¿Dónde quedó el caballerismo?

Me entristece pensar que nos estamos alejando tanto de los valores básicos que nos enseñaban en casa

‘Se buscan caballeros’, debería decir el anuncio en los clasificados del periódico. Pareciera que cada vez es más difícil toparse con una persona que tenga la cualidad de serlo.

Sí, me refiero a lo que le enseñaban nuestras madres y abuelitas a los niños cuando estaban chiquitos: “Ábrele la puerta a las chicas; ofrécele ayuda si está cargando algo muy pesado, o párate y dale tu silla si no hay espacio en el autobús”.

Hace unos días estuve de viaje y el tema me quedó resonando mucho. A la hora de subirnos al avión, había una señora mayor en la fila. La aeromoza, muy amable, le tomó la mano para llevarla hasta la puerta de la aeronave; lo incómodo vino después.

A la hora de subir su maleta al compartimiento superior de la cabina, era evidente que la señora necesitaba ayuda. Mi reacción fue decirle que yo se la subía, pero fue en ese momento cuando miré hacia atrás y me di cuenta que había varios hombres parados en fila detrás de nosotras, y ninguno, si, ninguno tuvo la idea de ayudarla. Molesta, puse la maleta en el piso y le dije a la señora,

“Esperemos a ver si algún caballero nos ayuda” y fue ahí cuando en cuestión de segundos, uno de ellos levantó la mano para colaborar. Un poco apenado dijo que lo sentía por no haber ofrecido su colaboración.

Me entristece pensar que nos estamos alejando tanto de los valores básicos que nos enseñaban en casa. Ofrecer ayuda a una persona mayor, sea hombre o mujer, no nos quita nada, por el contrario, dice mucho de nosotros.

Hablando con una amiga del tema, llego a la triste conclusión de que estamos tan alejados de la realidad y tan enfocados en el teléfono celular que hemos dejado de vivir, de disfrutar una buena conversación y hasta de darnos cuenta de lo que está sucediendo a nuestro alrededor. Ella me decía algo muy válido, “tal vez nadie se dio cuenta que la señora necesitaba ayuda”.

En el fondo quizás tenga razón, ya que cada persona es un mundo y no porque estemos físicamente presentes en un lugar quiere decir que estamos pendientes y al tanto de nuestro alrededor.

Sea como sea y por más ocupados que estemos, los invito a que de vez en cuando enfoquemos nuestra atención a algo más que no sea la pantalla brillante de un teléfono celular o de una computadora.

Espero tus comentarios y te invito a que sigamos conectados en redes sociales,

Carolina Sarassa

@CarolinaSarassa

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