Neoyorquinos padecen la modernización del Subway

Las obras de reparación de vías, comunicaciones y nuevas señalizaciones, mejorarán el servicio pero usuarios se quejan del impacto que están sufriendo

Usuarios Carmen Alvarracin y Luis Guaman. Demoras en los trenes 7/W/N en Queens.

Usuarios Carmen Alvarracin y Luis Guaman. Demoras en los trenes 7/W/N en Queens. Crédito: Mariela Lombard | El Diario NY

Son las 11 de la mañana. La mexicana Glora Pérez llega a la estación de Queenboro Plaza desde Brooklyn, luego de haber “padecido” un largo trayecto con retrasos y atascamiento de los trenes. Va acompañada de una bebé y ya tiene dolor de cabeza. Los efectos de las obras de reparación y modernización de señales, comunicaciones y vías, que se adelantan en varios tramos del viejo Subway de Nueva York, que se inauguró en 1,904, la tienen estresada.

“Estos trenes son un desastre. No solo cambian las rutas sino que en varias estaciones se quedan quietos como tortugas y no avanzan”, se queja la mujer, mientras se prepara para hacer un transfer al tren N para la estacion de la 36 avenida, pero ahí aumenta su frustración.

Debido a obras en los rieles, esta vez el tren no correrá local sino expreso, no parará en su estación, y para llegar a su destino tendrá que irse hasta la parada final y regresarse. “Uno entiende que están haciendo reparaciones, pero las hacen todas al tiempo”, agrega, molesta.

En la ruta del tren N con dirección a Manhattan, la ecuatoriana Carmen Alvarracín aprovecha un momento que el tren no se mueve para maquillarse y llegar regia a su trabajo. Mientras anuncian en el altavoz que el tren va a quedarse detenido, ella hace rostro de frustración, pero guarda la calma. Es una usuaria comprensible.

“Esto aquí pasa to el tiempo, pero qué más podemos hacer si es importante que reparen las vías y hagan sus trabajos”, comenta la mujer, resignada, explicando que ese es su pan de cada día desde hace varios meses que la MTA inició obras en su ruta.

Su paisano Luis Guamán no es tan considerado, porque padece los efectos por partida doble.

“Yo trabajo en Long Island y me toca agarrar el N y luego hacer transfer al 7 y en ambos hay cambios y cosas pasando todo el tiempo”, comenta el hombre, quien asegura que un viaje que antes le tomaba una hora, ahora le toma el doble. “Y si el fin de semana vengo de ese lado y voy a Manhattan, pues hay otro problema porque el 7 solo funciona hasta Queensboro”, dice, sintiendo el efecto de la suspensión que la MTA anunció en esa ruta por ocho semanas para hacer trabajos de modernización.

Y mientras espera el 7 para Manhattan, Cecilia Marca también se queja, pero lanza un consejo: “Hay que dejarlos trabajar para que el tren funcione mejor”.

Y esa es precisamente la respuesta que da la MTA, pues las obras del plan Capital, en el que se invertirá un total de $15,800 millones para modernizar el sistema, solo pretenden mejorar el transporte para los neoyorquinos, tratando de ocasionar el menor impacto posible.

“La MTA está invirtiendo una cantidad récord para modernizar el sistema y mejorar el servicio y la confiabilidad”, aseguró Kevin Ortiz, vocero de esa agencia. “Planeamos un trabajo crítico los fines de semana con el fin de impactar menos líneas como sea posible. Pero en un sistema 24/7 como el nuestro, los cortes de servicio planificados son la única manera de mejorar el servicio”.

Masha Burina, vocera de la organización Riders Alliance, defendió a la Autoridad Metropolitana de Transporte por los trabajos de mantenimiento y mejoramiento que se adelantan en varias líneas del tren, pero reconoció que las quejas de los pasajeros tienen fundamento, especialmente por fallas serias en la prestación regular del servicio.

