Video: No son fantasías; los niños recuerdan sus vidas pasadas

El caso del pequeño Luke Ruehlman, que insistía en que había sido una mujer que murió en un incendio en Chicago, fue emblemático

reencarnacion

Crédito: Shutterstock

La madre del pequeño Luke Ruehlman se sorprendió mucho cuando su hijo insistía en que había sido una mujer que murió en un incendio devastador en Chicago hacía más de 20 años.

Comenzó a compartir sus expresiones a sus 2 años de edad. Y a sus 5, todavía el menor estaba convencido de que en una existencia previa se llamaba Pam, y hablaba de ese incidente con naturalidad.

“Él me decía ‘yo solía ser (Pam), pero me morí y fui al cielo y vi a Dios y, finalmente, Dios me regresó a acá abajo. Cuando me desperté era un bebé y tú me llamaste Luke’”, reveló Erica, madre del niño, al programa televisivo Ghost Inside my Child, que ha reseñado numerosos casos similares.

Además, le decía que había muerto al saltar de un edificio (por el incendio), que su cabello era negro, y que vivía en Chicago.

La mujer –original de Cincinnati- insistió en que no tenía idea de dónde el hijo habría sacado una historia como esa a tan corta edad, que jamás había mencionado el nombre de Pam delante de él, y mucho menos, visitado Chicago.

Al indagar, la madre del niño, quien aclaró que no recibió dinero por brindar su testimonio, encontró que en efecto hubo un fuego en 1993 en el hotel Paxton, en Chicago, en el que murieron 19 personas, incluyendo una mujer de nombre Pamela Robinson, de alrededor de 30 años. Además, contactaron a la hija de Pam, quien se percató de que el niño tiene el mismo gusto musical de quien fuera su madre.

Relatos como estos reviven la teoría sobre la reencarnación. ¿Hemos tenido vidas previas? De ser así, ¿por qué no recordamos?

Más común de lo que se piensa   

Al consultar con el psicólogo clínico Jesús Soto Espinosa, quien está afiliado al instituto investigativo Rhine Research Center de la Universidad de Duke, expresa que el caso de Luke, para nada, es aislado.

“Por décadas se han hecho investigaciones sobre niños que han compartido datos relacionados con una vida anterior”, revela, y hace referencia al doctor Iam Stevenson, y al doctor Jim B. Tucker, quien cuenta con una unidad investigativa en la Universidad de Virginia que se enfoca en el estudio -con amplia documentación- sobre casos similares.

¿Es posible que se trate de una fantasía? “Un niño de 2 años, 3 y hasta 7 años, no tiene la capacidad de elaborar una historia detallada sobre una vida anterior con datos que incluyen una familia, sus miembros, rasgos físicos y de personalidad, conflictos…”, asegura.

“Estos niños apenas están desarrollando su lenguaje, apenas han sido influenciados por la cultura y su entorno en general”, añade el psicólogo.

“En esta etapa de la vida, (un niño) tiene pensamientos concretos, o sea, recuerdan lo que dicen ahora mismo, y si les preguntas minutos después, ya lo han olvidado. Los niños no pueden mentir de manera elaborada. Es a partir de los 7 años el desarrollo de pensamiento abstracto, de memoria a largo plazo, cuando empieza a elaborar historias complejas”.

Otro aspecto que resalta el doctor es que “la reencarnación no es acerca de religión, es acerca del peso de la evidencia, en qué dirección conducen los datos. Si pueden ser corroborados, entonces ya no es sugestión, ni fantasía, y tiende a apoyar la hipótesis de la reencarnación”.

Uno de los ejemplos más típicos en muchos de estos niños es el de la xenoglosia, la habilidad para hablar o escribir un idioma al que jamás la persona ha sido expuesta. “Al momento, la ciencia no tiene respuesta para eso”, señala enfático.

Pero, ¿por qué no recordamos?

“En términos filosóficos, parecería que la naturaleza nos ha facultado con un mecanismo de defensa que es el olvido”, analiza el doctor. “Esto es importante porque es a través del olvido que logramos bloquear aquellas ansiedades, aquellos corajes y sentimientos de venganza de vidas pasadas que podrían obstaculizar nuestras actividades del hoy y ahora”, añade.

Al explicar una de las hipótesis, expresa que “estamos hablando de memorias extracerebrales, que están localizadas en un cuerpo extracerebral, que muchos llaman espíritu. El contenido de esa memoria no la tiene el nuevo sistema nervioso”, explica. “Por eso, no recuerda”.

A la misma vez, al cuestionarle por qué unos recuerdan y otros no, “a veces, dependiendo de la profundidad del dolor, la cultura, podemos ‘abrir’ las puertas a los recuerdos”. Según insiste, “en el trauma se acentúa el drama del dolor”.

Qué hacer si tu hijo presenta un comportamiento similar

“Recordar no le hace daño (al menor)”, asegura Soto Espinosa. Además, “usualmente, la gran tendencia es a que la memoria cerebral del aquí y ahora comience a dominar y se empieza a enfatizar el aquí y ahora, se van alejando esas memorias”.

De hecho, en el caso de Luke, su mamá mencionó que en la actualidad ya el menor no habla del tema. “Era como si solo necesitara expresarlo”, reveló.

El psicólogo enfatiza que es importante escuchar al menor. “Anotar todos los supuestos disparates que dice el nene. Validar la información, y más si tiene un contexto histórico”, aconseja. “Además, recuerdos o no, hay que aprender a escuchar a nuestros niños para ayudarlos a canalizar sus ansiedades, aun si se trata de una fantasía”.

El doctor menciona que en el caso de los padres que opten por no buscar ayuda, esta decisión no hará daño al menor. Sin embargo, si deciden llevarlo a un profesional para indagar sobre su experiencia, “es importante que acudan a un psicólogo que haya estudiado estos temas, que tenga apertura para que el niño tenga espacio para ventilar las preocupaciones de esos recuerdos”.

La relación con los terrores nocturnos o “night terrors”

Teorías apuntan a que los terrores nocturnos o las típicas pesadillas que suelen ser comunes en los niños durante sus primeros años de infancia pudieran ser una manifestación de recuerdos traumáticos de vidas pasadas.

“En muchas ocasiones el disturbio de sueño responde a ansiedades, preocupaciones acerca de asuntos que el niño no puede resolver”, señala Soto Espinosa. Sin embargo, cuando surge la sospecha de que se trata de recuerdos de una vida pasada, es cuando “son sueños recurrentes, que (el menor) sueña una y otra vez. El drama es bien vívido. El niño siente que está en la historia, es parte de la película. Se puede hasta visualizar con otro cuerpo”, explica.

Por su parte, el psicólogo Carlos Sosa explica que los “night terrors” “ocurren cuando los pequeños son expuestos a elementos que contribuyan a crear su fantasía. “Ellos no tienen su desarrollo cognoscitivo con la madurez de un adulto. Este desarrollo se da por etapas y ellos no tienen una noción clara para distinguir fantasía de la realidad”, menciona. “Al despertar, piensa que tuvo una situación real como la de sus sueños”.

Sin embargo, al hablar sobre la posibilidad de que en algunos casos se trate de recuerdos de vidas pasadas, el ex presidente de la Asociación de Psicólogos de Puerto Rico señala que “hay mucha documentación científica sobre el tema, con hechos corroborados, pero eso se deja para el área conocida como psicología transpersonal, donde se da espacio para que se estudien estos fenómenos”.

– Rosa Escribano

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