Indocumentadas latinas luchan contra la depresión materna

Hospital en Brooklyn ofrece apoyo a mujeres hispanas que enfrentan el reto de un embarazo y que viven con temor por su estatus migratorio irregular

La trabajadora social y terapista Julia Andino-Matos habla con un grupo de madres latinas indocumentadas que sufren de depresión.

La trabajadora social y terapista Julia Andino-Matos habla con un grupo de madres latinas indocumentadas que sufren de depresión. Crédito: Pedro F. Frisneda | El Diario

La depresión materna y posparto es un problema de salud mental muy serio y más común de lo que muchos se imaginan.

Pero, cuando los ajustes físicos, psicológicos y emocionales que conlleva un embarazo se unen a la constante ansiedad y el temor de ser capturada y deportada por no tener documentos legales, el estrés y la preocupación son aún mayores.

Esto le ocurre a muchas inmigrantes latinas en Nueva York, y en todo el país, que están embarazadas, o que ya dieron a luz, cuyo estatus migratorio irregular ha exacerbado su estado de depresión y ansiedad.

“Mi historia es muy deprimente, porque son muchos años que no he visto a mis hijos. Y ahora con el embarazo me dan muchas ganas de llorar porque me acuerdo de mis otros hijos y no poder tenerlos a mi lado es muy duro”, dijo Livia, una ecuatoriana originaria de Cuenca con ocho meses de embarazo, quien tiene una niña de 13 años y dos varones de 18 y 17 en Ecuador a quienes no ha podido ver por ser indocumentada.

Pero gracias a la creación de un grupo de apoyo para la depresión materna (Maternal Depression Support Group), en el NYC Health + Hospitals/Woodhull –un hospital público en Brooklyn–, muchas hispanas como Livia han encontrado un refugio para ellas y sus familias.

El grupo, que se reúne una vez por semana, ofrece ayuda en inglés y español a mujeres embarazadas o que ya tienen hijos, que son nuevas inmigrantes o que tienen muchos años viviendo en el limbo migratorio como Livia, una madre soltera que cruzó la frontera de EEUU hace 13 años por Arizona.

“Mi partera me recomendó este grupo de mujeres porque estoy con mucha depresión y aquí nos podemos apoyar las unas a las otras (…) Ha sido muy difícil, pero ahora que estoy aquí me siento un poco mejor”, indicó la ecuatoriana durante su primer día de participación en el grupo.

Según indicó Julia Andino-Montes, coordinadora del grupo en español, quien es trabajadora social y terapista especializada en la salud materna, muchas de las mujeres que acuden al mismo son inmigrantes provenientes de Guatemala, El Salvador, Ecuador y México. Algunas llegan con un historial de violencia doméstica; cruzan la frontera y son detenidas o sus compañeros son arrestados y ellas llegan solas a Nueva York esperando que ellos sean liberados.

“Es un evento muy traumático cuando ellas entran a este país en las condiciones en las que entran y están embarazadas o quedan embarazada después. Todos esos son elementos que van a causar estrés crónico que posiblemente te las van a inducir a una depresión o ansiedad”, explicó Andino-Montes.

Este es el caso de Elizabeth, una salvadoreña que hace apenas tres meses cruzó la frontera con México cuando tenía ocho meses de embarazo, y cuyo esposo pasó más de dos meses detenido en diferentes centros de Inmigración.

“Crucé la frontera caminando por Tijuana y luego pasé cuatro días viajando en un autobús hasta Nueva York. Yo sabía que no sólo estaba poniendo en riesgo mi vida sino también la de mi bebé, pero crucé por necesidad, porque la situación en mi país me obligó”, relató la salvadoreña quien debido a que fue testigo del crimen de una persona importante, estaba siendo amenazada de muerte junto a su familia.

Hoy en día el hijo de Elizabeth tiene dos meses y medio de nacido. Aunque su esposo fue liberado hace 20 días por Inmigración y ella recibió un permiso de trabajo temporal mientras inicia su proceso de asilo, aseguró que sigue estando muy deprimida.