“Obviamente la MTA tiene que modernizar nuestro sistema de trenes de 100 años de antigüedad, así que a veces los cambios de servicio son inevitables. Pero lo que es realmente frustrante para los usuarios es cuando los cambios de servicio necesarios se complican por cosas que no deberían estar pasando, como averías y demoras, que han aumentado en los últimos años”, advirtió Burina.

La activista de paso criticó no a la MTA, sino a la administración del gobernador Cuomo y a Albany, que maneja esa agencia, por su intención de reducir recursos millonarios que empeorarían el día a día a los usuarios del transporte público de la Gran Manzana.

“Podemos tomar el cambio ocasional para hacer mejoras en el sistema, pero el Gobernador y la Legislatura del Estado deben cumplir con sus promesas de financiar nuestro Subway y autobuses para que la MTA pueda reducir el número de retrasos que los usuarios enfrentan todos los días. En su lugar, el Gobernador Cuomo propone cortar a la MTA $65 millones, lo opuesto a lo que debería hacer”.

Asimismo, el presidente del Comité de Transporte del Concejo de Nueva York, Ydanis Rodríguez, aseguró que aunque ya es tradición en Nueva York frustrarse con la MTA, hay que entender que el Subway de la Gran Manzana tiene ya más de un siglo y transporta a más de 1,700 millones de pasajeros al año, por lo que las obras son indispensables.

“Es importante que hagan el trabajo para mantener el sistema en funcionamiento, aunque esto a veces cree inconveniente”, dijo el líder político, al tiempo que le pidió a la agencia de transporte que mejore sus vías de comunicación con los pasajeros. “La MTA debe desarrollar mejores maneras de informar a los usuarios sobre los cambios en el servicio para que conozcan las interrupciones antes de abandonar sus hogares, una pequeña medida que puede llegar a ser muy grande para los neoyorquinos”.

Y mientras los trabajadores de la MTA siguen adelante con sus obras, el colombiano Carlos Maceda, quien usa el tren N para Manhattan, dice que “lo bueno es que cuando todo acabe, el tren va a quedar moderno como de película”.

La mala noticia es que muchas de las obras solo finalizarán hasta el 2019, por lo que el bartender agrega que cuando alguien tome un tren en Nueva York debe preparar un cóctel con dos ingredientes: “Primero llevar más tiempo” y luego “pongan en práctica” la famosa frase que a diario le pone los pelos de punta a más de un usuario del Subway. “Por favor, tengan paciencia”.

Datos y costos de la modernización

  • $15,800 millones es la inversión total del Plan Capital
  • $2,152 millones para modernización de señalizaciones
  • $2,856 millones en modernización de vagones y trenes
  • $2,781 millones en modernización de estaciones
  • $1,845 millones en modernización de vías del Subway
  • $927 millones de inversión en arreglos de estructuras
  • $773 millones en fluido eléctrico
  • $614 millones en comunicaciones
  • $377 millones en líneas de equipos
  • $1,082 millones en proyectos mixtos
  • La culminación total de las obras está pautada para el 2019
  • 5.7 millones de usuarios viajan en Subway cada día
  • 131,325 millas recorre en promedio cada tren en un año
  • 1904 fue el año de inauguración del subway con 28 estaciones
  • 469 estaciones existen actualmente en el sistema
  • 1,763 millones de viajeros usan el Subway de Nueva York anualmente
  • 66,359,208 pasajeros anuales convierten a Times Square en la estación más congestionada del sistema
  • 7,905 son los viajes que hacen los trenes por las vías de Nueva York en una semana
  • $4,700 millones en obras de mejoramiento de sistemas de comunicación
  • $1,000 millones en obras a lo largo de los trenes que van por las líneas de la 8a Avenida, Culver y Queens Boulevard.
  • Obras en Kings Highway, Ditmas Av, y Avenue X
  • Habrá obras en el tren 7 se finalizarán este año con una inversión de $774 millones

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