Trump ordena fin de “DACA” para marzo de 2018

Afuera de la Casa Blanca,  decenas de “DREAMers” y activistas de la comunidad inmigrante realizaron una protesta para denunciar la decisión de Trump y anunciar nuevas medidas de presión en las calles y ante el Congreso

WASHINGTON.- Aunque insistió en que no quiere “castigar” a jóvenes indocumentados, el presidente Donald Trump ordenó este martes el fin escalonado de “DACA”  para el 5 de marzo de 2018, pero fue el secretario de Justicia, Jeff Sessions, el encargado del anuncio oficial, tirando al Congreso una bomba de relojería para que apruebe una solución permanente para cerca de 800,000 jóvenes indocumentados.

Durante una rueda de prensa en la que no tomó preguntas, Sessions expuso los argumentos legales por los que la Administración Trump están anulando el programa de “acción diferida” (DACA) de 2012, que ha protegido de la deportación a jóvenes que entraron ilegalmente a EEUU cuando eran niños.

“Es mi obligación asegurar el cumplimiento de las leyes de EEUU y del orden constitucional”, dijo Sessions, quien calificó “DACA” como una “amnistía” ilegal y un “exceso” del poder ejecutivo por parte de la Administración Obama.

Según Sessions, lo más probable es que las cortes lo iban a declarar inconstitucional, por lo que lo “compasivo” es poner fin al programa de forma escalonada.

Sessions repitió el guión de grupos anti-inmigrantes en el sentido de que los inmigrantes indocumentados perjudican a la economía y roban empleos a “centenares de miles de estadounidenses”, pese a que numerosos estudios han demostrado lo contrario.

Como senador republicano de Alabama, Sessions nunca simpatizó con los “DREAMers” y ahora, como fiscal general, reiteró su consabida queja de que “DACA” viola las leyes de EEUU, al igual que otro programa similar anunciado en noviembre de 2014, para adultos con hijos ciudadanos o residentes legales, conocido por su sigla en inglés “DAPA”.

Tanto “DAPA”, que hubiese protegido a hasta cinco millones de adultos indocumentados,  como la expansión de “DACA”,  fueron impugnados por una veintena de estados liderados por Texas, y el año pasado el Tribunal Supremo devolvió el asunto a una corte de menor instancia. La Administración Trump anuló esos alivios migratorios en junio pasado.

El fin de “DACA” responde a la amenaza que hicieron en junio pasado los fiscales generales de Texas y otros 9 estados de impugnar “DACA” en un tribunal en Brownsville (Texas),  si la Administración no lo cancelaba para esta fecha.

En una carta enviada ayer a la secretaria interina de Seguridad Nacional, Elaine Duke, Sessions afirmó que “DACA” fue implementado sin fecha límite y sin “autoridad” legal,  aún cuando el Congreso ya había rechazado una legislación con el mismo objetivo y, además, contiene los mismos “defectos legales y constitucionales”  del “DAPA”.

Trump dice que no quiere “castigar a los niños”

Durante la contienda, Trump prometió la deportación masiva de los inmigrantes indocumentados y la erradicación de “DACA”, pero posteriormente moderó su postura, calificó a los “DREAMers” como unos jóvenes “estupendos”, y prometió que actuaría con “gran corazón” hacia ellos.

Evitando las cámaras, Trump dijo en un comunicado que “no favorece castigar a los niños, la mayoría de los cuales ahora son adultos, por las acciones de sus padres”, pero EEUU “es una nación de leyes” y su antecesor, Barack Obama, actuó “unilateralmente”, obviando al Congreso para otorgar una “amnistía ejecutiva”.

Trump se hizo eco de la acusación de Sessions de que “DACA” alentó una “crisis humanitaria” en la frontera sur en 2014 con la llegada de miles de niños no acompañados de Centroamérica.  Según Trump, algunos de esos menores se han sumado a pandillas violentas como la “MS-13”.

