Cómo cuidarte de la influenza este año

Estrategias inteligentes para ayudarte a evitarla y tratarla

influenza

Crédito: Shutterstock

La temporada de la influenza del año pasado fue la más leve que ha habido en Estados Unidos en 3 años. Sin embargo, eso no significa que debas bajar la guardia. Esta enfermedad viral puede ocasionar 7 días o más de dolores, fiebre, tos y dolor de cabeza. Los adultos mayores y quienes tengan problemas de salud subyacentes, como asma, diabetes o enfermedad cardíaca, son más propensos a tener complicaciones como neumonía, a ser hospitalizados o incluso pueden morir.

La protección más importante es la vacuna anual contra la influenza. Su eficacia varía, dependiendo de qué tan bien se ajuste a las cepas de influenza que terminan circulando. Pero usualmente disminuye el riesgo de manera significativa y reduce la gravedad si llegas a contraer influenza de todas formas; además, de acuerdo con las investigaciones recientes, reduce la probabilidad de hospitalización en más del 50% para las personas de 50 años o más. También necesitas saber lo siguiente:

Pregunta por las vacunas más recientes

A medida que envejeces, tu sistema inmunológico puede volverse menos receptivo. Si tienes 65 años o más, pregúntale a tu médico si te podrías beneficiar con una vacuna de dosis alta (Fluzone de dosis alta), la cual es 4 veces más fuerte o con una vacuna con adyuvante (Fluad), la cual tiene un aditivo diseñado para provocar una reacción inmunológica más fuerte.

Los estudios demuestran que ambas vacunas previenen la influenza de mejor manera que las vacunas estándar contra la influenza, pero la investigación es más fuerte para la vacuna de dosis alta, indica William Schaffner, M.D., profesor of medicina preventiva en Vanderbilt University School of Medicine.

Verifica cuál es el momento oportuno

Trata de vacunarte antes de que empiece la temporada de influenza, la cual, por lo general es a finales de octubre, dice Fiona Havers, M.D., M.H.S., la médica responsable en los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades, porque puede tardar hasta 2 semanas para que desarrolles la inmunidad. Pero si ya no es el momento oportuno para vacunarte, hazlo cuando puedas; la influenza por lo general no alcanza su punto máximo sino hasta enero o febrero y puede circular durante uno o dos meses después.

Y evalúa ponerte la vacuna por la mañana. Un estudio reciente de University of Birmingham descubrió que las vacunas que se administraron entre las 9:00 y las 11:00 a.m. dieron como resultado niveles más altos de anticuerpos de protección para dos de tres cepas de influenza más que aquellas que se administraron entre las 3:00 y las 5:00 p.m. Los investigadores aún no han analizado si administrar una vacuna por la mañana ofrece más protección, pero “más anticuerpos en principio se relacionan con una mejor resistencia”, dice la líder del estudio, Anna C. Phillips, Ph.D.

Mantén un ambiente húmedo, hidrátate y lávate las manos

El aire seco ayuda a que el virus de la influenza viva más tiempo. Considera usar un humidificador para mantener la humedad en un 30% a 50%, bebe suficiente agua y reduce tu ingesta de alcohol, el cual te deshidrata. Evita tocarte la nariz y los ojos para reducir la posibilidad de transferir cualquier virus que puedas tener en las manos. Lávate las manos con frecuencia con agua y jabón durante 20 segundos (canta 2 rondas de “Happy Birthday”). O bien, utiliza desinfectante para las manos con al menos 60% de alcohol.

Toma decisiones inteligentes respecto a los medicamentos

Pídele a tu médico que te recete un medicamento antiviral de inmediato si tienes fiebre, tos y dolor de cuerpo y si tienes 65 años o más, si eres obeso o tienes un sistema inmunológico comprometido o un problema de salud crónico. Un medicamento antiviral puede reducir la duración de la influenza de 1 a 3 días, aliviar los síntomas y disminuir el riesgo de complicaciones, si empiezas a tomarlo en un plazo de 48 horas después de enfermarte.

Además, descansa, mantente hidratado y si tienes fiebre, dolor de cabeza y dolores musculares, opta por tomar acetaminofeno (Tylenol y genéricos), ibuprofeno (Advil y genéricos) o naproxeno (Aleve y genéricos). Evita los supresores de la tos (la tos ocasionada por la influenza por lo general desaparece sola) y los antibióticos, los cuales no funcionan para las infecciones virales. Además, tomarlos cuando no son necesarios puede contribuir a que las bacterias sean resistentes a los antibióticos.

3 infecciones más contra las que debes protegerte

  • Neumonía  Si tienes 65 años o más, padeces de una enfermedad crónica o fumas, ponte la vacuna contra el neumococo. Tendrás que ponerte dos vacunas ligeramente distintas, con un año de diferencia.
  • Virus sincitial respiratorio Esta infección parecida a la influenza es más frecuente en niños, pero también afecta a los adultos y puede dar lugar a complicaciones como neumonía. No existe tratamiento para adultos, así que toma medidas preventivas, como lavarte las manos con frecuencia.
  • Virus del Zika La mayoría de las personas infectadas no presentan síntomas, pero el virus puede ocasionar defectos congénitos graves y el síndrome de Guillain-Barre. A algunas personas les da fiebre, dolor en las articulaciones, sarpullido o conjuntivitis. Si te encuentras en una región donde esté circulando el virus, evita las picaduras de mosquitos. Ingresa a ConsumerReports.org/zika para consultar nuestras clasificaciones de repelentes.

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