“Mi único aliento para seguir adelante es mi hijo. Pero tengo mucho miedo y estrés porque nos quieren sacar”, declaró la mujer inmigrante originaria de San Salvador.

Aparte del miedo, Andino-Montes dijo que entre las principales preocupaciones de las mujeres que acuden a este grupo destacan los sentimientos de soledad, aislamiento y el no sentir apoyo por parte de las familias que dejaron atrás en sus países de origen. Otras tienen conflictos en la relación con sus parejas. Sin embargo, lo que más las agobia es su estatus migratorio y la deportación.

Estrés por la era Trump

Según explicó Andino-Montes, últimamente se han observado mayores niveles de estrés y ansiedad por parte de estas mujeres debido a las acciones antiinmigrantes de la administración Trump.

“Están preocupadas por ellas mimas y por sus compañeros. El miedo es que ellos vayan a trabajar y que no regresen. Nosotros le proveemos información y recursos legales como líneas ‘hot-lines’ para llamar. Les sugerimos que desarrollen un plan de acción y de apoyo para que si se les presenta un problema con Inmigración sepan qué hacer”, dijo Andino-Montes.

Para reducir sus niveles de estrés, la ecuatoriana Livia confesó que ha optado por no ver más noticias sobre Trump. ‘‘Ya casi no veo televisión para no enterarme de noticias sobre inmigrantes que son arrestados. Siento temor porque me parece que soy yo la que está en esos casos”.

Un refugio en Brooklyn

El hospital Woodhull presta servicio a los vecindarios de Bushwick, Bedford-Stuyvesant, Williamsburg, Greenpoint y Fort Greene en Brooklyn, aunque también vienen pacientes desde Queens. Desde que comenzó en octubre, el grupo en español ha ayudado a unas 40 inmigrantes latinas entre las edades de 22 y 48 años.

El grupo se reúne cada martes a las 10:00 am en el Bushwick Clinic del Departamento de Salud, ubicado en el 335 Central Avenue en Bushwick. La participación es gratuita y no se necesita hacer cita previa. Tampoco se le pregunta sobre su estatus migratorio. Para más información llame al teléfono: 718- 963-8009.

Reconozca los síntomas a tiempo

Los expertos en salud mental advierten que si la depresión o ansiedad en el embarazo no se tratan a tiempo esto puede conducir al suicidio o a desordenes psiquiátricos como psicosis que pueden poner en peligro la vida de la madre y de su propio bebé.

Esto lo conoce muy bien Hilda, una mexicana indocumentada de Atlixco, Puebla, quien lleva varios años luchando contra una depresión severa.

“Es horrible. Yo estaba muy desesperada y hasta sentía que quería agarrar un cuchillo y cortarme el cuello. Pero gracias a Dios nunca he pensado en hacerles daño a mis hijos. Por el contrario ellos son mi motivo para seguir viviendo”, confesó la madre de dos varones de seis y dos años y medio, que cruzó la frontera de EEUU hace 17 años.

“Yo estaba buscando terapia desde hace dos años y nunca me ayudaron. En cuanto me enteré de este grupo vine aquí y esto me está ayudando mucho”, dijo la mujer cuyo esposo también es indocumentado.

Hilda, una madre mexicana, que es inmigrante indocumentada, ha pensado en hacerse daño a ella misma porque sufre de depresión severa.

Según explicó Rebecca Feldman, enfermera y matrona certificada quien creó y desarrolló el programa Maternal Depression Support Group en el NYC Health + Hospitals/Woodhull, entre los síntomas que presentan las mujeres que sufren de depresión materna destacan la ansiedad, interrupciones del sueño, poco apetito, nervios, irritación y sentimientos de culpabilidad o rabia. Algunas se sienten tristes, sin esperanzas y sin valor. Tienen poca energía y falta de motivación y experimentan dificultades para conectarse con otras personas.

