Por qué a Estados Unidos le va “tan mal” en los Juegos Paralímpicos

La que ha sido históricamente la máxima potencia del movimiento olímpico sólo ha dominado el medallero paralímpico una vez en los últimos 20 años y eso ocurrió cuando fue sede Atlanta en 1996. ¿Qué les pasa?

El equipo olímpico de Estados Unidos fue recibido en su país el mes pasado con bombos y platillos tras dominar cómodamente el medallero de los Juegos de Río 2016.

Una bienvenida que seguramente no tendrán sus homólogos paralímpicos una vez que finalicen las competencias deportiva este domingo en la “ciudad maravillosa” de Brasil.

La principal diferencia es que el equipo paralímpico no quedará en lo más alto de la tabla de medallas, aunque el problema es que tampoco llegará ni segundo ni al tercer puesto.

Estados Unidos conquistó 46 medallas de oro en las Olimpiadas de Río 2016.

La última vez que Estados Unidos ocupó el primer puesto en unos Juegos Paralímpicos fue hace 20 años en Atlanta 96. Desde entonces suma un quinto, un cuarto, un tercero y un sexto en los últimos juegos de Londres.

En Río persigue desesperadamente a Ucrania para arrebatarle la tercera plaza, pero no tiene ninguna opción de inquietar a los dos países que se ubican en la parte alta de la tabla: China y Reino Unido.

La superioridad del equipo asiático es tan abismal que suma más del doble de medallas que Estados Unidos y casi el triple de preseas de oro.

Cuestión de recursos

Una de las razones que más se mencionan para explicar este relativo bajo rendimiento es la falta de recursos.

La distribución del dinero entre los deportes y atletas en Estados Unidos se basa en un sistema directamente relacionado con los resultados.

A diferencia de la mayoría de países, los atletas estadounidenses, con la excepción de los deportistas paralímpicos que son veteranos de guerra y reciben apoyo del gobierno, dependen completamente del patrocinio comercial para financiar sus entrenamientos y costo de vida.

El Comité Olímpico de Estados Unidos (USOC, por sus siglas en inglés) distribuye alrededor de US$50 millones entre los atletas en diferentes deportes, monto que recibe de diversos acuerdos comerciales con grandes compañías como Coca-Cola, McDonalds y Visa.

La cantidad destinada a cada uno se basa en un sistema de resultados, por lo que algunos atletas en deportes menos atractivos o donde se reparten menos medallas se ven obligados a trabajar medio tiempo o depender de contribuciones privadas para podercumplir el sueño olímpico.

El dinero que destina el USOC a los deportistas paralímpicos ha aumentado en los últimos años, pero el aporte que recibe directamente el equipo paralímpico de Estados Unidos, que lo integran 289 atletas en Río 2016, se cree está en unos US$4 millones.

A la sombra de los anillos

Si hace un mes los anillos olímpicos estuvieron presentes en todos los rincones de Estados Unidos, ahora los agitos paralímpicos pasan casi desapercibidos.

El gigante Google abrió durante agosto un espacio dedicado exclusivamente a las Olimpiadas en su buscador de noticias, pero no hizo lo mismo durante los paralímpicos.

La razón puede ser el poco interés que despiertan estos últimos entre los aficionados.

Los atletas paralímpicos que son veteranos de guerra son los únicos que reciben apoyo financiero del gobierno.

Un ejemplo es que mientras Reino Unido ocupa el primer puesto en la cartelera de tendencias de Google en lo relacionado a temas paralímpicos, seguido de Nueva Zelanda, Irlanda y Australia, Estados Unidos se ubica en la 25ª posición.

Pero el problema puede estar también en la poca exposición que reciben de los principales medios de comunicación del país.

Las personas que desean ver algo de acción de los juegos tienen que sintonizar el canal por cable NBCSN o dirigirse a la página en internet de NBC, la cadena que tiene los derechos de retransmisión.

Tampoco se suele informar mucho en los noticieros.

Equipo de EEUU de baloncesto. THOMAS LOVELOCK FOR OIS/IOC/AFP/Getty Images)
Equipo de EEUU de baloncesto. THOMAS LOVELOCK FOR OIS/IOC/AFP/Getty Images)

Tatyana McFadden es una de las atletas paralímpicas más exitosas y populares de Estados Unidos, lo que se refleja en el atractivo comercial que genera.

“No hay mucho interés en los Paralímpicos en Estados Unidos, aunque creo que debería haberlo”, reconoció Ben Shpigel, del New York Times, uno de los pocos periodistas estadounidense acreditados en Río de Janeiro.

Shpigel señaló que una de las razones es que los juegos en Brasil han coincidido con el inicio de las temporadas de fútbol americano universitaria y de la NFL, la liga profesional, que en Estados Unidos “es el rey”.

“Superhumanos”

El experto de marketing deportivo David Abrutyn, vicepresidente de Bruin Sports Capital, considera que todavía hay un mercado paralímpico para ser explotado, ya que los resultados no lo son todo y las historias de coraje y heroísmo adquieren un valor especial.

Estados Unidos fue la gran potencia paralímpica hasta 1996, dominando el medallero en ocho de los primeros diez juegos.

Video: Sin ver, se quitó a 4 y metió un golazo en los Juegos Paralímpicos

Atleta paralímpico rompió récord de los olímpicos en la final de los 1.500 metros

“El movimiento olímpico es siempre sobre la participación y la inclusión. No creo que ganar sea necesariamente la fórmula secreta para elevar el perfil de los paralímpicos”, le dijo Abrutyn a la BBC.

Al igual que Shpigel, él cree que un punto de inflexión pueden ser los juegos de 2024, si Los Ángeles gana el derecho de ser sede de las Olimpiadas y de los Juegos Paralímpicos de ese año.

Sólo de esa forma se podría pensar en un equipo estadounidense paralímpico similar a la época pre-Atlanta, en la lideró el medallero en ocho de los primeros diez Juegos Paralímpicos.

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