Trump volvió a repetir su promesa de que resolverá “el asunto de DACA con corazón y compasión, pero a través de un proceso legal democrático”.

“Antes de preguntar qué es justo para inmigrantes ilegales, debemos también preguntar qué es justo para las familias estadounidenses, estudiantes, contribuyentes, y solicitantes de empleo”, enfatizó Trump.

De esta forma, Trump intenta apaciguar a los grupos anti-inmigrantes de su base, y deja la pelota en el tejado del Congreso, ahora bajo control de los republicanos y que desde siempre han torpedeado la aprobación de una medida permanente para los “DREAMers”.

Una muerte a plazos

Funcionarios de alto rango del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) explicaron en una conferencia telefónica los pormenores de la eliminación gradual de “DACA”, anunciado el 15 de junio de 2012 y puesto en marcha dos meses después.

Duke emitió hoy mismo un memorándum que oficialmente anula “DACA”, pero dejando una “pequeña ventana” para continuar tramitando los casos pendientes.

Así,  la Administración Trump ya no aceptará a partir de mañana nuevas solicitudes de amparo temporal bajo el “DACA”, pero sí aceptará hasta el próximo 5 de octubre solicitudes para renovar, por otros dos años, permisos que venzan en o antes del 5 de marzo de 2018. Los permisos tendrán validez de dos años a partir de la fecha en que fueron aprobados.

Asimismo, los permisos que venzan después del 5 de marzo de 2018, caducarán sin ninguna prórroga adicional, si los “DREAMers” no la solicitaron antes de hoy.

Si el Congreso no actúa pronto,  275,344 “DREAMers” se quedarían sin protección en 2018, y unos 321,920 adicionales entre enero y marzo de 2019, según DHS.

Aunque cerca de 800,000 “DREAMers” recibieron el “DACA” original, en la actualidad el número ronda los 689,821, una cifra que refleja a quienes perdieron el beneficio, no lo renovaron, o realizaron  un ajuste migratorio hacia la residencia permanente, explicó el DHS a este diario.

Los funcionarios explicaron que toda la información personal y biométrica que los “DREAMers” entregaron al gobierno al inscribirse en “DACA” será archivada en la base de datos del DHS, y sólo sería compartida con las autoridades de Inmigración para investigaciones en curso, o si la persona en cuestión supone un riesgo para la seguridad nacional.

Por órdenes de Trump, los beneficiarios de “DACA” no serán prioridad de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), a menos que tengan un expediente criminal, cometan crímenes, reingresen ilegalmente a EEUU o tengan órdenes de deportación, o sean miembros de pandillas.

Sin embargo, durante la llamada, los funcionarios del DHS no descartaron que los “DREAMers” queden expuestos a la deportación -porque volverían a estar “ilegales”-, si bien los agentes de  ICE harían la determinación caso por caso.

¿Qué hará el Congreso?

Según el DHS, la eliminación escalonada de “DACA” limita el desorden y “le da tiempo al Congreso a buscar una solución legislativa”.

Pero, al tirar la “papa caliente” al Congreso, los legisladores tendrán tan sólo seis meses para aprobar una ley que proteja de forma permanente a los “DACAmentados”, para que no haya interrupciones en sus empleos, estudios, y demás trámites oficiales.

En la actualidad, hay sendas legislaciones en ambas cámaras del Congreso para la legalización de los “DREAMers” pero, ante la apretada agenda legislativa y el breve calendario, no está claro que ese espacio sea suficiente para debatirlas.

Durante una improvisada rueda de prensa, los senadores Dick Durbin, demócrata por Illinois, y Lindsey Graham, republicano por Carolina del Sur, dijeron que presionarán para que su “DREAM Act”, una medida bipartidista para legalizar a los “DREAMers”, sea sometida votación este mismo mes.

