El primer bebé que nace gracias a un implante de tejido ovárico

Antes de someterla a quimioterapia a los 9 años, los médicos le sacaron a Moaza un ovario y lo congelaron. Hoy, gracias al implante de su propio tejido, pudo concebir un niño

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Moaza fue sometida a quimioterapia de pequeña y a un trasplanta de médula a causa de un desorden sanguíneo hereditario llamado beta-talasemia. Crédito: BBC

Una mujer dio a luz un niño en Londres después de que le devolvieran la fertilidad implantándole tejido ovárico congelado que le sacaron de su cuerpo cuando tenía 9 años.

Se cree que la joven de 24 años es la primera en el mundo que tiene un bebé después de que le congelaran un ovario antes de la pubertad .001

El año pasado una mujer en Bélgica dio a luz un bebé de forma similar, pero el ovario se lo habían extirpado cuando tenían 13 años. Si bien aún no tenía el período, ya había entrado en la pubertad.

“Es como un milagro”, le dijo emocionada a la BBC Moaza Al Matrooshi. “Hemos esperado tanto por este resultado: un bebé sano”.

Su médica, Sara Matthews, consultora de ginecología y fertilidad, dijo estar muy feliz por la familia y por la esperanza que este tratamiento trae a otras niñas y mujeres que están en riesgo de perder la posibilidad de ser madres como resultado de un tratamiento para el cáncer, o a causa de un desorden sanguíneo o inmunitario.

“Es un gran paso adelante. Sabemos que el trasplante de tejido ovárico funciona con mujeres mayores, pero no sabíamos si podíamos usar tejido de una niña, congelarlo y hacer que funcione otra vez”.

Paso a paso

Moaza Al Matrooshi, oriunda de Dubái, nació con beta-talasemia, un desorden sanguíneo hereditario que puede ser fatal si no se trata.

Los médicos le aplicaron quimioterapia, que daña los ovarios, antes de hacerle un trasplante de médula de su hermano.

Gráfico que explica el tratamiento de Moaza

Antes del trasplante, cuando tenía 9 años, le quitaron un ovario y lo almacenaron congelado. En el laboratorio mezclaron fragmentos de este tejido ovárico con agentes crioprotectores y lentamente redujeron la temperatura a menos 196ºC, antes de guardarlo bajo una nitrógeno líquido.

El años pasado, cirujanos en Dinamarca implantaron 5 láminas de tejido ovárico en su cuerpo (4 fueron añadidas a a su ovario izquierdo dañado y una en un costado del útero).

Moaza estaba atravesando la menopausia. Pero después del trasplante, sus niveles hormonales retornaron a sus valores normales. Ella comenzó a ovular y así fue cómo recuperó la fertilidad.

Para maximizar las posibilidades de embarazo, Moaza y su marido Ahmed hicieron un tratamiento de fertilización asistida. De los ocho óvulos que recolectaron, produjeron tres embriones y le implantaron dos a comienzos de este año.

Esperanzas

“Siempre creí que sería mamá”, dice Moaza. “Nunca perdí las esperanzas y ahora tengo este bebé. Es una sensación hermosa”.

Moaza también le agradeció a su madre, que fue quien tuvo la idea de guardar tejido ovárico de su hija para darle la posibilidad de formar una familia en el futuro.

Bebé de Moana
“Hemos esperado tanto por este resultado: un bebé sano”, le dijo emocionada Moana a la BBC.

“A los tres meses de reimplantarle el tejido ovárico, Moaza pasó de estar menopáusica a tener la regla regularmente”, explica Sara Matthews, la médica a cargo del tratamiento de fertilidad. “Básicamente volvió a ser una mujer normal de veintitantos años con una función ovárica normal”.

Otro bebé en el futuro

Helen Picton, directora de la división de reproducción y desarrollo temprano de la Universidad de Leeds, en Reino Unido, se encargó de congelar el ovario.

“Esto es muy alentador”, le dijo a la BBC. “Moaza es una pionera y fue una de las primeras pacientes a las que ayudamos en 2001, antes de que ningún bebé hubiese nacido gracias a la preservación de tejido ovárico”.

“En el mundo han nacido más de 60 bebés de mujeres a las que les han devuelto la fertilidad, pero el caso de Moaza es el primero en que el congelamiento se hizo antes de la pubertad. Además es la primera paciente que había sido sometida a un tratamiento por beta-talasemia”.

Según explicó la profesora, en Europa hay miles de niñas y mujeres jóvenes que han congelado tejido ovárico. Esto se hace generalmente antes de que el paciente reciba quimioterapia o radioterapia, ya que ambos tratamientos pueden afectar la fertilidad.

Moaza todavía tiene guardado un embrión así como dos láminas de tejido ovárico. La joven le dijo a la BBC que en el futuro quiere tener otro bebé.

La primera mujer en el mundo que dio a luz tras un trasplante de su propio tejido ovárico lo hizo en Bélgica en 2004.

– Fergus Walsh

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