos semanas como número 2 del mundo. Se va con su segundo torneo de Grand Slam y con el número 1 de la WTA. Es Angelique Kerber, una alemana de 28 años que se proclamó campeona del US Open 2016 al derrotar a la checa Karolina Pliskova por 6-3, 4-6 y 6-4 en una húmeda y calurosa tarde de sábado en Flushing Meadows.

Kerber es la segunda tenista en ganar sus dos primeros ‘grandes’ con más de 28 años. También se ha convertido en la cuarta jugadora de la historia en alcanzar tres finales de Grand Slam el mismo año que llega a su primera. La anterior en lograrlo fue Martina Hingis en 1997.

“Todos los sueños se han hecho realidad este año”, dijo Kerber sobre la pista antes de recoger el trofeo. “Siempre he querido ganar Grand Slams y ser la número uno del mundo”.

Además, es la primera alemana que gana el US Open desde Steffi Graf en 1996. Lo logró cediendo un solo set en todo el torneo, en la final ante Pliskova, quien hasta este Abierto de EEUU nunca había pasado de tercera ronda en un Grand Slam.

Inexperiencia y nervios

Pliskova, 24 años, comenzó nerviosa. La jugadora con más aces en lo que va de año cometió una doble falta en el primer punto del partido. Con 15-30, falló una volea fácil en la red. Kerber aprovechó esos errores y logró el ‘break’.

“Ella ha jugado dos finales de Grand Slam antes”, dijo Pliskova. “Jugó mejor al principio, cuando yo cometí demasiados errores”.

Pliskova tiene uno de los mejores saques del circuito.
Pliskova tiene uno de los mejores saques del circuito.

Pero pronto el saque de Pliskova comenzó a funcionar y su derecha hacía mucho daño a Kerber, forzada a correr de esquina a esquina. Aún así, la alemana fue capaz de conservar su saque juego tras juego –salvó dos bolas de break en el cuarto- y poner presión en la checa, que volvió a ceder su servicio y dejó escapar el set.

En el segundo parcial otra vez Pliskova dejó escapar la oportunidad de romper el saque de Kerber –en el tercer juego-, por no aguantar los intercambios largos con la alemana, que en su mayoría acababan con un error de la checa. La paciencia y el juego defensivo de Kerber se imponían.

Hasta el séptimo juego, en que la checa, por fin, se anotó su primer ‘break’. Fue suficiente para llevarse el set gracias a la solidez con su servicio, ya que en toda la manga no cedió ni siquiera una bola de ‘break’.

Pliskova siguió creciendo y, tras mantener su saque sin problemas al comienzo del set definitivo, volvió a romper el servicio de Kerber en el tercer juego. La alemana, viendo que se le escapaba el partido, tiró la raqueta con furia contra el suelo.

Angelique Kerber devuelve una bola durante la final del US Open.
Angelique Kerber devuelve una bola durante la final del US Open.

Pero Kerber no es la nueva número 1 del mundo por nada. Arriesgando y devolviéndolo todo, especialmente con una derecha ganadora sobre la línea, fue capaz de recuperar el break en el sexto juego. La misma alemana reconoció después que ése fue el momento clave del partido.

“Cuando gané el punto supe que tenía el ‘feeling’”, comentó. “Tercer set, 3-3, simplemente vete a por ello, me dije”.

Pliskova comenzó a mostrar signos de cansancio, apoyándose en la raqueta después de cada punto. Aún así, siguió atacando hasta que, en el décimo juego no aguantó más la presión y cedió el servicio, el set y el partido.

La alemana se llevó así la mayor bolsa que se paga en el mundo del tenis: $3.5 millones de dólares por ganar el US Open.

“Tienes que tener paciencia. Trabajar duro. Tener un gran equipo alrededor y amar lo que haces. Haces todo eso y un día todo da sus frutos”, dijo Kerber junto al trofeo en la rueda de prensa.

“Tienes que creer en tus sueños”.

A photo posted by Rafael Cores (@rcores) on Sep 10, 2016 at 5:05pm PDT

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