Tras su derrota en 2012, El Partido Republicano prometió un acercamiento con la comunidad hispana pero, en realidad, ha hecho lo contrario: su plataforma política del año pasado incluyó entre sus metas la anulación de “DACA”, y la mayoría de los precandidatos presidenciales, no solo Trump, se sumaron a esa causa.

Hay, sin embargo, algunas excepciones, como los senadores republicanos de Arizona, John McCain y Jeff Flake, quienes figuran en un puñado de líderes conservadores que condenaron la decisión de Trump.

Flake afirmó que el Senado debe ponerse manos a la obra e iniciar el debate de sendas legislaciones para ayudar a los “DREAMers”.

Mientras, los líderes demócratas, al unísono, incluyendo al ex vicepresidente, Joe Biden, condenaron lo que calificaron como la crueldad de Trump al dar otro martillazo al legado de Obama, esta vez arremetiendo contra el futuro bienestar de los “DREAMers”.

El líder de la minoría demócrata en el Senado, Charles Schumer, dijo que esta decisión tendrá un costo humano y económico “catastrófico”, y prometió que su bancada hará “todo lo posible para evitar que esta orden errónea del Presidente Trump llegue a ser realidad.”

El excandidato a la vicepresidencia demócrata, el senador de Virginia, Tim Kaine,  advirtió de que Trump obliga ahora los “DREAMers”  a regresar a la sombra, a menos que el Congreso apruebe pronto la ley bipartidista del “DREAM Act”.

Aluvión de condenas y nuevas movilizaciones 

Afuera de la Casa Blanca,  decenas de “DREAMers” y activistas de la comunidad inmigrante realizaron una protesta para denunciar la decisión de Trump y anunciar nuevas medidas de presión en las calles y ante el Congreso.

Decenas de “DREAMers” y activistas protestan la “crueldad” de Trump al anular “DACA”. Foto: María Peña/Impremedia

El director ejecutivo de CASA de Maryland, Gustavo Torres, afirmó que “la lucha apenas empieza” y que movilizarán a los inmigrantes para hacer campañas de presión frente al Congreso, haciéndose eco de otros grupos pro-inmigrantes en todo el país.

El director ejecutivo de CASA de Maryland, Gustavo Torres (izquierda) prometió una lucha enconada para que el Congreso apruebe una ley que proteja a los “DREAMers”. Foto: María Peña/Impremedia

La federación sindical AFL-CIO, por su parte, destacó que la eliminación de “DACA” dejará en limbo a “miles” de soldados “DREAMers” en activo, y terminará perjudicando la moral en las Fuerzas Armadas.

El presidente de Microsoft, Brad Smith, dijo en un blog que la protección de los “DREAMers” es un asunto “humanitario” y más urgente que la reforma tributaria en la lista de deseos de Trump, y la empresa pagará los costos legales de empleados con “DACA” que afronten la deportación.

Protestas de apoyo a los “DREAMers” también se llevaron a cabo en Los Ángeles y otras ciudades con alta concentración hispana. En Nueva York, un grupo de jóvenes fue detenido afuera de la Torre Trump.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio Hispana (USHCC), Javier Palomarez, había prestado su nombre y figura a diversas causas de la Administración Trump, queriendo darle el beneficio de la duda aún cuando fue blanco de ataques de activistas de la comunidad inmigrante en todo el país.

Pero aparentemente llegó al punto de hartazgo y hoy mismo anunció su renuncia de la Coalición Nacional de Diversidad de la Casa Blanca.

“La USHCC se opone (de forma) vehemente a la decisión inhumana y económicamente dañina de terminar DACA… como un país de inmigrantes, tenemos la responsabilidad moral de apoyar y defender a los “Dreamers” que llegaron a este país en promedio de los seis años”, dijo Palomarez en un comunicado.

Como en otras ocasiones, los “DREAMers” jóvenes estuvieron respaldados por una vasta coalición de grupos cívicos, religiosos, empresariales y sindicalistas, incluyendo “United We Dream”, que esta mañana siguió intentando convencer a Trump a que protegiera “DACA”.

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