La ayuda en el hogar tropieza con la falta de recursos

Los usuarios creen que asistentes en el hogar, nannies y limpiadoras deberían cobrar más pero no pueden pagarlo

La nueva regulación del Departamento de Trabajo beneficia a quienes proveen cuidado en el hogar a  personas enfermas.

La nueva regulación del Departamento de Trabajo beneficia a quienes proveen cuidado en el hogar a personas enfermas. Crédito: <copyrite>La Opinión - </copyrite><person>Ciro César< / person>

El 70% de las personas que precisan de asistencia en su casa, por enfermedad o discapacidad, el 57% de las familias que contratan a nannies y el 31% de quienes usan los servicios de limpiadoras del hogar coinciden en que todas las personas que hacen estos trabajos en Nueva York merecen un mejor sueldo que el que cobran. El problema es que sus propios empleadores no lo pueden abonar porque es un costo que no pueden permitirse.

De hecho, los empleadores de estos servicios domésticos muchas veces tienen problemas para pagar por el cuidado y el apoyo que sus familias necesitan y tienen que enfrentarse a necesidades que no pueden resolver debido a los altos costos de esta. Un cuarto de las personas que necesitan ayuda en casa admiten que necesitarían más horas de servicio de la que reciben y el 84% afirma que es un problema de dinero.  Estos datos se contienen en un estudio hecho por el Colegio de Servicios Sociales de la Universidad de Fordham y el Instituto de Trabajadores de Cornell que ayer se hizo público por el Departamento de Asuntos de Consumidores y la concejal, Margaret Chin, presidenta del comité de envejecientes del concejo.

Esta publicación apunta a que aunque muchas de las personas que hacen este trabajo no están bien pagadas, el costo de esos salarios son una presión muy severa para quienes necesitan cuidados especiales en casa y las personas de color.  Las familias de enfermos con un mal tan lamentablemente frecuente como el Alzheimer son algunas de las que más complicaciones tienen por tener ayuda en casa.

El reporte hace varias recomendaciones para reconducir la situación especialmente en un momento en el que muchos seniors y personas con discapacidad pueden perder servicios dada la posbilidad de que se reforme el Obamacare y se recorten $800,000 millones al presupuesto del Medicaid. Una de estas es que se amplíen programas esponsorizados por el estado de Nueva York como el Medicaid y el EISEP que es el programa de servicios en el hogar para envejecientes. El otro es que se mejoren las condiciones de trabajo y los salarios de los proveedores de estos cuidadoes y se refuercen las actuales protecciones de trabajadores domésticos. Apenas un 29% de quienes emplean a estas personas sabe que hay una ley de derechos de estos empleados.

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