Forman movimiento de “restaurantes santuario” para informar y proteger a trabajadores vulnerables

Con la idea de crear espacios "libres de odio y discriminación", difundir información de lo que pase y dar apoyo legal o referencias, el movimiento pretende contrarrestar las acciones sancionadas por el próximo gobierno y defender a trabajadores y comensales.

“Un lugar en la mesa para todos”, es el eslogan de un nuevo movimiento “santuario” lanzado hoy para proteger a trabajadores y comensales en restaurantes de todo el país de posibles acciones migratorias del próximo gobierno, así como de acciones de odio contra personas en sus locales.

La iniciativa “Restaurantes Santuario” surge de una realidad, dijo Saru Jayaraman, fundadora y co directora de ROC United, organización no lucrativa que trabaja por mejorar las condiciones laborales de los trabajadores de esa industria.

“Nuestra industria está en crisis, todo el mundo está asustado. Representamos a muchos dueños de restaurantes que no saben cómo defenderse de futuras redadas, del hostigamiento que ha aumentado antes y después de las elecciones”, dijo Jayaraman.

La industria restaurantera es la segunda más grande empleadora del sector privado y la de más rápido crecimiento, agregó la activista, cuya organización afilia a 23,000 trabajadores, 220 restaurantes y más de 5000 consumidores.

Para más información se puede seguir en Twitter a @Table4everyone y en Facebook a la página de “Sanctuary Restaurants” 

Más de 1.3 millones de inmigrantes, muchos de ellos indocumentados, trabajan en esta industria. Es la empleadora más grande de inmigrantes en el país, así como de musulmanes y de personas LGBTQ. “Todos los grupos vulnerables ante la nueva realidad política del país”, apuntó Jayaraman.

Pero, ¿qué hará en concreto este movimiento de restaurantes santuario?

ROC United, una organización formada inicialmente en Nueva York para ayudar a los trabajadores de restaurantes desplazados tras los ataques terroristas del 9-11, se alió con la organización Presente.org y los restaurantes COLORS -una non profit que pertenece a ROC- para lanzar la iniciativa con una doble función: información y protección “contra el odio y la discriminación”.

Por el momento, varias docenas de restaurantes se han unido al movimiento y han firmado una carta abierta dirigida al presidente electo Donald Trump para pedirle que “alivie el miedo a la deportación y hostigamiento a los trabajadores inmigrantes de la industria”.

“Somos empresarios como usted, que dependemos de los inmigrantes en nuestra fuerza laboral, le pedimos defender la unidad de la que usted habló y que escoja seguir un plan para ofrecer ciudadanía para todos los trabajadores sobre la deportación”, reza la carta.

Los restaurantes participantes en el movimiento también colocarán una placa o calcomanía en sus locales que rezará “Restaurante Santuario, un lugar en la mesa para todos” y en este sentido piden la colaboración de los comensales que quieran solidarizarse, para instar a dueños de restaurantes a colocar esta placa, indicando que todo el mundo es bienvenido y que el restaurante no acepta discriminación ni odio.

La tarjeta puede bajarse aquí, hay una para los dueños de restaurantes y otra para los trabajadores, que ofrece información sobre cómo proteger sus derechos en caso de tener que hacerlo.

“También estaremos ofreciendo información legal, aunque no necesariamente representar legalmente a trabajadores, si podemos referirlos a redes de abogados. En el caso de que sufran hostigamiento, buscaremos dar consejos y referir a recursos que puedan ayudarlos, así como reportar a las autoridades y dar publicidad a los incidentes”, agregó Jayaramán.

El movimiento ofrecerá educación y “webinars” a empleadores y empleados sobre cómo prepararse para redadas y cuáles son sus derechos. Finalmente, el movimiento servirá para difundir información sobre lo que esté pasando en la industria.

Matt Nelson, director ejecutivo de Presente.org una organización activista que realiza campañas de justicia social online, dijo que se unirán a la campaña de “Restaurantes santuario” para ayudar a difundir información, “proteger a los trabajadores afectados y celebrar a los restaurantes que se comprometan a resistir cualquier asalto agresivo contra los inmigrantes del próximo gobierno”.

La industria de los restaurantes, así como la de la comida en general -desde el campo hasta las fábricas- depende en gran medida de la mano de obra inmigrante y aunque no se conocen cifras exactas de cuantos de los inmigrantes que trabajan en ella son indocumentados, un reporte de PEW que data de 2008 estima que lo son al menos un 20% de los cocineros y 30% de los “bus boys”.  Es posible que la proporción sea mucho mayor, dado que la presencia de indocumentados se suele subestimar hasta en los conteos del Censo.

Durante la campaña electoral, varios chefs de alto perfil levantaron su voz contra las declaraciones de Donald Trump respecto a los mexicanos y a los inmigrantes.  El chef español José Andrés decidió suspender los planes de construir un gran restaurante en la nueva Torre Trump de Washington D.C. a pocas cuadras de la Casa Blanca, y aún está enzarzado en una batalla legal con el presidente electo.

Otra luminaria de la cocina y la televisión que se unió a la defensa de los trabajadores indocumentados e inmigrantes ha sido el chef y celebridad viajera Anthony Bourdain, quien recientemente tuiteó su intención de no comer en restaurantes de Chefs que “apoyen tácitamente la deportación de la mitad de las personas con las que han trabajado”.

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