Líder republicano: “Debemos mandar el mensaje de que los menores serán regresados”

Comité Judicial de la Cámara comenzó el debate y votación para restringir el ingreso de niños refugiados

WASHINGTON.- En una acalorada audiencia sobre el futuro de niños refugiados, el presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, Bob Goodlatte, defendió este miércoles la deportación de ciertos niños indocumentados no acompañados de Centroamérica, y pidió que sus padres desalienten los cruces ilegales en la frontera sur.

“Debemos mandar el mensaje de que los menores serán regresados… Les iría mejor si los desalentamos de su viaje a EEUU, y alentamos a sus padres a que se regresen a su casa (en sus países) y cuiden a sus hijos donde deberían estar”, agregó Goodlatte, legislador republicano por Virginia,  al inicio de una audiencia del Comité.

Sobre líneas partidistas, el Comité aprobó, 15-12, una medida del legislador republicano por Texas, John Carter, que agiliza la deportación de ciertos niños no acompañados de Centroamérica, y que enfrentó a lo largo de la jornada a demócratas y republicanos. Sus partidarios la “vendieron” como una medida para “proteger” a los niños que viajan sin un adulto en su odisea hacia el Norte.

Goodlatte se quejó del constante flujo de niños indocumentados en la frontera sur, al señalar que en el año fiscal 2011, la cifra fue de poco más de 6,000, pero entre 2012 y 2016, el número de niños detenidos fue de casi 250,000.

Desde octubre pasado, cuando comenzó el año fiscal 2017,  y hasta mayo pasado, la Patrulla Fronteriza ha arrestado a 31,096 niños no acompañados, según cifras de la Oficina de Aduanas y Control de Fronteras (CBP).

La audiencia fue convocada para votar sendas medidas republicanas, la de Carter para facilitar la “deportación expedita” de niños no acompañados que no tengan casos válidos de asilo, y otra del republicano por Iowa, Raúl Labrador, para restringir el acceso de refugiados en EEUU.

La “H.R.495” modifica una ley federal de 2008, pensada para proteger a víctimas del tráfico de personas, de tal manera que se agilice la expulsión de niños que no son víctimas de “una forma severa del tráfico de personas” y que no tienen “temor” a ser regresados a sus países.

Los republicanos derrotaron, sobre líneas partidistas, cada una de las enmiendas de los demócratas quienes, con una sola voz, tacharon las iniciativas como “inmorales”, “excesivas”, e “injustas”.

Creo que es muy triste que estemos enmendando el Acta Wilberforce (de 2008)… muchos de estos niños huyen de situaciones violentas y desesperantes, incluyendo esclavitud sexual, reclutamiento de pandillas y extorsión“, lamentó la legisladora demócrata por California, Zoe Lofgren.

Su colega demócrata por Illinois, Luis Gutiérrez, afirmó que las declaraciones de los republicanos son una “continuación” de la criminalización de los inmigrantes, y el argumento conservador de que los mexicanos, y por extensión, los latinos, son “asesinos, violadores, narcotraficantes”.

Se prevé que el Comité continúe mañana con la legislación H.R.2826 que, entre otros elementos, reduciría el número de refugiados que EEUU acepta cada año.

EEUU también tiene violencia

Según Goodlatte, las medidas ante el Comité buscan evitar que los niños no acompañados se aventuren por caminos peligrosos a través de México, con o sin contrabandistas y lleguen, al final, a ciudades peligrosas en este país.

En ese sentido, Goodlatte, y más adelante, el legislador republicano por Iowa, Steve King, argumentaron que también hay violencia en EEUU y compararon las altas tasas de homicidio en los países del “Triángulo del Norte” con las de algunas de las principales ciudades estadounidenses como St. Louis (Missouri), Detroit (Michigan), y Chicago (Illinois), que, por coincidencia, tienen también un alto porcentaje de minorías.

Las comparaciones enfurecieron visiblemente al legislador demócrata afroamericano por Louisiana, Cedric Richmond, quien retó a King a salir fuera del salón para discutir el asunto.

“La comparación es hiriente…  envía el mensaje a esas comunidades de que no son mejores que la gente en Guatemala, o que sus circunstancias son iguales, y eso es desafortunado”, dijo Richmond.

Para apaciguar los ánimos caldeados, la legisladora demócrata por Texas, Sheila Jackson-Lee, aconsejó que los republicanos demostrasen mayor sensibilidad con el asunto, tomando en cuenta que la cuestión racial sigue siendo una herida abierta en EEUU.

No tienen “espacio de paz”

Jackson-Lee señaló que las tasas de homicidio citadas por Goodlatte son de hace tres años y, en todo caso, los países centroamericanos son “enormemente pobres y no tienen la capacidad” ni la infraestructura para proteger a niños vulnerables de la violencia de las pandillas que aqueja a la región.

“La cuestión no es qué harían Honduras, Guatemala o El Salvador, y les deseamos el bien, la cuestión es lo que la moral dicta que hagamos acá… camine por las calles de Honduras y díganme si es un lugar adecuado para un niño”, señaló la congresista.

El nivel de violencia en el “Triángulo del Norte” es tal que “no hay un espacio de paz o de oportunidades para proteger a los niños” que escapan de la persecución como lo hicieron en los siglos 18 y 19 niños no acompañados de Europa, señaló.

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