Acusan a dueño de constructora por muerte de obrero ecuatoriano

Fernando Vanegas, de 18 años, falleció aplastado por una pared en Brooklyn

El dueño de una constructora fue acusado este miércoles de homicidio involuntario por la muerte del obrero Fernando Vanegas, un joven ecuatoriano de 18 años quien falleció aplastado por una pared que se derrumbó al no ser reforzada apropiadamente, durante una excavación en el vecindario de Bed-Stuy el 3 de septiembre del 2015.

Así lo anunció el fiscal interino de Brooklyn Eric González quien, junto al comisionado del Departamento de Investigaciones (DOI) Mark G. Peters, y el comisionado del Departamento de Edificios (DOB) Rick Chandler, presentó los cargos contra Michael Weiss, de 47 años, y sus compañías RSBY NY Builders Inc. y Park Ave Builders Inc.

“Fernando Vanegas debería estar vivo hoy”, expresó González al presentar la acusación, que fue el resultado del trabajo conjunto de las tres agencias. “Las muertes en zonas de construcción, como la de él, se están volviendo demasiado comunes, ya que las constructoras ignoran los protocolos de seguridad y contratan a trabajadores sin entrenamiento para maximizar las ganancias”, añadió.

La industria de la construcción es la que más causa muertes en el empleo en toda la nación, y tan sólo en la ciudad de Nueva York 33 individuos han perdido la vida desde enero del 2015, indicó el Fiscal.

Fiscal de Brooklyn Eric Gonzalez y el Comisionado del Departamento de Investigaciones Mark G. Peters anuncian el arresto del dueño de la empresa constructora donde murio el joven de Ecuador Fernando Venagaz.
Fiscal de Brooklyn Eric González y el Comisionado del Departamento de Investigaciones Mark G. Peters Foto por Mariela Lombard

Y son los inmigrantes latinos los que mueren en mayor número por accidentes que pudieron haber sido evitados. En el 33% de las zon​as de construcción donde falleció un hispano, el contratista estaba consciente de las condiciones de inseguridad, comparado con el 5% en las obras donde muere un no latino, indicó un reporte del Comité de Seguridad y Salud Laboral de Nueva York (NYCOSH) .

Ese fue el caso de Vanegas quien, según su madre Eima Ulloa de 47 años, le contaba frecuentemente lo peligroso que era su lugar de trabajo. “La primera vez que regresó me dijo que casi se muere”, contó Ulloa a El Diario.

La madre ecuatoriana de ocho hijos, incluyendo a Fernando, no tenía palabras para describir cómo se sentía sobre la acusación. “No hay como olvidar”, expresó. Su hijo llevaba apenas 8 meses en Estados Unidos antes de su muerte.

Fernando Vanegas con sus padres.

Una tragedia anunciada

Según la acusación, aunque los trabajadores en la construcción del 656 de la avenida Myrtle no tenían sus tarjetas de OSHA-10, y tampoco entrenamiento adecuado, por meses y hasta el instante antes del accidente habían expresado sus preocupaciones de seguridad, incluyendo el temor porque la pared del edificio al lado de la zona de construcción tenía una grieta. Weiss ignoró sus inquietudes y se rehusó a ofrecer los materiales necesarios para reforzar la excavación como lo requiere la ley.

Los trabajadores nunca se quejaron al DOB, por lo cual ningún inspector de la Ciudad examinó la zona.

Según González, lo peor del caso es que la excavación era ilícita y Weiss continuó “incluso después de que el DOB lo prohibiera explícitamente”.

Además de la muerte del ecuatoriano, el derrumbe de la pared ocasionó heridas graves a otros dos inmigrantes de 27 y 27 años cuyas identidades no fueron reveladas. Uno de ellos sufrió fracturas en la espalda baja y la cadera, además de una lesión en la espina dorsal. Tras varias operaciones, el hombre continúa teniendo dificultad para caminar. El segundo obrero sufrió fracturas en la espalda baja, la nariz, el cráneo, las costillas y la cara. Luego de una operación de la espalda, continúa teniendo dolor de espalda y problemas moviéndose.

“Hemos estado aquí antes”, expresó Peters cuya oficina ha ayudado a entrenar a 1,400 jornaleros en los pasados cinco meses. El comisionado del DOI mencionó tres casos donde dueños de constructoras ignoraron advertencias de seguridad. Uno de ellos fue el caso de Carlos Moncayo en el cual la Fiscalía de Manhattan exitosamente pudo encontrar culpable a la constructora, su dueño, la sub contratista, y el supervisor del joven, también ecuatoriano y quien murió en circunstancias similares.

Si es encontrado culpable, Weiss enfrentará 15 años en la prisión. Las constructoras solamente enfrentarían una multa de $10,000 la cual Peters dijo que “puede y debería ser una multa más alta”.

Si usted es testigo de una zona de construcción peligrosa, llame al 311 y pregunte por el Departamento de Edificios.

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