Kaine y Pence ceden pocos centímetros en debate vicepresidencial

Cumpliendo su papel como “perros de ataque”, ambos candidatos defendieron los respectivos planes de su campaña

FARMVILLE (Virginia).- Con una dura línea de ataques e interrupciones, los aspirantes a la vicepresidencia, el senador demócrata Tim Kaine y el gobernador republicano de Indiana, Mike Pence, defendieron este martes, en su único debate electoral, los respectivos planes de sus campañas en torno a inmigración, economía, terrorismo y seguridad nacional.

Ambos candidatos tienen vasta experiencia política dentro y fuera de los corredores del Congreso, y a ambos se les conoce por su mesura pero, en el recinto de la Universidad Longwood, en la localidad rural de Farmville (Virginia), se pusieron los guantes para atacar las posturas del bando opositor.

Aunque Kaine y Pence estaban bajo los reflectores –como “número dos” tendrían que asumir la presidencia si fuese necesario-  los verdaderos protagonistas fueron la aspirante presidencial demócrata, Hillary Clinton, y su rival republicano, Donald Trump, y sus respectivos planes de gobierno.

Cumpliendo su papel como “perros de ataque”, ambos candidatos defendieron los respectivos planes de su campaña para la creación de empleos, el combate contra grupos terroristas como el Estado Islámico (ISIS), y el fortalecimiento de la seguridad nacional.

Pero fue Kaine quien adoptó un tono combativo durante buena parte de la noche, retando a Pence a que defendiera la retórica incendiaria y las polémicas propuestas de Trump. En cambio, Pence evadió respuestas directas y respondió con sus propios ataques contra la Administración Obama y la continuidad que, a su  juicio, daría Clinton a esas políticas.

A lo largo del debate, Pence se quejó de la “avalancha de insultos” de Kaine y se mostró impaciente cuando Kaine mencionó una vez más “esa cosa mexicana”, en referencia a la retórica incendiaria de Trump contra los mexicanos.

De hecho, de todos los dardos y frases de la noche, “esa cosa mexicana” se convirtió en un “hashtag” viral en Twitter.

Campaña de insultos

La principal tarea de Kaine fue poner la atención sobre la “campaña guiada por insultos” de Trump y sus presuntas trampas para evadir el pago de impuestos, a la vez que cuestionó que Pence pida votar “por alguien que él mismo no puede defender”.

Con ese hilo conductor, Kaine recordó que Trump, desde que lanzó su candidatura presidencial en junio de 2015, ha atacado a los inmigrantes, las mujeres, y los veteranos de guerra, sin jamás ofrecer disculpas.

Con el ceño fruncido y gestionando con las manos, Pence acusó a Kaine de exageraciones y señaló que la campaña de Clinton refleja el “universo alternativo de Washington D.C. contra la realidad” del resto del país.

“No pongas palabras en mi boca… estoy contento de defenderlo (a Trump)”, afirmó Pence, quien reprochó que Clinton haya descrito a la mitad de los simpatizantes de Trump como “deplorables”.

 Futuro incierto de los inmigrantes

 El tema de inmigración estuvo ausente del primer debate entre Clinton y Trump la semana pasada en Nueva York, pero hoy, junto a la política exterior hacia Siria o Rusia, fue uno de los puntos más fuertes del encuentro en Farmville.

Pence defendió el plan de Trump para una deportación masiva que “acabe de una vez por todas” con la inmigración ilegal, y acusó a Clinton y Kaine de querer continuar las “fronteras abiertas”, “amnistía” y “ciudades santuario” que, según los republicanos, están “deprimiendo los salarios”  y aumentando la criminalidad en EEUU.

El plan de Trump responderá “de forma sistemática a la inmigración ilegal” y una vez que haya reforzado la seguridad fronteriza y deportado a los criminales y personas con visas vencidas “entonces lidiaremos con los que aún permanecen” en el país, aseguró Pence, sin elaborar.