“Cuando la depresión es severa, pueden tener pensamientos de morir o de herirse a ellas mismas, por lo que tratamos de ayudarlas antes de que lleguen a ese punto crítico”, dijo Feldman.

“Es más fácil ayudar y tratar a las mujeres durante el embarazo y no esperar hasta el parto. Esa es una de las razones por las cuales creamos este grupo, porque las terapias grupales funcionan realmente bien para mujeres embarazadas porque pueden hablar con otras que están pasando por exactamente lo mismo”, agregó Feldman.

Según explicó la especialista, si la mujer no es tratada por depresión materna y posparto también corre el riesgo de no querer comunicarse o conectarse con su propio bebé, y si se interrumpe esta relación es muy perjudicial para la salud del recién nacido y de toda la familia.

Los niños pueden sufrir efectos para toda la vida si su madre no es tratada por una enfermedad mental como depresión o ansiedad. Esos niños pueden crecer de una manera diferente y serán más propensos a tener problemas de interacción, de alimentación y emocionales tarde en su vida”, señaló Feldman.

Pero también, durante el mismo embarazo, las mujeres que tienen depresión y no reciben tratamiento están en riesgo de tener el bebé prematuramente o tener un niño que es más pequeño de lo normal.

“Lo que hemos estado viendo ahora es que mucho de lo que llamamos depresión posparto comienza durante el embarazo. Entonces, si nos enfocamos en el estado de ánimo de la de la madre cuando está embarazada podríamos prevenir la depresión posparto y la ansiedad”, dijo.

Hay mucho estigma

Según explicaron Feldman y Andino-Montes, el hospital Woodhull comenzó a trabajar con estos grupos de madres latinas porque vieron la necesidad que tenían estas mujeres, no sólo porque hablan únicamente español, sino por sus necesidades como nuevas inmigrantes.

Sin embargo, otro gran problema que enfrentan estas madres es el gran estigma que existe sobre las enfermedades mentales.

“Tratamos de promover estos grupos como algo positivo para ellas y toda la familia. Muchas piensan que hay algo malo en ellas y por ello tratamos que lo vean como algo común, porque una de cada siete mujeres experimentan problemas de cambio de ánimo durante su embarazo o cuando ya tienen el bebé”, dijo Feldman.

Con esto concuerda Andino-Montes, quien aconseja a las afectadas participar y hablar sobre sus sentimientos. “Que reconozcan que hay cosas que son parte de un proceso natural y que no es que se están volviendo locas o que tienen que aislarse, porque el aislamiento conduce a más depresión y ansiedad”.

Según el reporte “Morbidity and Mortality” del 17 de febrero de 2017, de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), estima que una de cada nueve mujeres en Estados Unidos sufre de depresión posparto.

Sobre ThriveNYC

El grupo de apoyo de la depresión materna del NYC Health + Hospitals/Woodhull forma parte de la iniciativa ThriveNYC, una estrategia global y sin precedentes impulsada por la primera dama de Nueva York, Chirlane McCray, que tiene como objetivo diagnosticar y tratar la depresión en todas las mujeres embarazadas de la ciudad y en las que ya son madres, a finales de 2017. Para ello se están ofreciendo pruebas gratis de detección de la depresión materna en 11 hospitales públicos en los cinco condados como el Woodhull.

Se estima que uno de cada cinco neoyorquinos sufre de algún tipo de trastorno mental como depresión, ansiedad o adicción y abuso de substancias. Por esta razón ThriveNYC tiene como objetivo cambiar la percepción y el estigma que rodea a las enfermedades mentales y proporcionar un mayor acceso a los servicios de salud psicológicos en la ciudad.

• Para obtener más información sobre ThriveNYC, visite: https://thrivenyc.cityofnewyork.us
• Para mayor información sobre la depresión materna visite: nyc.gov/health.

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