Wawrinka llama a la puerta del Big Four

El suizo gana el US Open tras derrotar a Novak Djokovic en cuatro sets

QUEENS, NY – En el mundo del tenis se habla del Big Four, los cuatro jugadores que han dominado el circuito la última década. Roger Federer, Rafael Nadal, Novak Djokovic y Andy Murray han ganado 42 de los 47 torneos de Grand Slam que se han jugado desde 2005. De los cinco restantes, tres tienen un nombre propio: Stan Wawrinka.

El suizo lleva tres años reclamando que ese club cambie de nombre a Big Five. Cuando llega a una final, la gana. Así lo ha hecho las últimas once veces que ha alcanzado el partido decisivo en un torneo. Con el triunfo ante un físicamente mermado Djokovic por 6-7(1), 6-4, 7-5 y 6-3 en la final del US Open, Wawrinka logró su tercer Grand Slam tras los triunfos en Australia en 2014 y Francia en 2015.

“Esto es increíble”, dijo Wawrinka al momento de recoger el trofeo y un cheque por $3.5 millones. “He jugado mucho tenis estas dos semanas. Estoy totalmente vacío. Lo he dejado todo”.

A sus 31 años y 5 meses, el número 3 del mundo es el ganador de un ‘grande’ de más edad desde Andre Agassi en 2003 y el campeón de US Open mayor desde Ken Rosewall en 1970.

Djokovic había ganado a Wawrinka en 19 de las 23 ocasiones que habían jugado antes, pero el suizo se había impuesto la única que vez que se habían visto las caras en una final de Grand Slam (Roland Garros 2015).

Curiosamente, Wawrinka sólo ha ganado un torneo ATP Masters 1000 en su carrera.

“Cuanto más juego en un Grand Slam, mejor me encuentro”, dijo Wawrinka. “Ayer entrené y sentí que estaba golpeando la bola mejor que nunca. Estaba preparado para la final”.

“Esta mañana empecé a ponerme muy nervioso, porque nunca quiero perder una final de Grand Slam”, explicó. “Ya no soy tan joven y no quiero perder estas oportunidades”.

Djokovic, de más a menos

El número 1 del mundo empezó sacando y mandando en el marcador al inicio del partido. Rompió el servicio de Wawrinka ya en el segundo juego y, en los mejores momentos del suizo, el serbio metía una marcha más para devolver bolas imposibles desde el fondo de la pista.

Djokovic fue una pared en el primer set.
Djokovic fue una pared en el primer set.

Contra las cuerdas 5-2 abajo, Wawrinka fue capaz de salvar dos ‘set balls’ con su saque. Y en el siguiente juego, logró romper el servicio de Djokovic e igualar el set. Pero hasta ahí llegó la resistencia del suizo, que sólo logró un tanto en el tie-break decisivo. Eso sí, fue uno de los mejores puntos del torneo, con el público puesto en pie aplaudiendo a ambos tenistas.

En el segundo set fue Wawrinka quien golpegó primero, aprovechando dos dobles faltas de Djokovic para adelantarse 3-1 con un break. El revés paralelo a una mano del suizo hacía mucho daño y con él fue capaz de salvar un 0-40 en el siguiente juego.

Wawrinka sirve durante la final del US Open.
Wawrinka sirve durante la final del US Open.

Aunque en su siguiente servicio Wawrinka no pudo soportar la presión de los restos de Djokovic, sí logró cerrar el segundo set al resto. El serbio, enojado, golpeó su silla con la raqueta tras perder el parcial.

No aproveché mis oportunidades. Tuve muchos break points”, dijo después Djokovic, que tuvo 17 oportunidades de rotura pero sólo convirtió tres.

El tercer set arrancó con el suizo salvando tres bolas de ‘break’. Quizá esa oportunidad perdida se quedó en la cabeza de Djokovic, que inmediatamente perdió su saque y se puso 3-0 abajo. Aun así, animado por los ‘Nole, Nole, Nole’ del público, el número 1 se recuperó y logró igualar el marcador 3-3 y mantener su saque hasta que, 6-5 abajo, perdió varios intercambios largos con su servicio y dejó escapar el set.

Con el tercer set en el bolsillo, Wawrinka hacía su característico gesto de llevarse el índice de la mano derecha a la sien.

El índice derecho a la sien, el gesto que repite Wawrinka cuando gana puntos decisivos.
El índice derecho a la sien, el gesto que repite Wawrinka cuando gana puntos decisivos.

Al comienzo del cuarto set, Djokovic comenzó a mostrar signos de dolor en su pierna izquierda y perdió tres juegos seguidos. El médico salió a la pista dos veces a atenderle (sangraba por una uña rota) y siguió jugando con problemas, pero fue capaz de defender su servicio en cada ocasión. Aún así el ‘break’ cedido era demasiado y Wawrinka cerró el partido con su saque.

Ambos jugadores, buenos amigos, se fundieron en un largo abrazo sobre la pista tras el último punto, después de 3 horas y 55 minutos de partido.

“Ganar dos Grand Slams y una final… ha sido un año bastante bueno. Claro que me hubiera gustado ganar hoy, pero no me queda más que darle la mano a mi rival”, afirmó Djokovic tras el partido.

Por su parte, preguntado si está al nivel de los cuatro jugadores que han dominado el circuito (Djokovic había dicho minutos antes que merecía que lo considerasen), Wawrinka lo tiene claro.

“¿El Big Four? Estoy muy lejos de ellos”, afirmó el suizo. “Mira todos los torneos que han ganado, cuántos años llevan ahí y llegando siempre a las finales… Por eso no estoy ahí”.

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