A manera de resumen, Kaine explicó que hay dos planes sobre la mesa: “Hillary y yo creemos en una reforma migratoria integral, Donald Trump cree en una ´nación de deportación´… queremos una reforma bipartidista” que favorezca la reunificación familiar, la deportación de criminales violentos,  una mayor vigilancia fronteriza, una vía hacia la ciudadanía para los inmigrantes que reúnan una serie de requisitos.

El historial de pago de impuestos

Kaine atacó en numerosas ocasiones el hecho de que Trump, según el diario “The New York Times”,  probablemente evadió el pago de impuestos durante al menos 18 años desde 1995, período que coincidió con los atentados de 2001 en Nueva York.

Hillary Clinton, desde su puesto como senadora demócrata por Nueva York (2001-2008),  trabajó para conseguir fondos para la reconstrucción de la ciudad, mientras “Trump tenía su propia lucha” para evitar el pago de impuestos, dijo Kaine.

Si no tiene nada que ocultar, “Donald Trump tiene que dar al pueblo estadounidense sus declaraciones de impuestos”, insistió Kaine.

Trump primero dijo que las divulgará cuando termine una auditoría del Servicio de Rentas Internas (IRS), pese a que la agencia sostiene que no hay impedimento para que lo haga ya. Recientemente, condicionó la difusión de los documentos cuando Clinton presente los miles de correos electrónicos borrados de su servidor personal cuando fue secretaria de Estado.

“Donald Trump es un empresario no un político… él atravesó unos momentos muy difíciles”  y utilizó adecuadamente el código tributario, dijo Pence, para justificar las pérdidas económicas declaradas por el magnate neoyorquino.

Pence se burló además de las “líneas prefabricadas” que, cual estribillo de una canción de rap,  Kaine repitió a lo largo de la noche, y aseguró que Clinton quiere continuar las políticas de endeudamiento de la Administración Obama que, a su juicio, “han llevado la economía a la cuneta”.

¿Quién ganó?

La mayoría de los analistas dio por ganador, aunque por estrecho margen, a Pence, y según una encuesta de CNN entre los que vieron el debate,  el 48% apoyó  a Pence mientras que el 42% a Kaine.

Pero, desde el salón destinado a entrevistas con la prensa –denominado en inglés “spin room”, porque cada bando da una lectura favorable a su desempeño-,  tanto funcionarios de ambas campañas como sus partidarios declararon ganador a su candidato.

La senadora demócrata de Minnesota, Amy Klobuchar, consideró que Kaine cumplió con su misión de demostrar que “Pence no pudo defender enérgicamente, ni una sola vez, las declaraciones y los insultos de Trump, ni su negativa a divulgar sus impuestos”.

La senadora demócrata Amy Klobuchar dijo a los periodistas que Kaine ganó el debate. Foto: María Peña/Impremedia
La senadora demócrata Amy Klobuchar dijo a los periodistas que Kaine ganó el debate. Foto: María Peña/Impremedia

Por su parte, la abogada A.J. Delgado, asesora de alto rango de la campaña de Trump, negó a este diario que éste sea un “candidato indefendible”  porque, ya sea al escoger a Pence como compañero de fórmula o con su plataforma de gobierno “mete la bala”.

Una asesora de Trump, A.J Delgado insistió en que es Clinton la candidata "indefendible". Foto: María Peña/Impremedia
Una asesora de Trump, A.J Delgado insistió en que es Clinton la candidata “indefendible”. Foto: María Peña/Impremedia

“No sé qué debate vio Kaine y la campaña (Clinton). Pence defendió a Donald Trump y sus posturas, porque es algo fácil: son posiciones a favor del votante americano“, dijo Delgado, de origen cubano.

“El que tuvo la tarea difícil fue Kaine… yo no pudiera defender a Hillary Clinton, el pasado que ella tiene,  criminal, lo que hizo con sus correos electrónicos, la Fundación Clinton, no tiene defensa”, subrayó.

En paralelo al debate, también pasaron la noche emitiendo reacciones inmediatas a cada punto de la discusión, mediante comunicados o mensajes en Twitter.

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